Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

viernes, 29 de junio de 2018

Viraje duro



  Voy a ir a lo concreto, para que mis divagues perpetuos no me espanten lectores. Quiero dejar algo por escrito. Una idea fuerza. Ahí va: lo que me aterra de la muerte es la idea de que habrá historia después de mí y que yo no podré presenciarla. Como católico, creo en la vida eterna. Pero imagino que, en otro estado, los apasionantes asuntos humanos se tornan banales como el vuelo de un mosquito. Supongo que, para los ojos del espíritu libre de ataduras corporales, los conflictos mundanos no revisten interés alguno. Como sea, desearía vivir por siempre para ver el curso de la política nacional e internacional; los avances científicos y tecnológicos; las disputas geopolíticas; la moda femenina; el fútbol y mucho más. 

Viraje diferencial



  Ahora sí intentaré mostrar con claridad algo que valga la pena aprender. Les enseño lo mismo de siempre, pero esta vez no habrá jueguitos de palabras ni mensajes subliminales.

  Bien, digo que estamos atravesados por sexo, mentiras, corrupción, vicios, mezquindades y otras miserias humanas cuyos derroteros merecen la ignominia o la ignorancia. 

  En criollo, vivimos en una gran mentira. Porque ese hombre te quiere porque tenés el culo parado y los ojos claros. Si fueras gorda y negra, el racista no confeso no te dirigiría cumplido alguno. Ni que hablar de los bobos que se sienten amados porque ignoran que su mérito anda en su billetera afectuosa.

  Creo que hasta el aspecto físico de una persona constituye un engaño. No somos cuerpos, solamente almas entreveradas en la confusión de vivir un mundo que creemos entender. 

  Apariencia, dinero, prestigio, títulos y honores forman parte del entramado que arruina a las personas, que las aparta de su yo real. 

Virajes impuros



  Me hice de un papel extra resistente para que la suerte no me corte ni me rompa. No vayan a creer, mis lectores fallutos, que hablo de drogas. Al revés de lo que quizás entendieron, me planto de lleno en la vida. Por tal razón, me despojo de jergas malditas y me alejo de mi generación bendita para poder escuchar mejor mi voz en el fondo de la cueva. Busco al hombre natural, medio bestia y medio inmortal, para que me diga que está bien y qué está mal en esta nueva humanidad. Tal vez regrese alguna vez con el corazón al pueblo que me vio nacer. Aunque mañana mi sonrisa americana lo desmienta, siempre guardaré en mi pecho una profunda desconfianza por el mundo.

Virajes relativos



  El desafío de escribir sin decir nada. Hacer un vacío por hacer, para perder los nervios en un juego que se hace vicio. No se trata de reformular el tedio, en absoluto. Felicidad muda quisiera transmitir. Anular la posibilidad de hechos forma parte del circuito acostumbrado. En última instancia, purifico en algo el lenguaje al desligarlo de la corrupción de las cosas. Así obra Dios.

Virajes diferentes



  San Allá, tan lejos que calma en algo por fuerza de resignación. Santo de las causas futuras y los lugares apartados, Dios me lo puso delante para que medite el destino de espera que convierte blanda carne en piedra de altares. No te olvides de dedicarle una oración. Te escuchará.

jueves, 28 de junio de 2018

Agujeros en la nada



  Vino un hombre a verme y me habló de pasajes multidimensionales. Algo así: yo paso una puerta en Buenos Aires y al rato salgo en París, donde me espera la Virgen Atea para tomar un te. A ver, cambio el ejemplo y te incluyo: en el Obelisco, una puertita que lleva a un lugarcito cerca de tu casa, en el Norte. Segundos nomás el viaje. ¿Cómo? Le dicen ciencia ficción. Como si uno pudiera disolverse para luego reintegrarse en otra parte, una resurrección formato turismo que dejaría como racional a Menem y sus famosos vuelos a través de la estratósfera (de La Rioja a Japón en veinte minutos).

