Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

miércoles, 29 de enero de 2020

Hasta




  Dibujo y dijo. Amo y maldijo. Hablo y calló. Escribo y soñó. Se mezclan los tiempos y las personas. Digo y se quejó. Yo, presente siempre. Alguien, como lo pasado. Y una persona del futuro, que leerá estas palabras en desorden.

  Amo y amó...

Esclavos de la vulva




  Un amigo terminó hace poco con su mujer de hecho (convivían). Estuvieron juntos seis o siete años. Pero a ella se le dio por terminar todo el 25 de diciembre del año pasado (¡linda fecha para el final!). La chica lo parasitó fuerte: durante casi toda la relación, no estudió ni trabajó. Incluso hundió a su concubino en problemas psicológicos que ella acarreaba hace años: ataques de pánico y ansiedad. No solamente el coronavirus chino resulta contagioso...

  Ella consiguió trabajo hace poco y su vida dio un vuelco. Quiso volver a salir. Sintió nostalgia por el antro en el que se conocieron, el mismo que juró jamás volver a pisar, del cual se sentía redimida por él, el Príncipe Mangina. 

  Repasemos un poco la ley de Briffault, la cual enuncia lo siguiente: "La hembra, no el macho, establece las condiciones de la familia animal. Donde la hembra no pueda obtener ningún beneficio de la asociación con el macho, dicha asociación no tendrá lugar". Aplicado a la relación de mi amigo con esta chica, se puede decir que ella, al haber conseguido empleo cerca de la casa de sus padres, prefirió prescindir de él y regresar a su lugar de origen. 

  La ley de Briffault tiene tres puntos muy importantes:
1) Los beneficios ya provistos por el macho no aseguran ni la continuidad ni el futuro de la relación.
2) Cualquier acuerdo donde el macho provee un beneficio actual a cambio de la promesa de una futura asociación es totalmente inválido y nulo tan pronto como el macho termine de proveer el beneficio.
3) La promesa de un futuro beneficio tiene una influencia limitada en la asociación tanto actual como futura, siendo esta inversamente proporcional al tiempo que falta para que ese beneficio sea dado y directamente proporcional al grado en el que la hembra confía en el macho.  

  En lenguaje llano, ella obtuvo lo que quiso o necesitaba y se marchó. Así sin más. Y dudo de que haya sido una excepción. Muchas buscan quedarse con la casa, el auto, tener hijos o todo a la vez. No digo que esté bien o mal. Solamente describo hechos. Desde ya, uno querría para su vida una mujer virtuosa. Pero creo que alguien así pertenece más al terreno de la literatura, la mitología y la religión que a la realidad (las famosas "NAWALT"). Cuando una sociedad exalta un modelo de comportamiento, es porque en verdad resulta excepcional. Dicho en otros términos: si todos fueran como Jesús, ¿qué sentido tendrían los Evangelios? En categorías cristianas, el hombre es pecador; ergo, necesita de un redentor, un salvador puro y perfecto. Del mismo modo, Penélope y la Virgen María aparecen como influencers de la Antigüedad para alentar un modo de conducta para la gente de su tiempo. Más acá en la historia, ¿cuántos varones tienen la valentía de San Martín o George Washington? Lo que quiero decir con toda esta larga digresión es que ellas obran, en general, de acuerdo a su naturaleza, voluntad o como cada cual quiera decirle. Muchas veces, se juzga con total liviandad el accionar ajeno debido a que ciertos personajes literarios, mitológicos, religiosos e históricos han dejado la vara demasiado alta. 

  No me gusta limitar las discusiones a ningún campo específico. Quedarme solamente con la religión y la moral católica equivaldría casi a ahogarme en el pensamiento mágico. Del mismo modo, el afán racionalista llevado al extremo tal vez nos despoje de cierta dimensión trascendente del ser humano. Por eso evito caer en el cientificismo barato propio de algunos MGTOW y otros malotes. Yo abro el juego. Un problema tiene distintos abordajes y puntos de vista.

  Sigamos con mi amigo. Resulta que, luego de casi siete años con esta chica, más otros cuatro con una anterior, entró en la crisis de la soledad. Cambió todos los muebles de la casa de lugar. Tiró todo lo que le recordaba a ella. Se abrió una cuenta de Instagram y otra en Tinder. Salió desesperado a suplir el hueco. Dicen que "un clavo saca otro clavo". No me ha dicho la frase, pero parece repetirla con sus acciones. Busca. Busca y no encuentra. O no lo hace con la facilidad que quisiera. Descubre el mundo de las redes sociales: ellas van por seguidores para robustecer su marca, su perfil, su empresa personal. Emprendedoras de la imagen. Él desconoce el juego y laikea tontamente y sin pensar. Cree, con total ingenuidad, que podrá destacarse en una selva cibernética de machos alfa y tipos adinerados. Un hombre normal, quizás normal para un seis desde lo físico, se mete en la lucha por la cópula contra sujetos altos y con auto, bronceado, viajes y la mar en coche. Cierto que no todas buscan semejantes machotes. Muchas anhelan un compañero. Pero en aplicaciones donde prima lo visual, gana la frivolidad y ahí aplica la ley del 80-20: el 20% de los machongos más guapos disponen del 80% del hembraje (Principio de Pareto, puro fascismo matemático).

  El origen de la tragedia psicológica de mi amigo no es único. Él bebe de distintas fuentes. En primer lugar, sus padres estuvieron juntos toda la vida. Gente de otra generación. Personas intelectuales, que no le daban importancia a lo material (no había una tendencia a la hipergamia en su madre). Luego, como casi todos, y me incluyo, una fuerte cultura ginecocéntrica: casi toda la humanidad occidental creció con películas, series, libros, anécdotas y canciones que alaban el amor romántico. A esto, sumarle la burla que reciben los que no tienen éxito con las chicas: virgo, loser, forever alone; "vos no te levantás ni a la mañana", "esos granitos en tu cara son pornocos... ¡por no coger!", "tenés que ir a debutar con una puta", "sos un pajero", "te va mal en el colegio por hacerte la paja y no dormir bien", etc. De más está decir que la tradición judeo-cristiana permea a casi la totalidad de los hogares, por más que muchos se digan ateos, anticlericales o lo que fuere. Miles de años de religión no pueden borrarse sin más, por mucho que se hable de apostasía, deconstrucción y otras palabritas mágicas de la zurdería internacional.

  Mi amiguito, entonces, luego de una adolescencia de sequía sexual absoluta, probó el sabor de la vulva y se volvió adicto a ella. Como el tigre que conoce el gusto de la sangre humana. Ya nunca más pudo parar el vicio del goce carnal. Yo le decía que su ex era un salvavidas de plomo, que lo hundía, que le traía problemas psicológicos y económicos y que en nada le aportaba, más allá de lo íntimo. Pero él eligió el placer y lo llamó Amor. Porque vamos, si no fuera por eso, ¿qué le brindaba ella a él? Una chica que no tenía proyectos en la vida. Que era débil desde lo mental y necesitaba tratamientos a este respecto, que él pagaba sin chistar. Bueno, así como di este ejemplo, seguramente ustedes conocerán varios de este calibre.

  Un hombre normal, o incluso considerado "feo" según los estándares estéticos dominantes, cuando conoce el sexo, suele volverse irracional. Enseguida se enamora. Le teme a la soledad. Se siente dichoso al acceder a aquello que le fue vedado durante años. Según la jerga de la píldora roja, un beta. Porque los machos alfa, los malotes del curso y del barrio, follan con muchas chicas y no se casan con ninguna. Conocen de qué va la cópula y no pierden la razón por ella. Saben que son buscados por varias, que no se deben a ninguna y que estar solo no es la muerte de nadie. Las mujeres, como suelen tener el éxito sexual asegurado, se manejan con otra soltura. Ellas son conscientes de que siempre tendrán un carrusel de penes listo para ser montados. Pueden pasarse largo tiempo solas hasta que encuentran al que de verdad les guste. O pueden ir de una cama a la otra sin sentir dependencia ni atadura alguna. A un sujeto común, por el contrario, no le sucede el milagro de tener las piernas abiertas de decenas de señoritas y señoras. Debido a la escasez de coito, muchos se vuelven manginas, verdaderos hombres vaginas. Inclusive, sucede que más de uno se ha hecho feministo para ver si podía acostarse con una feminazi. Del ridículo no se vuelve, dicen. La humillación total por un poco de aprobación femenina. Tipos que van a marchas de izquierda y se dejan travestir para ganar popularidad. Pero las zurdas los desprecian a estos "aliados": saben de sus verdaderas intenciones, que se hallan bien lejos de la ideología y la lucha política.

  El matriarcado funciona gracias a estos varones domados que le rinden tributo. Trabajan para ellas. Le suben el ego en las redes sociales. Aumentan su valor de mercado. Le hacen obsequios y le brindan servicios de todo tipo, aunque sean condenados a perpetuidad a la nefasta friendzone. En términos marxistas, los esclavos de la vulva componen el ejército de reserva que le baja el valor al hombre, proletario eterno del amor. Al ser tantos los millones que buscan lo mismo, compiten entre sí para ser los más eficientes y serviciales dentro de la fábrica o la plantación. La productividad resulta asombrosa. Regalos caros por doquier, pese a las crisis económicas. Invitaciones a cenar y a espectáculos de gran nivel. Vacaciones all inclusive. Hay un refrán argentino muy hermoso al respecto: "La novia es la puta más cara". O, como diría yo, "una paja ahorra muchos problemas". La masturbación es atacada por quienes gozan de las ventajas de este sistema: las mujeres, que usan "pajero" a modo de insulto. Y obvio, los manginas también atacan a los onanistas, verdaderos libertarios de nuestro tiempo.

  Para cerrar, aclaro que no creo todo lo que escribí como una verdad absoluta. No me gusta la ideología que se está haciendo de todo estos temas (por más que le quieran llamar filosofía, cuando en verdad se está volviendo un mantra, o un reservorio de dogmas que definen colectivos e ignoran a los individuos). Existen hombres que son una mierda. Y damitas maravillosas (las famosas "unicornio" o NAWALT: not all women are like that o "no todas las mujeres son así). La Virgen Atea, mi gran amiga y musa literaria, rechazó a hombres jóvenes, bellos y ricos en Europa para poder estar con su marido en la Argentina. Lo que pasa es que muchos cabrones con faltas de ortografía y sensibilidad tampoco hacen mérito alguno como para conocer chicas buenas. Convengamos que sobran tipos que no cuidan su imagen ni cultivan su intelecto, pero luego buscan señoritas guapas sin tener nada para ofrecer más que un pene duro, algo que abunda en este siglo.  

  Le diría a los hombres que pasen de todos estos trances. Fornicar no es tan importante. Elijan vivir sus vidas a pleno: vayan a la universidad, viajen, aprendan idiomas, hagan deportes. El mundo es suyo. Emigren. Busquen oportunidades de vivir mejor. No se aferren a sus pasados. Todo se puede transformar. La superación personal es posible. Yo estuve seis años y medio sin tener sexo, pero viajé a Europa, me recibí en la Universidad de Buenos Aires y ahora voy por mi segunda carrera (Economía). Salgo a correr, hago gimnasia, juego al ajedrez, voy a caminar. Evito relaciones con celosas tóxicas. No me meto con personas que no me gusten solamente para desagotar mis testículos. No mantengo a nadie. Me junto con amigos. Tengo proyectos y sueños. Muchachos, no sean esclavos de la vulva. Y ustedes, mujercitas, dejen de abusar de sus privilegios naturales. Algún día, se van a dar contra el muro de la edad. Verán que todo pasa. Que la belleza quedará en el pasado. Y a su lado no tendrán más que gatos y perros... 
   

   

  

martes, 28 de enero de 2020

Más de la Pibita de Ayer Nomás




  Tenía otro nombre, pero se me dio por rebautizarla a la señorita. Me la encontré dos veces en poco tiempo y me llevó a esa época dorada del comienzo de la universidad. Recuerdo aquellos días como una mezcla de ansiedad estudiantil y angustia proletaria. Entre la UBA, universidad elitista, y trabajos de mierda, realidad eterna de los jóvenes argentinos de clases populares.

  Soñé sus tetas grandes. Las soñé con fuerza. La veía desperezarse en clase y me excitaba: la espalda erguida y los globos de fuego contra el techo. Volaba y me quemaba a la par. Economía no entendía ni quería entender, pero iba a ver a la diosita de pelo negro y ojos claros raros (raros de hermosos).

  Pude conocerla. Salimos. Y bueno, "pasaron cosas" (esta frase hermosa es lo único que le agradezco a Macri). Hoy, ocho años después, me río, mientras se me vienen al humo las sensaciones de aquellas tardes y noches.

  Lamento haber buscado una redención en un amor humano. Virgen Atea hay una sola (Dios me mandó un milagro en forma de mujer para que no deje de creer). Me equivoqué al haber puesto todas mis expectativas en una muchacha. Quería encontrar en su mirada toda la felicidad que una vida de mierda me negaba (trabajo poronga, problemas familiares, pasado duro, futuro incierto, barrio marginal y más). 

  Cometí muchísimos errores. Hice de una jovencita inexperta un dios. Rogué infinitamente por su presencia. Imaginé un vínculo duradero apenas la estaba conociendo. Fui muy débil. Lloré mi suerte en soledad y esperé una caricia que nunca llegó. Sufrí un montón por mi falta de experiencia y humildad. 

  Por influencia de Hollywood y otras drogas culturales, creí que se me iba a dar la del perdedor que es salvado por una damita buena y sonriente. Intuía que se me abrirían muchas puertas. No por ella en sí ni a través de su persona. Simplemente, la entendí como una primavera que venía a renovarme. Las semanas pasaron y el trabajo de mierda siguió en mi vida (no podía acceder a nada mejor). Cada vez sufría más el maltrato laboral propio de un empleado de limpieza y cada vez la necesitaba más. Círculo vicioso que me destruyó por completo. Todo culpa mía.

  Creo haber aprendido una lección: uno debe primero estar bien consigo mismo antes de querer estar con alguien. Una novia, amigovia o relación incipiente no debería ser un talismán o una psicóloga con sexo incluido. No niego el valor del apoyo moral, el amor y la contención en momentos de dificultad o en la cotidianeidad misma. Pero no va aferrarse con desesperación a pibitas que apenas salen de la secundaria o la universidad. En verdad, yo tenía 23 ese año, pero la madurez no caracteriza al común de mi generación ("millennial", palabra que odio, aunque hoy me viene bien). 

  Tenía ganas de decir todas estas cosas. Me siento mejor. Consejo a los hombres: si sus vidas son una mierda, intenten mejorar en soledad. No le carguen a otra persona el peso de sus dolores, fracasos y frustraciones. Ahora bien, si les aparece una heroína del amor que los ayude, o una amiga tipo la Virgen Atea, den gracias a Dios y disfruten de esa personita mientras esté en sus vidas. Consejo para mujeres: puede parecer contradictorio si se tiene en cuenta lo que dije antes, pero les recomiendo que, sin llegar al martirio, intenten apoyar al hombrecito que tienen al lado. Si es un pibe de buena madera, se convertirá en su orgullo y felicidad. Mejor apostar por chicos humildes que perder el tiempo con malotes con dinero...

El juego de la entrada




  Pienso en un hombrecito que se olvidó de amar. Lo veo inmerso en la paja mental de su autoconocimiento. Él ve apagarse todo alrededor, mientras permanece encendido. El nombre de la amada ya no lo sobresalta ni le maneja el reloj. A mí, otrora tan amigo, me clava el visto sin más. Sin embargo, esta cosita la leyó...

Sueños locos XCCCII (Secuestro)




  Me arrepiento de haber acompañado a Kevin y a Brian esa noche. Amigos del barrio. También estaba Brandon, alumno mío, sobrino de uno de ellos. La vida me puso en el lugar de ser el único de la banda que fue a la universidad. Mucha gente dejó de hablarme. "¿Vos te creés más por ser profesor?"; bueno, así, pero sin las eses. Como alumno, sufrí bullying. Como docente, también. Tal vez por recordar algo de una adolescencia que no tuve, me metí en una aventura con malas juntas...

  En ese tiempo, daba clases en una secundaria nocturna de Villa Infierno. Lengua y Literatura. Recuerdo que Brandon me esperó a la salida para rogarme que lo apruebe. Le dije que sí, pero le advertí que debía esforzarme un poquito más. Minutos después, llegaron Kevin y Brian en un auto. "¡Mirá quién está acá! ¡El profe fatal! ¡No viniste más a ver los pibes! ¡Gato!" Me reí. No recuerdo quién me lanzó la humorada, pero lo tomé a bien. Siempre me moví en el lugar del profesor buena onda, del comprensivo y contenedor al que recurren adolescentes y jóvenes para hablar de la vida. 

  No sé cómo sucedió, pero al rato me encontraba en el auto con estos personajes. Confieso que me sentía extraño al compartir con un alumno mío una situación no escolar. Tres tipos adultos y un adolescente conversando sobre mujeres, drogas y delito. ¡Vaya ejemplo para el muchacho! En verdad, yo callaba ante las ocurrencias de Kevin y Brian. Ellos fueron compañeros míos en primer año de la secundaria, pero desertaron para incorporarse a los ejércitos de la calle. Yo, en cambio, perseveré en el camino del estudio y me mantuve relativamente alejado de la noche y las malas influencias.

  No me acuerdo con claridad de los temas que se iban tocando en ese auto. Sí puedo decir que viajaba atrás junto a Brandon, que no decía mucho y se lo veía incómodo por la situación. La madre pronto reclamaría por él telefónicamente. ¡Pobre mujer! Perdió a su marido en un ajuste de cuentas. Y dos hijos fueron abatidos por la policía tras un intento de robo (salidera bancaria). 

  Entre una palabra y otra, llegamos a la zona de Once. Brian manejaba y Kevin lo secundaba. Este último dijo, con respecto a mí: "No creo que se la vaya a aguantar el profe. No es de nosotros. No sé para qué mierda lo trajimos a él y al wacho". Ahí nomás, el piloto del Bora dijo: "Tranca, ñeri. Alan no va a decir nada y se la va a bancar. Pensá que no tiene antecedentes y, si pasa algo, sale al toque. Y el wachín es pillo. Somos nosotros, amigo. Dale, arranquemos que el ruso se nos va a la mierda". Con "el ruso", se referían a un comerciante judío al que pretendían secuestrar. Al principio de la investigación de la causa, se sospechó de un posible móvil antisemita, pero se descartó de lleno a las pocas horas. Los detenidos obraron por dinero, no por racismo o ideología alguna. 

  El auto paró en la intersección de las calles Paso y Sarmiento. Kevin y Brian bajaron y se fueron por esta última, mano al Centro. Habían estacionado en doble fila, dejaron el motor prendido. Al ver que tardaban un poco, me pasé al asiento de adelante y acomodé el coche cerca del cordón, como corresponde (vi que se fue uno y me mandé). Unos policías pasaron caminando rápido. Tuve miedo y, para no llamar la atención, realicé la maniobra que comenté anteriormente. Sin embargo, no me hallaba tranquilo. Le dije a Brandon que se fuera a su casa, que no me gustaba la situación. Yo pensé que querían negociar algo prohibido con el comerciante. Nunca imaginé un intento de secuestro. Le di mi tarjeta Sube al pibito y le indiqué dónde quedaba la parada del 115. Me obedeció sin dudar. Se ve que sabía a qué se dedicaban su tío y el amigo. 

  Caminé unos metros y vi que Kevin y Brian huían de la policía por la calle Sarmiento, en mi dirección. Corrían más rápido que Mbappé, el delantero de Francia. Yo me hice el tonto y caminé por Paso hasta Lavalle. Luego, encaré hacia el Centro. Me sentí mal al haber dejado en banda a los pibes, pero no tuve tiempo de pensar en ese momento. Meses después, al visitarlos en la cárcel, ellos me pedirían disculpas por haberme involucrado junto a un alumno en un intento de secuestro (un policía los vio a ambos en actitud sospechosa, dio la voz de alto y luego vino la corrida, junto a otros dos efectivos a pie que patrullaban la zona. En avenida Pueyrredón, ambos delincuentes fueron interceptados por un patrullero, cuyos cuatro agentes los esperaron armas en mano).

 Esa noche, caminé por Lavalle hasta El Bajo. Luego me fui hasta Retiro. Quise ir al parador de indigentes, pero era tarde. En la puerta del supermercado Coto, un hombre de vigilancia me reconoció: fue compañero mío en una empresa de limpieza, cuando yo cursaba mis primeras semanas en la universidad. "Alan, ¿estás bien? Se te ve agitado". Le dije que había quedado en la calle porque mi mujer me echó. Me propuso buscar un colchón en el fondo del depósito y dormir bajo techo. Acepté. "Te pido, sí, que me ayudes a escanear el colchón. Hay empleados que se llevan mercadería oculta". Lo pasamos por el sensor de la entrada y sonó la alarma. Había varias cosas adentro. No sabía de este ingenioso procedimiento. Luego de haber colaborado con mi excompa, me tiré ahí y dormí como nunca. Al día siguiente, decidí no regresar a mi trabajo. Tampoco volví a mi barrio. Estuve una semana así. Hasta que hablé con un abogado amigo, que me dijo que yo era una víctima, que no formaba parte de asociación ilícita alguna y que podía retomar mi vida normalmente. Me costó. Siete días pernocté en la calle y comí en las iglesias del Centro. Quedé mal desde lo psicológico. Para justificar las inasistencias, me pedí una licencia psiquiátrica. Gracias a Dios, y a los buenos oficios de un delegado sindical, no perdí mi puesto. Sí tuve la triste sorpresa de volver al aula y no encontrarme con Brandon: la policía lo había matado tras un intento de robo a un turista inglés en Palermo. 

lunes, 27 de enero de 2020

La pibita de Ayer Nomás


  Maestra del no, fotos de ayer y hoy, ojos de vos. Pregunto, te pregunto: "¿Qué?" Queda el silencio, queda bien. Queda bien el silencio porque tapa con múltiples interpretaciones un momento dado y quitado.

  Quiero saber, pero no puedo. Mirás siempre y en todo lugar. Condenado a tu mirada helada y a tu boca cerrada. Muñequita del Oriente, estrellita de nieve, nombre de lejanía y extrañamiento, experimento formalista ruso, recuerdos vagos de una materia que aprobé con diez. 

  Tus tetas y mis lágrimas.

Gotitas de viento



  Viento veo. 

viernes, 24 de enero de 2020

Gotas de viento




  El camino abierto, la hierba blanda y el sol despierto. Crujidos al pisar y allá, un tren que se va. Esto como parte de lo que se ve. Porque el universo está repleto de mundos invisibles.

  Un alma amanece sin saber de vos. Vos dormís sin enterarte del otro. El otro madruga pensando en ella. Ella tiene un él. Él no me ve a mí. Mí no tiene sentido. 

jueves, 23 de enero de 2020

República de Chetoslovaquia




¡Me vuelvo loca con Chetoslovaquia! Sueño con expropiar Tinchos, ir al frente, poner el pecho e insultar a mis enemigos. Como diría San Don +latón, "me preparé toda la vida para este momento". Malones por todos lados, barricadas, tiros y viejas gorilas llorando la suerte de sus maridos, oligarcas caballeros prototipos del negrero. Van a tener que devolver toda la guita que se fugaron. Y si se hacen los cocoritos, gulag. Pero lo mejor sería mandarlos a su lugar: Europa. Les conviene rendirse rápidamente. De lo contrario, se hará realidad la profecía de Santa Evita: "Sobre las cenizas de los traidores, construiremos la patria de los humildes". Los días de gloria de la burguesía acabarán para siempre. Todo el poder para el Pueblo. Se viene el Reino Indiano...

Más de instagrameras







 Es muy loco cómo a una instagramera le bajan violentamente la cantidad de "likes" si aparece en una imagen con su pareja, un amigo, un familiar mayor o una bendición. En cambio, si sale sola o con amigas, la foto explota de popularidad. Del mismo modo, cuanto menos ropa, más reacciones. Todos los machos están bien calientes...

El Evangelio según San Alan





Algunos dicen que Jesús era gay. No creo. Para mí, fue un gran hombre. Terriblemente fachero. Pudo pistolearse a las judías, romanas, griegas, persas y egipcias más bonitas, pero eligió enseñar la Palabra de Dios. No se metió de chongote machote malote tipo Herodes, Poncio Pilatos y demás Tinchos rugbiers de la Antigüedad. Cristo, primer Lumpenazo del Señor, le dijo a los apóstoles: "Las conchas van y vienen, mis queridos hermanos, pero los pibes, sí, los pibes siempre vamos a estar".

Desechabilidad masculina








Ningún hombre es imprescindible para una mujer posmoderna. Lo mismo que pasó históricamente con el empleo y los ejércitos de reserva de trabajadores, que le bajan el valor al salario, ocurre en materia de relaciones sexo-afectivas. Ellas, igual que el personal de recursos inhumanos de una compañía, tienen de sobra para elegir. Creo incluso que el mercado del sexo y los afectos está mucho más precarizado que el laboral: encima que lo dejan a uno por otro, debe perder sus bienes y ver a sus hijos unas pocas veces al mes. Y si no acepta este trato usurario, cárcel, escraches, amenazas, palizas y muerte. A menos que conozcas a alguien muy especial, que casi no hay, no vale la pena el camino del emparejamiento...

martes, 21 de enero de 2020

La historia absorberá y absolverá




Llamar "fascista" a Macri resulta algo exagerado, cuando no es un líder de masas, como Ella, figura autoritaria, mesiánica y fuerte, con voluntad para fundar un Reino de los Mil Años, con la pasión del Ministerio de la Venganza. Pienso en Javier Grosman, creador de Tecnópolis, y no puedo evitar compararlo con un propagandista tristemente célebre. No creo que los kirchneristas quieran perpetrar un genocidio. Pero sí tienen visiones un tanto "juguetonas" de la política. Acá se podría incluir al enano Kicillof y su complejo de Napoleón. Veremos qué sucede. Yo creo que Fernández puede tratar a CFK del mismo modo que los K trataron a Duhalde. La traición es una institución dentro del peronismo, el partido de la lealtad. La Argentina tiene democracia asegurada porque siempre aparece alguno que mata la re-reelección de un Sultán Turco o de una Arquitecta Egipcia. Ojalá la historia, lejos de elogiar los vicios totalitarios de tan inteligentes y ambiciosos estadistas, los vaya absorbiendo, que no absolviendo. Confío en la depuración que los años llevarán a cabo. Nos debemos un proceso de madurez, concordia y convergencia social, sin grietas fomentadas por gorilas inútiles, verdaderos culpables de la eterna vigencia del justicialismo...

Huracán de algarabía




El otro día íbamos caminando a la cancha de Huracán con Rosen, por avenida Colonia. Todo muy lindo, hasta que nos paró la yuta ("y la policía la pudrió"). Nos pidieron que salgamos de testigos en un procedimiento contra unos trapitos. Mi amigo, muy parecido física e intelectualmente a Marx, la segunda venida de Cristo según él, rehusó participar del accionar de la fuerza pública. Lo amenazaron con una causa por "resistencia a la autoridad". Ahí nomás, el oficial machote musculosote llamó para averiguación de antecedentes: negativo. Mientras tanto, yo soborné a los otros justicieron que allí estaban con sonrisas y palabras amables. No se trata de una cuestión de clases sino sexual: los chacalazos de la ley y el orden sienten potentes erecciones al someter a otros varones. Yo me presté a esa sodomización simbólica con tal de salir rápido del atolladero. Efectivamente, nos largaron a ambos; mi compañero de aventuras con cara de ojete. Yo le di la mano a los cobanis y seguimos. Ahora bien: acá falló la teoría de los juegos de John Nash. Según el ejemplo que él da, ambos presos deben dar el mismo testimonio para salir en libertad o recibir una pena muy baja. En este caso, ambos obramos de modo distinto y, sin embargo, primó mi cortesía y pragmatismo por sobre la beligerancia del Oso Rojo, verdadera leyenda del comunismo internacional. Muy interesante la historieta, pero al pedo: ya muy cerca del Palacio Ducó, no nos dejaron ingresar por no ser socios del Globito de Parque Patricios. Terminamos en un bar viendo la derrota dos cero con Arsenal y discutiendo el proceder de cada cual. Esta historia continuará...

La eterna Cristina




Cristina es alguien impresionante. La amo y la odio a la vez. Soñé con ella y hasta la fui a ver a la facultad, cuando fue de visita. Aborrezco a La Cámpora y el discurso progre. Sin embargo, admiro a la oradora carismática, a la mujer que supo resucitar. Parecía muerta en 2017, pero la Yegua ha vuelto. "Hierba mala nunca muere". Cometió gravísimos errores, no obstante, demostró poseer un gran talento político. Dios la ilumine y no permita que otra vez la soberbia le juegue una mala pasada...

Desagravio a Eduardo Elszstain




Un machote malote fachote dice que mi amo es Eduardo Elsztain. ¡Ojalá lo fuera! Si el tipo tuviera todo el poder que dicen que tiene, este país sería de Primerísimo Mundo, no un rejunte de mendigos alimentados por la Iglesia y la limosna política. El hombre convirtió un nido de ratas como el Mercado del Abasto en un centro comercial hermoso. A su vez, creó el Dot y maneja otros emprendimientos geniales. Le da trabajo a miles de personas. Invierte, cree, apuesta por el país. Pasa que a los antisemitas les revienta que le vaya bien a un judío. Entonces, inventan teoría conspirativas. Fracasados y envidiosos. Ojalá el nuevo gobierno retome el espíritu del verdadero peronismo y fomente la actividad de señores empresarios como el calumniado sujeto de marras, verdadero bienhechor de la comunidad y agente de progreso social. En lo personal, disfruto mucho ir a un shopping y ver cómo el mercado evoluciona cada vez más, con bienes y servicios mejores y más baratos. Definitivamente, creo en el capitalismo como el sistema que más gente sacó de la pobreza en la historia de la humanidad. Por medio de la presente, desagravio a un ciudadano argentino difamado por un macho loco malo pegador.

Futuro de la especie humana




¿El ser humano está preparado psicológicamente para vivir 200 años o más? Suena raro: "Conocí a tu madre 160 años atrás". En ese contexto, ¿cómo serían las relaciones interpersonales? ¿El mundo laboral y previsional? Considero prudente y muy racional formular preguntas dignas de la ciencia ficción ya que en poco tiempo podrían darse cambios muy fuertes. Sin ir muy lejos, la expectativa de vida se estiró mucho en poco tiempo. Cada vez es más común ver gente de edad avanzada poseedora de gran lucidez y vitalidad. Y no hablo de población rica ni mucho menos. Sinceramente, miro el porvenir con gran entusiasmo...

Aborto, mujeres y machos alfa




Voy a escribir algo que irrite por igual a feministas y providas. Me levanté verdaderamente maquiavélico. A ver: más allá de mi postura contraria al aborto, considero que su hipotética legalización tendría efectos que irían más allá del procedimiento en sí (eliminación de la vida o como lo crea cada cual según su ideología). Estimo que podría alterar en algo el mercado de las relaciones humanas. Las "bendiciones", es decir, los hijos, suelen ser un pesado lastre que carga la mujer (pocas veces se quedan con el varón). Ahí viene el estigmatizante mote de "mamá luchona". Fotos con criaturas en Tinder y Happn restan muchísimo. Ni te cuento tatuajes alusivos a la maternidad (nombres o caritas). Hasta cierto punto etario, la soltera que no fue madre cotiza mejor en el mundillo del levante. Hablo más que nada de relaciones con cierta continuidad, porque casi no hay obstáculos para que una dama tenga todo el "touch and go" que quiera (a no ser que físicamente haya decaído bastante). Bueno, decía entonces que, en un futuro no muy lejano, podría aumentar la cantidad de chicas sin bendis, lo cual modificaría la dinámica social debido a la gran escasez de machos alfa (el famoso "no hay hombres" que dicen las minas). Habría cada vez más competencia por el "buen partido", por el poco Tincho que no se haya ido a Australia a vender cerveza artesanal. Pero todos los desequilibrios tienden a compensarse: muchas no aceptarán la soledad largo tiempo y reajustarán sus pretensiones. Ahí los betas podrán mojar el bizcocho. Incluso al omega le darán la panocha. El reloj biológico apremiante marcará los tiempos, como siempre. Anyway, entiendo que lo venidero podría beneficiar a los varones y, parcialmente, perjudicarlas a ellas: la "sororidad" se vería cortada si más hembras se disputasen a los pocos machitos disponibles. El embarazo suele dejar fuera de servicio a millones. El verdadero techo de cristal es de quién queda encinta cada cual y cuándo. La fémina libre, sin compromisos, tiene, en potencia, todas las posibilidades: conocer al pibe top, viajar por el mundo con él; salir con jugadores de fútbol, empresarios y políticos. Una vez que aparecen los pañales, todo se vuelve mierda. Si me preguntan qué pito tocaré yo en el mundo futuro, contesto que el mío: ya estoy retirado. Hace rato. Simplemente, me dedico a observar cuestiones demográficas y sociológicas. No veo con agrado disfrutar los beneficios de un exceso de cuerpos mujeriles. Soy demasiado intelectual como para caer en la ilusión monetaria...

La prostitución en la Argentina




Se viene un sinceramiento de los precios relativos. Muchas se creen mucho. Esta vez, el ejército de reserva será el de las mujeres. Hace años que los varones se convirtieron en prescindibles. Ahora, con esta miseria, se invertirán un poco las cosas. Único logro del inútil de Mauricio Macri. No puede ser que para salir con una mina que esté seis o siete puntos tengas que tener auto y vivir en Palermo o Caballito. Me alegra la revolución que se viene de la mano de la oportuncrisis. Puro capitalismo popular de base, como diría el sabio judío Don +latón. El orden espontáneo de la economía funciona así. Existe una gran demanda de servicios sexuales que antecede a la abundante oferta que vendrá. En unos años, todos nos vamos a beneficiar: ellas, con un empleo muy lucrativo y que les permitirá ser sus propias jefas - con las redes sociales de por medio, no hace falta intermediario alguno: los precios se arreglan en el libre mercado - y nosotros, que bien sabemos que "la novia es la puta más cara", nos libraremos del yugo del matrimonio y de chantajes emocionales a cambio de un petecito (novias tóxicas). Una era de felicidad se acerca. La salud física y psicológica de la población mejorará. Placer para todos. Dinero, orgasmos y bienestar. ¡Viva Perón! ¡Me vuelvo loca!

Hijos enfermos del matriarcado




La mujer es la conciencia que determina al ser (al revés de lo que dijo alguien sobre que es el ser el que determina a la conciencia). Creo que lo económico, la estructura, es el resultado de lo ideológico, lo cultural, lo religioso. Ellas diagramaron, consciente o inconscientemente, este sistema, que tiene en El lobo de Wall Street a su máxima estrella. Ellos quieren ganar más para acostarse con las chicas más bellas. Los narcos, los jugadores de fútbol, los raperos, los boxeadores, los empresarios y otros machazos fatales, además de ostentar autos de lujo y ropas caras, salen con modelos y estrellitas de la farándula. El futuro de la humanidad está entre las piernas de una dama: ella decide si va a tener un Niño Dios o un aborto. Ella decide si le dará su amor a un hombre bueno o a un malote de saco y corbata. Ella decide si pasará la noche con un joven sensible o con un rugbier. En síntesis, los tipos humanos son creados y fijados - seleccionados - por la mujer. La demanda, fundamentada en motivos culturales, biológicos, psicológicos y otros, pide por alfas. El mercado ofrece lo que puede. Los que no son ni pueden ni quieren convertirse en toros reproductores resultan inmolados en el altar de la indiferencia. Anyway, veremos grandes acontecimientos en poco tiempo...

lunes, 20 de enero de 2020

Mujeres después del muro (por Cacho Silvera)



  El siguiente texto NO es de mi autoría. Pertenece a un amigo, Cacho Silvera, viejo lobo de mar. Vive en Brasil y es padre de tres hijos.



  Qué deprimente es ver las historias de cuatro mujeres solteras de 30 que se van de vacaciones juntas. No hay creatividad, no hay fuerza, no hay espontaneidad: todo lo hacen porque quedaron fuera del mercado sexual reproductivo, han chocado contra el muro de las expectativas racionales de los varones y de sus femeninas expectativas irracionales. Cantando música tropical en el auto, comiendo rabas cerca del mar o el río, turnándose para sacarse fotos en las que fingen profunda meditación frente a una montaña. Yendo al boliche con cara de “no queremos más sexo casual, queremos casamiento e hijos”, dan una imagen desteñida de sucedáneo de la estúpida felicidad marital y reproductiva, cargan en sus ojos con el peso de que muchas de sus amigas ya consiguieron banco de esperma y ya tienen a quien cebarle mates los domingos y regañar todas las noches de los días de semana; ya encontraron, después comerse las mejores pijas que su juventud les proporcionó, a quien enloquecer, despersonalizar, aburrir y llevar a la locura. 

Distinto es el caso de los hombres - en caso de que sean medianamente ilustrados y aventureros - ya que en sus caras y acciones no está impresa la urgencia del reloj biológico. En sus huevos hay semen, pero ellos lo expulsarán todos los días a través del bendito mecanismo de la paja a repetición. Una mujer promedio de 30 o más ya duda hasta de pajearse. No quiere más dejarse llevar por la circunstancias, estudiar literatura clásica, leer algún libro de antropología o mandar a la mierda a todo el mundo y buscar un camino propio y auténtico. Simplemente, erra regando el espacio con su triste lamento: tengo 30, no me casé, no soy madre y todo lo que hago es una protesta a eso.

Machotes, malotes y rugbiers




  Desde el vamos, uno condena todo hecho de violencia, sea que lo protagonice un indigente de la periferia o un rugbier de clase mierda alta. Pero quiero ir más allá del nivel socio-económico o las situaciones puntuales denunciadas en los medios. Desde hace años, casi desde mi infancia, noto que la "masculinidad tóxica", la agresividad de los hombres, lejos de ser producto de estos últimos, emana directamente de mandatos femeninos. Sí, la culpa de la cultura machopistolesca la tiene la mujer. Sé que ahora mismo me deben estar odiando por estas palabras. Seguramente me odiarán más al terminar el presente texto. Pero al menos lean hasta el final y llenen su aversión a mi persona con buenos argumentos...

  Usualmente, los chicos populares en los cursos de primaria y secundaria son los malotes, verdaderas máquinas de hacer bullying. Del mismo modo, el patrón de la vereda suele acaparar la mirada de las más bellas del barrio. Varían las formas de referirse al macho alfa zonal, pero el fenómeno se repite en distintas partes del mundo: desde los suburbios neoyorquinos hasta las villas de Buenos Aires y alrededores, pasando por las barriadas copadas por las maras centroamericanas. En el inconsciente colectivo, se asocia la masculinidad con la violencia. Sea por arquetipos heredados o por carencias educativas, el mundillo de la criminalidad reproduce un patrón muy arcaico. Y siempre con mujeres voluptuosas bailando alrededor de billetes y armas. Ellas se prestan al juego. Nunca dicen que no. No les importa visitar a sus admirados delincuentes en prisiones putrefactas. Hasta se tatúan sus nombres. Se excitan al saberse hembras de especímenes duros deseados por otras. 

  El culto por la violencia, el amor por el varón malo y agresivo, traspasa clases sociales y grupos étnicos. Los chicos que juegan rugby en la Argentina son, en su gran mayoría, "nenes de mamá": concurren a colegios privados, saben inglés, viajaron a Europa, tienen futuro de universidad. Sin embargo, estos Tinchos suelen dar la nota por sus frecuentes episodios de grescas en bares, discotecas y fiestas. Como si fuera poco, en estos días, una piba denunció que un grupito de rugbiers la está chantajeando con sus fotos íntimas. Más allá de la condenable actitud de estos seres misóginos y antisociales, no deja de llamarme la atención su éxito con la platea femenina. Las Milipilis, chicas de buena posición económica, mueren por ellos. Hombrecitos fornidos, altos, blancos, muchas veces de ojos claros. Varios descendientes de ingleses, escoceses, irlandeses, alemanes, franceses. "Arios". La bestia rubia recorre la Pampa Gringa en camionetas 4x4. Pega, mata, se emborracha, copula, viaja, se saca fotos. Las señoritas, y también las señoras, le regalan "likes" de a miles a estos hacedores de maldad. Las redes sociales los legitiman. 

  Si los violentos fueran condenados por la sociedad femenina a la soledad masturbatoria, de seguro cambiarían su conducta antisocial. Pero no: ellos resultan aprobados por la mirada lasciva de miles de admiradoras, que se entregan con placer a los ganadores de las batallas campales que se desarrollan en las ciudades argentinas todos los fines de semana. He escuchado a varias jactarse de los triunfos de sus novios en riñas callejeras. 

  En el otro espectro, el más bajo de la sociedad, vemos a malandras que suben fotos con armas en redes, tipejos que se enorgullecen de sus fechorías, jóvenes con frondosos prontuarios delictivos que son idolatrados en los barrios humildes. No les importa la cárcel porque saben que decenas de mujercitas sensuales irán a visitarlos. El chico bueno, honesto y trabajador, el verdadero creyente, no suscita miradas de deseo. Al contrario: el hombre normal suele ser reputado como débil, afeminado, aburrido, poco interesante. 

  Voy a dar otro ejemplo: miren las peleas de boxeo o UFC en los Estados Unidos. Observen al público: muchas mujeres que gritan de forma orgásmica al ver cómo un hombre desfigura al otro. Nunca una mueca de piedad. Igual que las romanas, que gozaban al contemplar la muerte de los gladiadores, en vez de empatizar con ellos. Fíjense ustedes la gran popularidad que tienen entre las muchachas aquellos varones que practican deportes de contacto...

  Vamos con otro ejemplito: policías y militares. Los uniformados, malotes al servicio del Estado, sádicos sublimados, también gozan de buen feedback con ellas. De hecho, muchos jóvenes ingresan a las fuerzas armadas y de seguridad para encontrar una compañera (o varias). Además de la estabilidad de un sueldo estatal, las féminas ven en estos duros sujetos potenciales amantes. Arden de lujuria ante tipos supuestamente bien entrenados, preparados físicamente, irrompibles. 

  Los machos luchan hasta la muerte por acceder al harén. Solamente los ganadores podrán copular. Los seres humanos no difieren demasiado de otras especies del reino animal. La cultura, el pensamiento racional y la conciencia de sí quedan a un lado ante el avance irrefrenable de los instintos más básicos. Vemos por doquier terribles cultos fálicos, perreos de reguetoneras en celo y otros rituales de apareamiento increíbles. Pavos reales ataviados con relojes caros, ropas importadas y "esos raros peinados nuevos", más tatuajes y otros ornamentos. 

  Entiendo que en otro tiempo se valorase al hombre fuerte. La mujer necesitaba protección. El ambiente no había sido conquistado por nuestra especie. Las fieras acechaban. La tecnología era casi nula. Ahora bien, ¿dónde queda el empoderamiento femenino y la evolución si se siguen con patrones de antaño? ¿Volver a las cavernas para copular e imprimir marcas en las paredes? Paradójicamente, la era de la internet nos retrotrajo a los días primeros de la humanidad: Instagram, Tinder y Happn dejan de lado la Palabra y vuelven otra vez a la imagen, al músculo, a la fiereza. Espartanos del crossfit. Desde ya, uno practica mucha gimnasia, corre, nada y sale a caminar varios kilómetros. El tema pasa por no hacer del cuerpo un fin en sí mismo, como si no hubiera otras cosas. ¿Dónde queda entonces el cultivo del alma, la virtud, las letras y la filosofía? Un culo no se hace más bonito porque vaya acompañado de una frase atribuida a Platón...

  Creo que deberíamos rever muchas cosas como sociedad. Las madres argentinas crían monstruos. "No seas maricón", le dicen a un niño que se queja de bullying. Lo mandan a clases de boxeo. Todo se resuelve a las piñas. Ellas, desde pequeñas, se sienten atraídas por los malotes del curso o del barrio. Nunca le dan una oportunidad de salir al chico tímido. El que lee, el estudioso, es tachado de nerd, freak y otros. Se estigmatiza al que escucha otro tipo de música o al que se peina o se viste diferente. Se exalta el modelo del macho oficial de pelo corto: el policía, el militar, el político, el cirujano. Incluso, los mismos delincuentes no difieren demasiado en aspecto de un gendarme: hombrecitos duros de pocas palabras y muchas armas. El muchacho que se muestra con libros no llama la atención. En cambio, el que se exhibe con el auto - la máquina, la fuerza y dureza de la técnica - consigue aparearse con gran facilidad.

  Ellas van a ver a los strippers, no a seres sensibles leer poesía o hablar de economía, historia y otras disciplinas. El joven argentino, deseoso de aprobación femenina, presto se anota en un gym y se olvida de la literatura y de lo  verdadero, lo bello y lo bueno. La guerra de los gimnasios, genial novela de César Aira, habla un poco de esto. Digan ustedes qué tipos de hombres son más populares en redes sociales como Instagram o Tinder...

  El hombre se deja moldear por los requerimientos de la mujer. Son ellas las que deciden, las que tienen la última palabra, las que forman la cultura e imponen pautas de consumo y cultura (también, y sobre todas las cosas, eligen quién coge y quién no: su vagina crea todos los valores). Contrariamente a la chusma que habla de patriarcado, yo digo que existe un matriarcado. La mayoría del personal docente, en todos sus niveles, es de sexo femenino. Del mismo modo, los chicos suelen quedarse con sus madres, luego del divorcio de sus padres. A su vez, en los medios de comunicación, ellas llevan la voz cantante. 

  En un plano más personal, puedo hablar de cómo me quieren moldear para que sea un chongo más: me dicen que me corte el pelo, que vista de manera más sobria (amo los colores estridentes); me piden que cambien el discurso, que sea condescendiente con las mujeres. Salvo hermosas excepciones, como la Virgen Atea, a la mayoría de las minas les gustan los machotes malotes: boxeadores, tatuadores, policías, delincuentes, gendarmes, strippers, políticos, narcos, crosfiteros, rugbiers y otros tipos pendencieros y fajadores. 

  Si ellas cambian, ellos lo harán... 

   

viernes, 17 de enero de 2020

Tinder como Linkedin




  Tinder se convirtió tan gradualmente en una prolongación de Linkedin que no nos dimos cuenta...

Los pajasexuales



He notado que, en materia sexual, - y siempre dentro de lo legal, obvio - se puede ser todo: gay, hetero, bi, trans, poliamoroso, etc. Ahora bien, la tolerancia social desaparece para los que nos reivindicamos como pajeros. Al tener nuestro destino en nuestras manos, literalmente, nos volvemos odiosos para el otro, para el mundo de cuerpos que nos desean sometidos a sus caprichos y vaivenes. Dicho de otro modo, un jeropa es un ser autosuficiente, que no va por la vida en perpetua mendicidad de otres, sino que se basta a sí mismo. Al sistema no le conviene esta suerte de autogestión erótica. Uno debería ir a trabajar para hacerle regalos caros a su amante potencial. Salir y potenciar la rueda del todo. Gastar en ropas de Puta del Este y vivir como un sorete clase mierda. Acá no hay distinción de gustos: la obsesión por el glamour y el consumo afecta por igual a putos, putas, putes. Yo trascendí eso. Mi alma se vale de la válvula de escape masturbatoria para tener una morada más liviana...

jueves, 16 de enero de 2020

Mi Alessandra Schiavo (pornostar)



  Les hablé con el corazón y me contestaron con la bragueta. No supieron, no quisieron o no pudieron entender mi poesía. Así que me dediqué a parlar de pornografía, otra forma de arte. Y me acordé de una amiga italiana que vive en USA, pero nació en la Pampa Gringa, allá lejos y hace tiempo, cerca, muy cerca (siempre estuvo cerca). Y aquí le queda este recuerdo. Otra que me rechazó. Una de tantas. Quería que le escriba y así lo hice. Siempre me lo pedía. Yo, como manginazo que fui en otro tiempo, obedecía. Todo a cambio de una vagina que jamás llegué a besar. Cosas de la vida, de la vida del pobre. "Pasaron cosas". Todo pasa, todo pasa. Hay que pasar el invierno, el verano, el otoño, la primavera alfonsinista. Pasa la vida, como avenida por subir. Y bueno, "devenir" no podía faltar. Ser porteño ya es ser progre, posmo. Del mismo modo que, como dijo un gran poeta, "ser hombre ya es ser Cristo". Todo tiene que ver con todo...

Los cerdos de Puta del Este y los valores de la clase mierda



Hace años que le vengo advirtiendo a la sociedad sobre la basura que son los ricos y famosos. Parece que la chusma me da la razón solamente cuando tiran un animalito desde un helicóptero o si matan a un leoncito en África. ¿Tanto esperó la población argentina para darse cuenta de la mierda de la farándula? No me va la onda de comprar ropa cara, ostentar y aparentar. Gente frívola. Pura imagen. Ojalá el Poder Indiano arrase con total violencia a la decadente clase social impuesta como modelo a seguir...

miércoles, 15 de enero de 2020

Lunas feministas



  Señoras y señores, propongo llamar Lunas a las feministas, así como ellas llaman Raúles y Mabeles a las personas conservadoras, a las buenas personas. Eso nada más. Creo que este nombre le cuadra bien a esas criaturas diabólicas, plagas de las grandes ciudades de Occidente. 

Pijazos por una concha



  ¡Cuántos pijazos que nos comemos por comernos una concha!

Chongueras agrandadas



Con estas pindongas de Tinder, Happn e Instagram, cualquier mina se cree una diosa. Está lleno de manginazos que regalan "likes" a lo pelotudo, que le mandan "me encanta" a todo. Las tipas se suben a la moto de baba y no bajan...

Del macho alfa y el macho beta...




¡Y me preguntan por qué tengo el pelo largo! Porque soy un profeta, no un Tincho de oficina macho beta proveedor. Tampoco macho alfa lechero y cogedor. Me salí de esa mierda chongueril. Todos tienen el mismo corte. Ejército de reserva para el matriarcado hembrista. Están los chongos culeadores empedernidos y fornidos y los paganinis de saco y corbata. Vaya mi desprecio a ambos. Un verdadero Amigazo de Jesús, un verdadero Lumpenazo del Señor, no se arrastra por conchas ni manda al muere a su prójimo para culear. Paja y agua o muerte. No queda otra. Ermitaño de Santa Manuela. Duro duro. Un predicador del desierto no va con un dominicano a que le haga uno de esos cortecitos de vigilantes, tan de moda en esta época. No me simpatizan los policías ni los pibes chorros, todos esclavos de la maquinita. Milito con los libertarios de la libertad, eh, no con los forros ortivas que se la soban a hombres de negocios de la City. Prefiero jugar al ajedrez y salir a correr. No me seduce formar parte del montón de nada que espera en vano una oportunidad para coger. ¡Ridículos! ¡Envidiosos! Les revienta la libertad que tengo para decir lo que se me encanta. Ellos, burguesitos tan medidos en sus gestos y palabras. No cambio esta locura por vagina alguna. No me importa nada, vieja. ¡Me vuelvo loca! ¡Viva Stalin! 

Rugbiers machotes malotes



¿Rugbiers machotes malotes que viralizan fotos íntimas de mujeres? No entiendo por qué salen con  Tinchos descerebrados. Siempre se buscan esos ejemplares. Nunca pibes buenos, humildes, tranquilos. No hay manera de tener éxito con un alfa. Son muy boludas las minas...