Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

lunes, 29 de abril de 2019

Se fueron



  Inventó el morbo, el mundo y algo anterior. Sin trampas de lenguaje, el animal no cae. Libertad. Ver el cielo y todo y poner la noche más allá. 

  Ella no era ella: fue Dios que te quiso salvar...

viernes, 26 de abril de 2019

Números con vos



  Ensayo tu voz e imagino un decir amigo e ingenuo luego de tanto tiempo, blanca palomita de polvo (no hablo de la droga). ¿Dónde estás? ¿Te siguen asustando los gatos? 

  Te extraño, te recuerdo. Nombre divino de un pasado breve, nombre divino que repite ahora una que amenaza con la brevedad de su vagina fugaz.

  Soy apolíneo, pero juego con lo dionisíaco...

Alex Harper y Jillian Janson: evolución de dos bellas actrices porno







 Sigo con mi exitosa carrera de crítico de películas pornográficas. Como dije en otra ocasión, se trata de un género un tanto vergonzante. Entonces, pocos se dedican con seriedad a esta temática. La subjetividad se humilla ante una sociedad que hace de la masturbación y la soledad un tema tabú. Lo mismo ocurre con el consumo de cocaína, una droga no ostenta el status cool de la marihuana. Pero bueno, no me iré de tema. Me confieso habitué del arte de esa industria que tantos millones de dólares mueve. En definitiva, ¿qué se consume más en la internet? Sí, adivinaron... 

 En una ocasión, escribí sobre la sensual italiana Alessandra Schiavo (ya rtirada). Hace unos días, le rendí homenaje a la amateur inglesa Lauwaa (actualmente en actividad). Hoy quiero decir algunas cosas sobre dos bellezas americanas: Alex Harper y Jillian Janson. Ambas han modificado su aspecto físico. Siguen en la cúspide de la hermosura, sin embargo, me quedo con las versiones originales de las dos. Siento que la industria XXX suele estandarizar los rostros y cuerpos de las mujeres: se perfila una producción en serie de rubias de plástico bronceadas y con tetas operadas. Digamos que la naturalidad, si existe, pasa por el filtro de una homologación un tanto dura, como los gestos de caras diseñadas por un bisturí en los quirófanos de artistas poco creativos...

  Empecemos con Alex Harper. Yo la vi por primera vez en vídeos de la productora Private Society, que se destaca por sus trabajos amateur. ¿El slogan? "Real people doing porn". Es decir, por más que ella hoy sea una pornstar, tuvo un origen modesto en el rubro. Lo cual, a mis ojos, la pone en mejor posición. Digo, no me gusta lo convencional. Cuando la conocí, llevaba el cabello oscuro y medio corto. Luego, una vez que se consagró, fue rubia. Ahora tiene el pelo largo y colorado. Parece otra. Sigue siendo muy bonita, pero no la misma. Obvio que las personas cambian con el tiempo. Pero me preocupa que la mayoría de las actrices porno terminen confluyendo en estereotipos similares, como si fueran parte de un ejército o de un producto de fábrica.

  Ya que estamos, dejo la descripción de Private Society en el sitio porno xHamster: "Hi. We´re an adventorous couple who run a kickass amateur porn site called PrivateSociety.com We're looking for sexy people of all ges, shapes and sizes to appear in scenes. Let us know if you'd like to discuss it! We pay good money to the right people. Es decir, Alex Harper surgió de mi amado género amateur. Pero luego se convirtió en mainstream. Me acuerdo de sus excitantes escenas anales y de la palidez de su piel. Una bella muchacha de cabello oscuro y piernas muy largas.

  Ahora vamos con Jillian Janson, una rubiecita divina que me encantó ni bien la vi en un vídeo anal de la productora Tushy (especializada en la puertita de atrás). Me impresionó la frescura de la carita. Dulzura y juventud. El flequillo rubio, el pelo lacio, piernas largas, piel perfecta. La vagina dibujada por un dios libidinoso y genial. Una modelo. Pero luego se le dio por convertirse en otra clásica estrella del género. Si uno ve sus fotos actuales, parece operada. Perdió la suavidad de los gestos, la ternura, el amor y ese aura teen. 

  En síntesis, la industria porno norteamericana suele igualar a sus estrellas en rígidos cánones estéticos que dejan de lado lo propio de la persona, sus particularidades. Alex Harper y Jillian Janson siguen siendo bellas, pero ya no conservan aquella simpleza que en un principio me enamoró de ambas. En fin. Sigo eligiendo el género amateur por sobre cualquier otro. O, si miro algo más comercial, me quedo con las principiantes. Las chicas consagradas, las milf, no me excitan tanto. Sus pesadas capas de maquillaje, más las montañas de cirugías, no forman parte de mis preferencias. Lo bueno es que en sitios como RedTube, PornoHub, xHamster y XVideos hay material para todos los gustos.   

jueves, 25 de abril de 2019

El fuego tan azul



  Otra vez en noche y en calma. Otra vez en pausa. El juego de la repetición, una vida que rima simulación. La mujer que extraño, el Dios Vino y el desafío de reinventarme de nuevo.

  Ser mi propio cielo. 

Sueños locos CXXV (Amigo de Donald Trump)



  Me han preguntado muchas veces por el carácter de mi amigo Donald Trump. Hay una anécdota que lo pinta de cuerpo entero al hombre dorado, el mejor presidente que tuvo los Estados Unidos en toda su historia. Creo que no habrá otro igual. Bien, resulta que, en un encuentro diplomático en Berlín, pasé uno de los peores momentos de mi vida...

  Trump pidió hacer una pausa en medio de la reunión. No le gustó cómo iban las negociaciones económicas con los líderes de la Unión Europea. Costumbre suya torear a Merkel y compañía. Sin más, se paró y se fue a una barra ubicada a un costado del lobby del hotel. Pidió un café. Yo me acerqué para conversar un asunto importante con él, pero justo se había ido. Creí que se dirigió al baño (los hombres poderosos también tienen sus necesidades, ¿no?). Me quedé a solas con la infusión que habría de beber el tipo más importante del planeta. Eso, supuestamente, no le gustó a un agente del Servicio Secreto que, con bruscas maneras, vino a intimarme...

- Señor, ¿qué hace usted con el café del Presidente? -

- Yo lo estoy esperando. Soy su amigo y asesor. -

- Venga conmigo. 

  El tipo medía dos metros. Traje gris, medio pelado, delgado, ojos celestes. Un robot al servicio de la seguridad presidencial. Me tomó fuerte del hombre derecho y me llevó a otra barra del hotel. Le pidió un espejo a una camarera, para luego pasarlo sobre mis ropas, como si se tratara de una lupa gigante ("quiero asegurarme de que sus prendas no tengan agujeros donde haya podido guardar una cápsula con veneno"). Me incomodé. Casi me largo a llorar. Una acusación grave recaía sobre mí. Luego de pasear el espejito sobre mi saco y pantalón, comenzó con el cacheo tradicional. "Señor, usted tiene un orificio justo aquí" (sus manos se hundían en mi trasero). No podía más de la impotencia. Si hacía algo, me creerían sospechoso. O acabaría con una causa por disturbios. Rogaba que vuelva Donald a su mesa y que viera lo que me ocurría. 

"Alan, es todo una broma", me dijo el guardaespalda del Presidente. Acto seguido, pasó mi amigo Donald Trump, se rió sonoramente y me levantó ambos pulgares. Casi me desmayó. El hombre del Servicio Secreto me abrazó y me pidió disculpas ("fue una orden del Comandante en Jefe").  

miércoles, 24 de abril de 2019

Señales



  Ayer me encontré con alguien que conociste, en algún lugar del Konurmalo. Alguno dirá "casualidad". Tres años que no veía al hombrecito. Yo iba caminando y ahí estaba él. No me reconoció por el pelo largo. Vos y yo nos cruzamos por última vez en marzo de 2016. No podés imaginar lo que me creció la melena. No visito al peluquero desde febrero del 2015. Me llega casi hasta la mitad de la espalda la marca de mi orgullo leonino, joven, vital y rebelde. 

  El hombrecito, no el pelado amigo mío sino otro, me hizo acordar de que yo solía bromearte con la canción de Arjona "Señora de las cuatro décadas". Nunca me dijiste cuántos años tenés. Supongo que 37. Porque sé que en 2001 te fuiste, justo cuando vino el Quilombo (con mayúsculas, obvio). Habías terminado la secundaria hace poco. Así que hago esa cuenta. Tal vez haya fallado en mis cálculos, tal vez...

  Vi al Hombrecito porque me quedé tiempo de más en mi trabajo. Pero había más chances de no encontrarlo que otra cosa. ¡Justo justo se dio todo! ¿Qué hubiera pasado si una vieja se caía en la vereda y no podía seguir caminando? Un minuto más tarde y me quedaba sin reencuentro. Pero Dios quiso que se dé. Todo por charlar con mi jefa de la vida y otras frivolidades. No creo en las casualidades. Por otro lado, en febrero, a pocos metros nomás del milagro de ayer, me vi con una compañera que ya se recibió. Me hizo bien su contacto, como si llevara con ella la magia de la egresada. Una pibita muy buena.

  Fuimos a una plaza con el Hombrecito. El banco de piedra otoñal le enfriaba el culo. Decidió invitarme a tomar un café. Menos mal, porque yo cobro recién la semana que viene. Hablamos. Hablamos de la vida y de otras frivolidades. No creo en las casualidades. Surgiste como tema de conversación. Dijo que estabas buena, con estas palabras. Yo asentí, ¿acaso podría negarlo? 

  Además de haberme topado en la calle con el Hombrecito, que me trae ecos de vos, me acordé de que mi actual partenaire sexual tiene más o menos tu edad, un color de ojos similar y nació en tu ciudad. Como dije en un texto anterior, se me ofrece una gama de opciones para armar y amar. Por lo menos, así lo veo yo. Ciertamente, habla mal de mí ver a las personas como una suma de partes, como un rompecabezas estético de estereotipos y estilos varios. Sin embargo, no creo equivocarme si sospecho que de mí trazan iguales o peores conjeturas: "Un porteño pelotudo de pelo largo, barbita, medio carilindo, sonrisa Colgate y cero pesos en el bolsillo". ¿Miento? 

  "Las comparaciones son odiosas". De todas formas, no me resisto a trazar patrones. Creo ver equivalencias, realidades yuxtapuestas, conexiones secretas, mensajes, señales. No digo que todas las mujeres sean una en verdad, pero algo hay. Desde ya, no intento afirmar que lo que se me da ofrece un mapa del futuro o un "es por acá". Quizás haya solo revanchas temporales, afectivas; reediciones de besos y abrazos que no tuvieron lugar en su momento. Porque yo te intenté y no te pude, pero ahora, una como vos ni me intentó y me ganó. Avanzo, me retroceden. Me retrocedo, me avanzan. Los años parecen querer mejorarse. 

  Una idea un tanto fastidiosa me agobia desde la infancia: la repetición perfecta de una misma cosa da lugar a variedades casi infinitas a fuerza de pequeñas fisuras en el sistema. Esto lo vi en relación a la geometría y a movimientos que devienen un tanto equívocos por la imperfección del ejecutante. Como una suerte de cisma o herejía que ocurre por centímetros. Y de ahí, algo nuevo surge. De un mismo orden, parecen emerger otros órdenes por la incidencia de un nimio desorden original. En el párrafo de abajo lo pondré en sencillo, para que no se pierda en lo abstracto...

  Decía que, incluso en medio de la rutina más severa, pueden darse posibilidades de sucesos inesperados. Por ejemplo, conocer a alguien. O reencontrarse con un amigo o compañero luego de mucho tiempo. Un corrimiento cualquiera, como quedarse tiempo de más en el trabajo, da lugar a un hecho impensado, maravilloso. Sobran ejemplos de gente que se salvó de una desgracia por motivos banales. También se cuentan historias de personas que cambiaron sus vidas para bien en situaciones casi de película. 

  Mucho se ha hablado del realismo mágico en la literatura. En verdad, no es una corriente que goce de mi interés o simpatía. Tampoco me disgusta. Mi búsqueda poética pasa por otro lado. Voy por un realismo real, si tal cosa existe. Porque creo que lo considerado como sobrenatural forma parte de nuestra cotidianeidad. No trazo fronteras taxativas entre un mundo y otro. Advierto lo extraordinario de ciertos acontecimientos, aunque asumo la trascendencia en la esencia y el ser mismo de la humanidad. El fondo de mi personalidad y de mis letras se enmarca en mi pertenencia a la Iglesia Católica. 

  No podía dejar de referirme a una faceta que te fascinó en mí: la clarividencia. ¿Te acordás? Cuando te dije que tiene algo basado en la experiencia, en la inducción, no te gustó. "No hay nada nuevo bajo el sol", dicen. Pero no, va más allá de eso. Incluso puedo predecir lo nuevo. El don mío es físico y metafísico a la par, científico y espiritual a la vez. No excluyo esferas. No te decepciones. 

  Quería reiterarte, rubia mía, que estoy cada vez más cerca. Alguna vez voy a pasar a saludarte. O tal vez no te salude, no sea cosa que me reconozcas y te sientas acosada. No es con vos. Es con la vida. Quiero decirle a ella que yo también soy un self-made man, un amigo de Donald Trump, un valiente y un héroe de la libertad. Todo eso sueño. Todo eso cumpliré...   

martes, 23 de abril de 2019

Conchadictos



  Mucho por decir. Pero me quedo con lo poco bueno y bello. Entonces, en síntesis brutal, me atrevo a desafiar al mundo con la siguiente verdad: la vagina es un arma de manipulación masiva...

lunes, 22 de abril de 2019

Lauwaa, actriz porno amateur inglesa





  Muchas etiquetas podría utilizar para sintetizar los talentos de la joven inglesa Lauwaa: "anal", "slut", "pegging", "strapon", "deepthroat", "amateur", "lingerie", "homenade", "British", etc. Sus maravillosos trabajos pueden encontrarse en el sitio Pornohub. Ahora, ¿por qué destaco a esta chica entre tantas? Pues bien, me parece que ella combina a la perfección la frescura de la juventud con una creatividad sexual casi sin límites. Digo, muchas son muy hábiles en estos menesteres, sin embargo, sus rostros avejentados le restan atractivo. Otras, en cambio, aunque lindas y lozanas, no ofrecen un gran repertorio al público. Mi heroína masturbatoria lo tiene todo: desinhibición total y belleza natural.   

  ¿Por qué se me da por escribir sobre esta temática? De un tiempo a esta parte, tengo ganas de ser un verdadero crítico de cine porno. Creo poder generar buenos aportes en la especialidad. Digo, entiendo que una materia tan vergonzante no se estudia. Pero yo ignoro el pudor y me reconozco consumidor de este arte marginal. Sin ir muy lejos, hace un tiempo escribí un texto sobre Alessandra Schiavo, bella italiana cuyo rostro divino guarda parecido con un amor mío que vive en la tierra del sol y el género de las películas condicionadas. Cosas de la vida. 

  Sería un sueño pasar una noche con la inglesita Lauwaa. Pero tiene novio, con el cual filma los vídeos amateur que sube a Pornohub. Belleza de UK. Contrariamente al imaginario popular, creo que las mujeres británicas son muy bonitas. Está bien que solamente conocí Londres, ciudad cosmopolita y bastante particular. Pero bueno, ya habrá ocasión de ampliar horizontes en la materia...

La oportunidad



  Abstractear, la palabra que se viene. Decir todo y no decir nada. Que cada cual lea, vea y crea lo que le parezca. Entender y no entender. "Es el grito de la ciudad". Hoy, con Google, uno tiene permiso para citar al infinito. Ya no se carga con viajes a enciclopedias y diccionarios pesados y polvorientos. En paralelo, mi texto y otros mil...

"Si estamos de una, un eje para arrancar.
Es importante que puedas aceptar
que estás planteando una problemática existencial,
que algunas noches me cuesta asimilar."


  ¿De qué voy? ¿Adónde? 

"Prefiero que hoy evitaras cuestionar,
no más estúpidos juicios de moral.
Vení a engañarte con mi lógica falaz,
es divertido y parece racional."

  Cumplir un cometido, dar el cumplido y ser bendecido. El mal, que se ha ido. Años y años y más. Más, mucho más todavía por andar y desandar. Pero no alcanza. El deseo genera deseo. La locura de no terminar, de evitar el modo Buda, de tirarse a la duda. 

"Es una noche psicótica ligera,
y hay caminitos que persiguen a cualquiera.
Mirá a esas chicas alcohólicas y reas,
son las primeras impresiones verdaderas."

  Jugar al amor. Pasar por pasar. Ir por ir sendas distintas a la soledad original. No se mira atrás. Adelante. Simulacros de afecto, pasiones nómades y besos errantes que eternizan el instante. 
  

viernes, 19 de abril de 2019

La colgada



  "Reina del alba"...

   Marx dijo que "la historia se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como farsa". Creo que no se aplica a lo personal, a las biografías afectivas de los sujetos anónimos que hacemos el mundo. Tal vez, haya una primera vuelta de drama más otra de comedia. Cada cual sabe su derrotero, las cosas que le pasan día a día. En mi caso, me sorprende ver todo un juego de mujercitas del ayer y el hoy: coincidencias de nombres, de lugares de origen, de características físicas. Ahora bien, ¿se dan estas "casualidades" por designio divino o porque yo persigo obsesivamente a señoritas de ojos claros y belleza europea? Puede que un poco y un poco: determinados estereotipos me pierden por la senda de la frivolidad racista y el narcisismo. La carne. Me olvido de la Semana Santa. Me justifico en que buena parte de mis años fueron de penitencia, desierto, rezo y peregrinación. El monje loco en la ciudad. ¿Pero cómo se explica que una se llame igual que la otra, pese a que ambas se opongan en todo? Por caso, la orientación política. Una judía, de izquierda, feminista. La otra, tan católica, ama a Macri y se considera provida. Salí con ambas. ¿Señales? Alan, el que escribe, aborrece al PRO, a las feminazis y más. ¿Dónde me paro? Con Francisco. Lo digo para que me insulten en arameo, para que me tiren corazones verdes en la cara, en mis mejillas blancas de Cristo Dios.


  "Y su remera de Boca"...

  Dejemos atrás a la chica de izquierda, la rusita linda. Vamos a la belleza macrista, fanática de Boca. Todo un cuelgue: vive en una nube de pedos. Fútbol, heavy metal, su autito y algunos olvidos y descuidos encuadrados dentro de una precaria filosofía de devenir libre. En esto, y tal vez solamente en esto, guarde un parecido con su tocaya: el afán de vivir el día a día sin pensar en compromisos ni ataduras de ningún tipo. Hoy, con treinta años recién cumplidos, asumo con madurez lo que en 2012 me parecía toda una fraseología de comunistas irresponsables en lo sexual y sentimental. O sea, acepté que todos veremos a las otras con otros, otras, "otres" y lo que inventen mañana para degenerar a la humanidad y al lenguaje. 


  "¿Cuál es tu norte?"

  Hablé de la bonita rusa cuyo nombre coincide con la colgada de Boca, la desordenada y espontánea. Ahora me referiré a otra damita que ha alimentado mi escritura y reflexiones: una rubia del interior que ahora vive en el exterior. La llamo "el affaire frustrado". No tuve nada con ella. Salvo una cita que no se dio. Nació en el mismo lugar que la bostera. Esta última, antes de convertirse en fanática de Macri Fútbol Club (CABJ), alentaba al equipo contrario del que es hincha la platinada Kill Bill, guerrerita gringa que juega a ser samurai. Coincidencias y divergencias. Como si de unas pocas opciones se pudieran armar varios perfiles femeninos. Como la infinitud discreta de la lengua: "Esta propiedad consiste en la capacidad de generar unidades infinitas a partir de unidades concretas y finitas". 


"Que incursionan en el arte del descarte con banderitas"...
   
  Introduzco a una cuarta mujer, la más importante de todas para mí. Mis fieles lectores ya imaginarán de quién hablo. Pero prefiero omitir su Santo Nombre para no perturbar el descanso que le di como musa ("I refuse to abuse what is kind to the muse"). Solamente decir que la extrañé con locura, ella ausente de este infierno general argentino, pero testigo de tesoros que arden en otras latitudes. Me pasó algo al reflexionar sobre las personas que no están más en la vida de uno. Lo dejo para el párrafo que sigue ya que la idea amerita espacio propio para desarrollarse y ser ella en una isla de palabras...

  Decía que muchas veces nos cruzamos en un momento de la vida, pero luego seguimos trayectorias distintas. Perpendiculares que se conectan en un punto, aunque luego siguen hasta infinitos distintos (Vidas paralelas se las dejamos a Plutarco). Traduzco con un ejemplo tonto: uno conoce a una chica en la universidad y traba gran amistad con ella. Sin embargo, la personita se marcha por cuestiones profesionales y personales. No cesa el vínculo. No obstante, las redes sociales y las nuevas tecnologías no pueden reemplazar la calidez del día a día, la magia de tomarse un café de imprevisto, el aparecer sin avisar a puro timbrazo argento (no timbreo de Jaimito Durán Barba, mi odiado y admirado). 

  Ante la desolación de quedar solo, de tener media familia en otros países y  a los amigos muy lejos, llegué a la conclusión de que debo valorar lo que mis seres queridos supieron darme en su día. Del mismo modo, hago extensiva esta sabia resignación a relaciones venideras o en gestación, es decir, no debo pedir más de lo que se me da. En esta época de chicas que se tatúan Carpe Diem, y de perfiles de Tinder y Happn rebosantes de frases del tipo "que todo fluya y nada influya", y cuando se habla tanto de "modernidad líquida", creo necesario aggionarme en pos de conservar salud mental. La expectativa de vida aumenta, como si fuéramos a superar al mismo Matusalén. Todo cambia, dicen. Y digo yo que nada debo esperar, aunque muera por sentir una compañía que perdure. Para el amor eterno, Dios. Para el mundo, la moneda del César... 


"De alguna forma es que esto crece lentamente"...  

  Me enfrento ante un cambio cultural que va demasiado rápido. De ahí que durante largo tiempo padecí el "desempleo afectivo". Recién ahora me estoy incorporando a este mercado de personas. Pensé durante mucho tiempo lo mismo que Houllebecq, incluso sin haberlo leído (lo descubrí en la facultad, recién en 2014). A eso lo llamo "plagio retroactivo". Ampliación del campo de batalla se escribió en base a lo que un viajero del tiempo extrajo de mi mente, ¿no? Digresiones aparte, confieso que tuve que empezar terapia para acomodar los patitos. Porque amo al Pato Donald, pero él y yo somos caballeros de otras eras. Ahora pinta escasez de palabra, la nada. 

  En definitiva, antes me quejaba de la falta de sexo y afecto. Ahora que se está revirtiendo la tendencia, quiero más y más. Debería ver el punto de partida y gozar con haber acabado una sequía de años. Sin embargo, el ser humano muchas veces se inventa nuevas angustias. La voluntad, que trae infelicidad. La falta de deseo libera. La Iglesia lo enseña. Pero uno, como el hijo pródigo, elige dilapidar la herencia. "Pecados de juventud". 


 "Birrita en Circunvalación"...

  Me quedo con la chica de ojos claros "y su remera de Boca". El auge de la cerveza artesanal. Los paseos que me lleva a dar en coche. El sexo salvaje. Las miradas adictivas. Los abrazos. La propaganda que me hace del nefasto Macri. "En todo estás vos". El totalitarismo hecho reality show...  

  Este humilde escrito habla de mujercitas. Pero, como dicen en el barrio, "las conchas van y vienen, los pibes siempre están". Por lo tanto, dejo de manginear y dedico este trabajo a los que me vienen bancando desde hace rato: SB, NM, DA, ID, cuatro amigazos de Jesús, ¡verdaderos amigazos de Jesús! Felices Pascuas. Dios los bendiga. 

viernes, 12 de abril de 2019

Fin de la sequía



  Seis años y medio sin sexo. Se acabó. Acabé. A lo largo del tiempo, me han cerrado puertas y ventanas. Pero un 2 de abril, una damita muy blanca abrió sus piernas para que pueda entrar al Olimpo de la gloria vaginal. Confieso que tuve miedo de que se me baje el alma a los pies, sin posibilidad alguna de levantarla. Iba en su auto todo temeroso, tembloroso. Paramos en el camino a comprar unas cervezas en un quiosco. Dos clientes estiraban una charla perpetua con el comerciante. Temí quedar a pata, ella bien lejos perdiéndose en la avenida del si te he visto, no me acuerdo; el coche en modo avión. Bloqueo. Pero no pasó nada. Los tipitos se fueron y pude, al fin, conseguir disipador de inhibiciones en lata. Fundamental para proceder sin temores luego de un lustro y más sin lustrarla. Jamás comenté nada de mi neovirginidad. Obré como si fuera un habitué de la pochola. Buenos Aires, la capital del siglo XXI, concentra la mayor cantidad de milagros por kilómetro cuadrado en el mundo. ¿Por qué digo esto? Vi una señal: mi heroína del amor, mi redentora del coito, se llama igual que la última con la que me involucré en la cama, allá lejos y hace tiempo (2012). A su vez, vive en el lugar de origen de una que me rechazó y que ha inspirado terribles lamentos. Es decir, de dos señoritas que me rebotaron, emergió una suerte de síntesis que devino en una nueva amante. Patrones. Como si se tratara de inteligencia artificial o un movimiento de prueba, error y coordenadas. Un jueguito difícil de bellezas argentinas de ojos claros.

  Quiero compartir este gran triunfo personal con toda la gente que me apoyó en todo momento. Miles de seguidores anónimos alrededor del mundo saben bien que me propuse esperar hasta hallar a alguien de mi agrado. Rechacé la idea de pagar por sexo o intimar por intimar. Me impuse un reto y lo cumplí. Tuve momentos de desesperación, de sufrir por no poder meter el gol. Sin embargo, salí fortalecido de una prueba tan pero tan dura. 

lunes, 8 de abril de 2019

Boxeadores



Propongo, a través de este solemne acto performativo, desafiar a las trompadas limpias a todo aquel que guarde una querella personal contra mi persona. Tiene que ser varón, no peleo con mujeres. Pero ustedes, chicas, si quieren quedar viudas, pueden mandar a sus machitos. El desafío es así: pelea a doce rounds con guantes de boxeo y protector bucal en cuadrilátero. Con árbitro y todo. Esto para que vean que soy de barrio y que me la aguanto. Está muy especialmente dirigido para feministos que quieran defender el honor de sus damas. Aclaro, por si las moscas, que el combate es con reglas de box. Y no peleo contra gente profesional o que esté en el ambiente. Yo no practico pugilismo y estaría en desventaja contra alguien que sí lo hiciera. Lo mío es para golpear a chetos de Puan, negros del barrio, muchachos del Nacional Buenos Aires o el Carlos Pellegrini, chetos del PRO, camporistas locos y otras hierbas. Queda abierto el convite. Hasta el 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, la invitación está en pie. Ah, los gastos corren por cuenta de los interesados. Yo no me quiero pelear con nadie, pero doy la oportunidad de que hagan catarsis de puños conmigo, aunque se lleven la peor parte. Tengan en cuenta de que mido un metro ochenta y peso más de ochenta kilos. Como si fuera poco, salgo a correr todos los días y hago gimnasia. No fumo y estoy en estado. Cualquier cosa, me escriben por privado y arreglamos la cita. El premio es la concha de tu novia. Si pierdo, bueno, tenés la satisfacción de haber derrotado a un chacalazo.

Rasgos aindiados y feministas racistas



  Mi corresponsal estrella en el Konurmalo, Roberdán Lolamora, se pregunta lo siguiente: "¿Por qué las feministas hablan de combatir los estereotipos de belleza, pero nunca se las ve salir con muchachos morochos de rasgos aindiados? Ellas van siempre detrás de chonguitos blancos, Tinchos claramente descendientes de europeos". Ampliaremos.

domingo, 7 de abril de 2019

Un Mussolini personal



Muchas veces, cuando el hombre se pone de novio, se corrompe, se pierde su esencia por la contaminación que le genera la otra persona. Es peligrosa la mezcla con el otro. Es mejor ser un racista de uno mismo, un nazi de la soledad, un judío endogámico del propio yo. Es mejor guardar, cuan mandato ancestral de Oriente, el respeto de sí y preservar la raza del espíritu para que no se corrompa con tonteras de señoritas. En mi caso, tal vez, sea diferente debido a que tengo una impronta muy fuerte: soy un negro cuya descendencia no pierde color por efecto del mestizaje. Lo oscuro que hay en mí siempre triunfa. Lo importante, hablando en criollo, es no transformarse en un mangina. Antes, mil veces muerto y enterrado. Parafraseando a mi amigo Mussolini, Dios lo tenga en la gloria: "Si soy yo mismo, seguidme. Si me aburgueso, empujadme. Si me vuelvo pollerudo, matadme."

Profesora pervertida de Santa Fe



 

 Vieja, ¿va a ir presa la maestrola santafesina que le envío un vídeo erótico a un chico de 14? Digo, porque si un profe de 25 tiene aunque más no sea un intercambio de mensajes con una alumna de 17, el tipo va preso y la sociedad matriarcal lo escracha y lo mata en vida. ¿Qué pasa, eh? ¿Dónde están las femis? Ustedes son las violines. Y no me vengan con la Doctrina +latón de que a los 13 ya sos un hombrecito. Eso cuenta solamente para los muchachitos judíos en otro contexto histórico, cultural y geográfico. Nuestras leyes son claras al respecto. De haber sido un varón el que enviaba el material prohibido, tendríamos a todas las #NiUnaMenos chillando con justa causa. Ahora callan. Igualdad ante la Ley. Porque si no parece que ellas tienen el privilegio de cometer viles y asquerosas bufarreadas. Desde ya, no pido eso para los varones. Considero que ciertas prohibiciones son muy útiles. Con generaciones que tal vez pasen los 100 años, ¿para qué apurar las cosas? Las costumbres del pasado me tienen sin cuidado. La expectativa de vida de los estamentos bajos era cortísima. Se vivía de otra manera. Me parece que los jóvenes deberían encarar mejores proyectos que copular con adultos. En lo personal, más allá de respetar el Código Penal, no me genera nada la vil y repugnante fantasía de la colegiala. Me parece rayana en la pedofilia. No busco jamás relaciones asimétricas en detrimento de la otra persona. Por el contrario, me inclino a vincularme con personas de mi edad o más grandes. Es de perdedor ir de robacunas. Como cazar en el zoológico. Aborrezco a los machos que copulan con adolescentes a cambio de dinero, drogas y alcohol. Sujetos deleznables.

Victoria Vanucci



Vieja, me dio lástima la separación de Garfunkel y Victoria Vanucci. Amaba a esa pareja. ¡El amor y la admiración que él sentía por ella! Me van a insultar en arameo porque ambos cazaban leones. No estoy de acuerdo con matar animales que no vas a comer. Simplemente, destaco una bella relación, sin importar los "hobbies" de los amantes. Tampoco me fijo en que el tipito es un empresario prebendario con base en Ushuaia. Digo, porque comentás algo y te salen con "Fulano mató a Mengano"...