  No me sorprendió mi interlocutor con la eyaculación precoz en los viajes intercontinentales. Segundos y acabar en otro sitio. No sé en dónde, pero la tele me ha mostrado portentos similares. Seguramente los lectores sabrán de qué hablo. Ahora, el marcianito que vino de visita dejó en mi mente un fantasma marca siglo XXI: parece ser que las redes de wifi, los datos móviles y todas las señales que cruzan el ambiente crearían agujeros negros capaces de tragar objetos en las viviendas. "Alan, por eso desaparecen cosas". No creo en teorías conspirativas. Pero me suena más racional que la radiactividad degenera en ejércitos alemanes de olvido y enfermedad. 

  Si pierden algo, busquen. Hasta la virginidad se puede encontrar con buena voluntad.

Sueños locos CXX (Franja de Gaza)



  La noche en que el grupo terrorista Hamas secuestró al niño israelí y lo llevó a la Franja de Gaza, yo invité a cenar a un amigo judío a mi casa. Mi madre y mi hermano pudieron conocer al tipo que se convirtió en una suerte de padre para mí. Un pelado sesentón de ojos celestes que me hizo cambiar radicalmente mi punto de vista sobre el sionismo y muchos otros asuntos de política internacional. 

  A mi vieja le gustó el chabón. No me molestó. Harían buena pareja. Igual, él había venido a verme a mí. Quería que conozca mi casa. Hacía años que no pasaba por Lugano. Le di el gusto de una caminata por un barrio bajo.

  Nos sentamos los cuatro a la mesa. Desde ya, para que no parezca una burla antisemita, cuidé de que no haya cerdo en el menú. La bondiola con papas suele llenarnos la panza y el alma en reuniones familiares. Pero no. Comimos carne de vaca con papas. Igual, David no le da importancia a las tradiciones. Simplemente, yo no quería que se sintiera disgustado. 

  La CNN en el plasma a pedido del invitado. "Hamas secuestró a un niño israelí de siete años. Fuerzas especiales de Israel lo buscan intensamente en la Franja de Gaza".

  No me sorprendió el accionar de Hamas. Sí me llamó la atención un nefasto personaje que vi en la tele esa noche. Un hombre negro que agitaba una ametralladora con el brazo derecho y gritaba y mostraba los dientes como león rugiente. 

- David, ¿ese negro es palestino? Luego dicen que ustedes, los askenazis, no son semitas. -

- Alan, sé de buena fuente que el tipo es hijo de africanos que se radicaron en Francia. Es un negro francés racista nazi, así como lo escuchás. Me chupa un huevo lo que diga o lo que piense. Pero su gente se metió con un nenito inocente. Ya le va a llegar su castigo. - 

  A los tres días, el francés fue abatido mientras se movilizaba en su auto por la Franja de Gaza. Un dron disparó un explosivo que destruyó al vehículo.

martes, 26 de junio de 2018

Hombres en lucha



  Veo el mal y temo por los que no podrán venir a rescatarnos. Los liquidarán con armas químicas antes de que partan a nuestro encuentro. Quedaremos en soledad frente a la totalidad de un imperio maligno. 

lunes, 25 de junio de 2018

Para los monitores



  Aliados de la gloria inscriben en la historia su página mejor...

  Los que se resisten a la dictadura de la moda, los que se niegan a hablar como idiotas y a callar como cobardes, contribuyen a la grandeza de Occidente. Ellos, héroes solo conocidos por Dios, merecen todo mi reconocimiento. En todas partes del mundo existen santos rodeados por progrezombies.

  Los enemigos del Señor pueden irse al infierno, ya que tanto dicen que "está encantador".

Primera parte del diario de viaje de Alan en Europa



    Dejo acá la primera parte de mi diario de viaje en Europa. Básicamente, se trata de la sumatoria de posteos de Facebook. Nada particular. No tuve tiempo de componer de mejor manera. Anyway, se entiende. Hay mucha gente que tiene curiosidad sobre mis peripecias en aquellas bellas tierras que pude conocer. Sin más preámbulos, los dejo el principio...



1)      La policía me revisó la tablet, me la sacaron de la mochi. Me sentí sospechoso de terrorismo. ¡Y eso que me recorté la barba! (Ezeiza, 15 de enero, rumbo a París).

2)      Única persona de la fila cuya tablet fue requisada. Me sentí un musulmán loco (?) ¿Tanta pinta tengo de chiflado?

3)      No me deportaron. Hasta me hice amigo de la gente de Migraciones (16 de enero, llegada a París).

4)      Llegué luego de dos días sin dormir - la noche anterior a volar me ganó la ansiedad y durante el vuelo hubo turbulencias que duraron horas y no me dejaban ir al toilette - y así y todo salí solito de paseo. Cuando volvía a la casita de la Virgen Atea, me perdí. Por una confusión de cuadras, casi acabo en lo que sería el Konurmalo de París. Experiencia fea. Pero me hallo bien gracias a Dios. Acá conseguir wi-fi es tarea titánica. Por dar un ejemplo de dicha dificultad, puedo decir que en un bar caro pegadito a la Torre Eiffel no había esa onda mágica que funciona hasta en el bar más humilde de Baires...

5)      El centro de París me gustó mucho. Vi a tres policías enormes con ametralladoras parar a un joven de color que andaba en moto. No se andan con chiquitas. Los franceses no se creen esa mentira que inventaron de los Derechos del Hombre. Los polis acá tienen autoridad. Aunque a mí me han tratado bien, quizás por blanco (la mayoría de ellos son blanquitos, altos y delgados; no vi yutas gordos). Me sorprendió sí que los canas fuman como condenados a muerte y guasapean con entusiasmo cual agentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires...

6)      El tiempo estuvo cambiante: vi desde lluvia con sol hasta cielo cubierto o despejado en pocos minutos. Hizo frío, pero muy leve, apenas diez grados. Complicó sí una tendencia a la llovizna, justo acá donde las avenidas son muy anchas. Al caminar por Champs-Élysées, me sentí acorralado por el firmamento. Tuve, incluso, algún ligero vértigo, seguramente motivado por la sorpresa, el sueño y demás.

7)      Acá, en París, suena mucho la sirena de los patrulleros. Y no creo que sea porque se enfría una pizza. No pasa nada por las partes céntricas y de clase media. Creo que debe ser que venden algo de humo. Vi policías a lo pavote. También me asombró la cantidad de empleados estatales que hay en la calle (limpieza, mantenimiento, auxiliares, etc.). Caché a una cuadrilla de barrenderos en una charla muy animada. Esos tipos me hicieron acordar a nuestros amigos de CLIBA (17 de enero).

8)      Vi que la mayoría de la gente fuma por las calles de París, mucho pero mucho más que en Buenos Aires. Desde adolescentes hasta viejas, o policías con pinta de Rambo. Los hacía más sanos a los franchutes. Dan asco de tanto que puchean. Te subís a un subte y te sentís como en esas reuniones con compañeros de Filosofía y Letras...

9)      Entré a chusmear a una agencia Peugeot. Un negrazo de dos metros me pidió que me abra la campera. Me sorprendió. Lo mismo que el enterarme de que la marca del león fabrica motos. Por lo demás, el parque automor no es taaaaaaan diferente del de Buenos Aires. Yo me imaginé que los tipos andaban en naves espaciales, pero vi Renault Clío a lo boludo. Ése y otros modelos cuyos nombres no recuerdo, pero sí las formas.

