Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

martes, 21 de enero de 2020

Huracán de algarabía




El otro día íbamos caminando a la cancha de Huracán con Rosen, por avenida Colonia. Todo muy lindo, hasta que nos paró la yuta ("y la policía la pudrió"). Nos pidieron que salgamos de testigos en un procedimiento contra unos trapitos. Mi amigo, muy parecido física e intelectualmente a Marx, la segunda venida de Cristo según él, rehusó participar del accionar de la fuerza pública. Lo amenazaron con una causa por "resistencia a la autoridad". Ahí nomás, el oficial machote musculosote llamó para averiguación de antecedentes: negativo. Mientras tanto, yo soborné a los otros justicieron que allí estaban con sonrisas y palabras amables. No se trata de una cuestión de clases sino sexual: los chacalazos de la ley y el orden sienten potentes erecciones al someter a otros varones. Yo me presté a esa sodomización simbólica con tal de salir rápido del atolladero. Efectivamente, nos largaron a ambos; mi compañero de aventuras con cara de ojete. Yo le di la mano a los cobanis y seguimos. Ahora bien: acá falló la teoría de los juegos de John Nash. Según el ejemplo que él da, ambos presos deben dar el mismo testimonio para salir en libertad o recibir una pena muy baja. En este caso, ambos obramos de modo distinto y, sin embargo, primó mi cortesía y pragmatismo por sobre la beligerancia del Oso Rojo, verdadera leyenda del comunismo internacional. Muy interesante la historieta, pero al pedo: ya muy cerca del Palacio Ducó, no nos dejaron ingresar por no ser socios del Globito de Parque Patricios. Terminamos en un bar viendo la derrota dos cero con Arsenal y discutiendo el proceder de cada cual. Esta historia continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario