Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

lunes, 28 de diciembre de 2020

Allanamientos fatales

 


Flequilluda abortera de Satán

 


¡Aguante Redrado carajo!

 


Hija de Z


 

La polentera y los globolu2

 


Viejitos malitos de Satancito

 


Minita vigilante

 


Bienvenida Lupe a la Iglesia


 

La mafia de los emprendedores


 

¡Abajo el barbijo!

 


Patriarca ruso te vacuna


 

Kirchnerismo empobrecedor aburridor


 

La plaga de los simps


 

Héroe de Rafaela


 

Discursos mediáticos sobre inmigración


 

saltasoy.com.ar explotador infantil


 

Maná amargo


 

Tipos patéticos (patetipos)

 


Machos gerontes violinardos


 

jueves, 17 de diciembre de 2020

Tinder's People

 


La Nena Hipergamia

 


Kristina karadura

 


Tinder, arios y pardos

 


El fabismo

 


Sobre el Reseteo...

 


¡Vamos los nativos!

 


Amantes de garrotes y malotes

 


Info desde Venezuela


 

Lo dijo...


 

El Gran Reseteo

 


Pasión por el fulbo

 


¿Quién se cogió a la momia Sarlo?

 


¿Feministas al poder?

 


Extinción de la Argentina blanca

 


Fundamentalismo perruno

 


Las minitas y los Chonguichs

 


Tenedor libre de lugares comunes


 

Tindera porrera


 

Tindera "seria" y densa


 

Australia ahorro


 

martes, 15 de diciembre de 2020

Soñé con Maradona (Diego en Lugano 1 y 2)

 



  Lugano 1 y 2, el estadio más grande del mundo. Donde entran juntas todas las hinchadas: River, Boca; Racing, Independiente; San Lorenzo, Huracán; Chicago y, desde ya, Argentina. Y la de otros clubes, obvio (¡hasta tengo un amigo de Argentinos!). Lugano 1 y 2, tan pueblo que peroniza...

  Con dos amigos, salimos del Edificio 130 rumbo a Coto, el supermercado del barrio, al atardecer, a comprar algo para tomar y comer (la famosa juntada de los viernes a la noche). A la altura de la Torre 9, en ese pasillito infame entre las rejas y el paredón de la Torre 7, apareció el Barrilete Cósmico: el Diego, con la 10, con la camiseta de Argentina, la histórica, la mejor, la más linda, (¿de qué planeta viniste?). Ni tiempo tuvimos de sorprendernos. Dicen que, en el Día de la Resurrección de los Muertos, retornaremos con cuerpos jóvenes, perfectos, lo mejor de nosotros. Bueno, vimos al Maradona del Mundial 86, el que más felicidad nos dio, el jugador de todos los tiempos y de todos los mundos, el que hizo llorar a Víctor Hugo y a millones. Estaba con la pelota, obvio ("Maradona no es una persona cualquiera, es un hombre pegado a una pelota de cuero", afirmó Andrés Calamaro con gran razón). 

  Diego corría para el lado de Soldado de la Frontera, con urgencia de gol. Lo veíamos de espalda. Esquivaba los soretes de perros - muchísimos, por culpa de los sucios de los vecinos - como si fueran defensores ingleses, soldaditos ingleses. La pelota no se mancha, no.

  No pude evitar emocionarme al ver al ídolo resucitado o aparecido. Me pregunté si vino en cuerpo y alma o solamente en alma, a la manera de un holograma. Hubo, en la Antigüedad, herejías que consideraron que Cristo no tenía cuerpo, que era puro espíritu. Pensé que ese Diego no era de carne y hueso. Efectivamente, algo raro había porque, cuando lloré, su imagen comenzó a borrarse a medida que caían mis lágrimas. Ahí entendí que no nos quiere tristes, sino que desea que lo recordemos con alegría y una placa que diga "gracias a la pelota". Cuando detuve mi llanto, volvió en sí. 

  En un momento, le tiró un caño a un amigo, que se río con vergüenza (se le escapó la tortuga). Yo no me atreví a sacársela. Ya bastantes papelones hice jugando al fútbol en la escuela primaria y secundaria. No necesitaba más. Por otro lado, vano era intentar quitarle la pelota a Dios.

  Diego se quedó para siempre con nosotros.