10)  Desde ya, con apenas un día en París, no puedo emitir opiniones autorizadas. Pero vi parecidos con Buenos Aires. Digo, quisimos copiarle hasta las mismas palomas (Sarmiento). Sí salta a primera vista que la arquitectura parisina es más homogénea y vistosa. Baires tiene de francés puro Recoleta y algo de Avenida de Mayo nomás. Ah, el trazado de las calles es una diferencia abismal entre ambas urbes. El diseño porteño me gusta más por su facilidad: cuatro calles, una avenida; cuatro calles, una avenida. Desde ya, se entiende que Francia tiene miles de años de historia y que las comparaciones resultan antojadizas. Pero uno, como argentino, tiene cierta vanidad...

11)  Las francesas francesas, no las de otras etnias sino las hijas de Carlomagno, son como el estereotipo y el cliché dicen: finas y bellas. Visten y huelen muy bien. Muy delgadas. No he visto tetas ni culos explosivos como los de Villa Lugano, mi barrio. Como hombre sudaca, siempre me han gustado las sentaderas prominentes. Sin embargo, las parisinas me enamoraron. Las vi simpáticas. Más humildes que las porteñas, chetas creídas y pelotudas. Acá las minitas no te miran con desprecio. Hasta varias me han observado con alguito de gusto. No se la creen. Y eso que tienen con qué...

12)  De las chicas francesas de origen extranjero, destaco la bondad de las negras: son amorosas. Sonríen mucho y transmiten mucha dulzura. Muy buena onda.

13)  Me tomé un café en un bar chino, muy cerquita de la Torre Eiffel, por apenas un euro con treinta centavos. En Buenos Aires, eso es solamente la propina que yo suelo y puedo dejar (querría ser más generoso, aunque mis consumos e ingresos son limitados). Pero éste no es el tema: quiero destacar que, en París, la comunidad china está integrada. Los franceses se llevaron a los mejores chinos. Son dioses del Oriente: educados, limpios, amables. A nosotros nos dejaron la resaca: los pendencieros de buena parte de los supermercados (?). Nah, hay de todo. Pero, más allá del chiste, el franco-chino es francés. El argenchino tiene poco de argentino, ni siquiera saben castellano.

14)  Pasé por esta ciudad en el micro que me está llevando a München. Son las 12 a.m, según el relojito de la unidad de Flixbus. Esta empresa alemana de transporte es manejada por alemanes arios fatales que solamente te hablan en su idioma. No creo que no conozcan otras lenguas. Me parece que son nacionalistas. Por caso, al conectar mi tablet al wifi de ellos, me aparecieron cartelitos en alemán. Creo que estos chicos de regio aspecto militar desean germanizar Europa... (17 de enero, a la altura de la ciudad de Reims).

15)  Estoy viajando con un francés choborra que se tiró a dormir en el piso del micro. Musulmán no debe ser (ellos no toman alcohol). Pero da árabe por lo oscuro de la piel. Tal vez sea gitano. Yo estaba sentado del lado de la ventanilla hasta que vino con un amigo y me pidió el lugar para estar juntos (en francés, idioma que entiendo pese a hablar muy poquitas palabras). Yo cedí. Pero ellos, ni "merci" ni mierda. Muy maleducados. No los cago a palos porque no quiero cagarme el viaje.

16)  Cuando estaba a punto de tomar el funicular que sube al Sacré-Coeur, un grupo de negrazos nos salió al cruce. La Virgen Atea me dijo que los esquive. Aceleré el paso. Luego ella me explicó el modus operandi de tan negra organización: conversan con los turistas incautos y luego los patotean para sacarles dinero. Su entre es un juego de hilos que llevan en las manos. Uno piensa que venden algo. Pero no. Uno de los muchachos me dijo, en perfecto español, "los africanos no somos violentos". Con semejante talento que tienen para aprender lengua, me extraña que no vayan a trabajar decentemente. Les cabe hacer el mal. Y no hay excusa. En Francia, el Estado de Bienestar te da de todo. Y hay mercados donde te regalan la comida que está cerca de vencer. Ayer comí cerdo donado por un comerciante generoso. Acá sí se puede decir que no progresa el que no quiere. No es Argentina. Por lo menos así lo veo yo.

17)  Tengo para treintaidós más en Europa. Con apenas dos días en París, no puedo sacar conclusiones. Pero sí me atrevo a decir que acá hay maleducados, raperos, borrachos, pendencieros, rufianes, cornudos, mamarrachos, locos y boludos variopintos. El verso del Primer Mundo nunca me lo comí. Sin embargo, me sorprende que los chóferes de raza aria no hayan quitado al alcoholizado que duerme a mis pies en el micro...

18)  Ni en el 141 que viene de Puente La Noria se te duerme un borracho a tus pies. ¡Encima habla francés! Cosas de Europa. Auspiciado por Flixbus, la compañía alemana de buses que lo lleva de viaje a más de veinte países...

19)  Vi gente dormir en la calle, en Francia. Y no era poca. Igual, no sé cómo es la historia de cada cual. Pero me sorprendió la situación. También vi gente con carteles donde dicen que son refugiados sirios y que necesitan ayuda.

20)  El día que llegué al aeropuerto una mujer me quiso hacer firmar unos papeles. Con un texto, y algo de lenguaje de señas, me hizo entender que era sordomuda. Cuando vi en la planilla que había que darle dinero la dejé de lado. La muy boluda me chifló. Se descargó sola. Ya en el centro de París, también me crucé con esta organización de vagos. Pregunté a alguien de acá y me dijeron que se trata de una estafa. Una asociación ilícita, lisa y llanamente. Hay algunos franceses que son igual o más de pedigüeños que los lumpen de Argentina. La policía los deberían cagar bien a palos por andar rompiéndole las pelotas a los turistas.

21)  Llegando a Estrasburgo, ciudad que supo ser alemana en el pasado. Falta poquito para cruzar el mítico Rin. Parece mentira que en estos lugares, durante siglos, terribles chacales de Satán han matado y han muerto. Más cerca en el tiempo, guerra franco-prusiana - 1870-1871 - , y Primera y Segunda Guerra Mundial (todavía 17 de enero, arriba del micro de Flixbus).

22)  Estoy en Alemania ahora. Acabo de cruzar el Rin. Me encuentro ubicado en la ciudad de Kiel (18 de enero, todavía en viaje Flixbus mediante. Destino: München).

23)  Recién ahora veo la nieve. Estoy en Ulm. No puedo sacar fotos porque no salen bien. Está oscuro. Son las 7:25 a.m., pero del amanecer ni noticias. Detrás de mí, un muchacho escucha música en árabe. Creo que se trata de una oración musulmana. Se me cayó una fruta de la mochila y él me quería ayudar a encontrarla. Pero no sabía hablarme en ninguna lengua salvo la suya. Quizás sea un refugiado, no lo sé. Pero me da la sensación de que es un buen tipo, un solidario. Tiene cara de buena persona. Y yo tengo el don de clarividencia...

24)  Impresionante la autopista a München. Estos tipos son de una raza superior. Los coches vuelan. Y mi micro también. Me imagino en unos años yendo en auto a mi trabajo. Me encanta el paisaje y los molinos de energía eólica en el bosque. Todavía no salió el sol y son casi las 8 a. m.

25)  Nieva en Augsburg.

26)  Son muy católicos en el sur de Alemania. De acá salió un Papa. A las seis de la tarde, cerquita de donde paro, suenan las campanas de un templo, que llaman a Misa. Por acá no se ven protestantes ni musulmanes. Todos arios fatales. Linda gente (día 19 de enero, ya en München).

27)  Si la masturbación es "violación telepática", yo me habré violado a más de diez mil mujeres entre las que vi por la calle y las del porno.

28)  En Alemania, el detergente es Alio.

29)  Tienen sus cositas los alemanes. Todavía conservan cierto orgullo y tradiciones muy poderosas. Me decía el dueño de la casa que meten a los niños en agua fría para que crezcan fuertes (casi como una suerte de "bautismo pagano" o ritual espartano). Hablando de los chiquitos arios, tengo una anécdota curiosa. Resulta que el Vikingo Fatal, marido de la Virgen Atea, me hizo esperarlo media hora en la Estación de Micros de München; yo lo puteaba en alemán por el frío que estaba pasando esa mañana de vientos fuertes (hubo una tormenta que dejó varios árboles tirados, salió en los diarios locales). Yo le daba lata a mi lamento boliviano y sudaca hasta que vi a una bebé de tres años jugar y sonreír a mi lado. No sentía nada la rubiecita. "Si la nenita no chilla, yo tampoco". Con espíritu germánico, acepté mi destino y me resigné a esperar. Un rato después, el caballero de aspecto nórdico llegó al encuentro pactado y se excusó con la impuntualidad del tren, cosa que me cuesta creer. Yo creo que mi amigo tuvo pachorra criolla y listo. Anyway. Desde chiquitos, acá se preparan para ser los mejores en todo. El propietario me decía también que los peques esquían prematuramente. Me di cuenta de que esta gente es de una raza superior. Aunque no me simpatiza la frialdad y la liviandad con la cual crían a sus hijos. O sea, está muy bien el deporte y la naturaleza. Pero es un peligro para la humanidad el no domar a la bestia rubia...

30)  Las papas vienen en bolsas cerradas acá en Alemania. Todo me sorprende de esta gente. Es la raza superior.

31)  El salame más rico que probé en la vida. Nunca creí que la comida fuera tan rica acá. Me imaginaba todo sin gusto. Nada que ver (día 19 de enero, sobre el salame alemán).

32)  Sin darme cuenta, pasé por la cervecería donde daba sus primeros discursos Hitler. Voy a sacar fotos y comer algo allí. Y, obvio, beberé una cerveza, pero no en honor del genocida.

33)  Mi almuerzo. Pescado con guarnición y agua mineral por diez euros, en Alemania, el corazón y la cabeza de Europa (día 20 de enero).

34)  Vi manifestaciones antifascistas, feministas e izquierdistas en el Primer Mundo. Aproveché mi aspecto hippie y me infiltré entre estos bastardos bolcheviques. Si no les gusta su país, con gusto les hago cambio de pasaporte. Esa gente no sabe lo que es hambre y sufrimiento. No duran una semana en Villa Lugano, tierra de chacales.

35)  Vi una manifestación de kurdos. El Kurdistán plantea un gran problema geopolítico, ojo. Vi mucho apoyo de peatones alemanes a los jóvenes que colgaron esta bandera. ¿Tiro por elevación a los turcos? (Día 20 de enero, en Münich).

36)  Flixbus imponiendo alemán. Además, los chóferes se niegan a utilizar otras lenguas. Son nazis vestidos de verde. Se hacen los boludos pero tienen micros en toda Europa...

37)  Hoy me mandé una alaneada fatal: le saqué fotos al patrullero BMW. El ario que estaba en el asiento del conductor no entendía nada, los ojos celestes como huevos fritos y palabras duras ante la situación. Bajó la ventanilla y me acerqué: le expliqué que en la Argentina somos pobres, muy, y que nuestra policía no tiene ese modelo. El tipo se sintió orgulloso, me sonrió y me dejó ir. Ni bien me despedí a puro "danke, danke", pulgares arriba, sonrisa y cara de enfermito mental, me rodearon siete niños en el centro de Marienplatz y me preguntaron por qué fotografié al coche policial. Les dije lo mismo que al uniformado y agregué que lo único bueno que tenemos es... Uno de los pibes no me dejó terminar la frase: "Messi!". Me saludaron muy efusivamente los muchachitos. Me emocionó que supieran algo de mi patria.

38)  Vi, en general, un muy buen parque automotor, diez veces mejor que el francés (sobre los autos alemanes).

39)  Acá el Red Bull se toma como agua. Lo venden en todos lados. No es como Buenos Aires que, por culpa de los cabezas que mezclan con alcohol, te miran mal si tomás una latita destas en la yeca (día 21 de enero, en München).

40)  Jardín Inglés de München bajo la nieve. Se trata de un parque casi tan grande como los Bosques de Palermo. Caminé cuatro horas. Terreno complicado producto de la nevada y el barro. Gracias a Dios, no hubo viento. Cero grados de temperatura. La raza superior aria de paseo con sus hijitos. Mujeres hermosas, caballeros muy apuestos. Con deporte, con fe, con esperanza, pero sin sol. Lugar perfecto. Ojalá me toque vivir acá. Un sueño.

41)  Me gusta la nieve. Salvo la nevada de 2007 en Buenos Aires, feriado del 9 de Julio, no conocía esta maravilla del Señor. Me reí mucho hoy al ver a los niños entablar verdaderas batallas campales con tanto polvo de estrellas arrojado desde las narices de los ángeles...

42)  Me dieron ganas de cagar mientras caminaba a la mañana bajo la nieve, con un grado bajo cero. No vi ningún sanitario de esos que entrás por 50 centavos de euro. Tampoco vi comercios. Zona de edificios públicos, domingo. Le pedí a Dios que me dé un baño. No podía más. Me meto en un museo y cago como nunca antes en mi vida. Al salir del water closet y ver de qué iba la muestra, me encontré con una colección hermosa de arte medieval tardío de Alemania: esculturas de maderas de Jesús, la Virgen y los santos. Fue un milagro: yo pedí al Señor un bañito y no solamente lo hallé sino que contemplé también obras maravillosas de talentosos artistas católicos. Esa cagadera me vino del cielo. Yo creo en las señales, aunque parezcan repugnantes y ajenas a lo divino. Todo pasa por algo... (día 21 de enero, sobre un museo de arte en Münich cuyo nombre no recuerdo).

43)  Comida árabe, o turca. En el local, pensaron que soy italiano. Cuando dije "argentino", los empleados de la cocina enloquecieron. El dueño, fanático de Maradona. El fútbol es el deporte más hermoso del mundo. Increíble que personas de culturas tan distintas coincidan un mediodía en München charla futbolera mediante. A la gente le chupa un huevo Borges, Cortázar y toda esa gilada de estúpidos y sensuales universitarios blancos. A nuestro país se lo conoce por Messi y el Diego. Corta la bocha y al pie (día 22 de enero).

44)  Mañana sigo viaje a Budapest, Hungría (día 22 de enero, todavía en Münich).

45)  Alemania es un país peronista porque los únicos privilegiados son los niños. Acá los chiquitos son sagrados. Todo está pensado para ellos (día 23 de enero, horas antes de viajar de Münich a Budapest).

domingo, 24 de junio de 2018

Sueños locos CXIX (Pasillo 79)



  
  Tuve la dicha de volver a mi segunda ciudad en el mundo: Londres (Buenos Aires über alles, desde ya). Me llamaron de la BBC de Londres como productor. Lloré tanto la carta con mis ganas de emigrar que un lector de este humilde servidor me dio una manito para poder arrancar con algo. 

  En mi primer día de trabajo, me mandaron como parte de un equipo a producir un documental sobre las nuevas escuelas de la Masonería en Londres. No voy a mentir: me dijeron que vea y escuche pero, de ser posible, que no abra la boca durante el proceso. La verdad, estaba medio de relleno. Los jefes todavía no me conocían. Tenía mucho que aprender todavía.

  Al final, el documental no se emitió. Pero vale la pena contar cómo fue la experiencia. Para empezar, nos dirigimos a un colegio en las afueras de Londres (no tengo permiso para brindar muchos datos debido a la confidencialidad que rige dentro de la BBC). El edificio me hizo acordar a la Biblioteca de Swiss Cottage, aunque mucho más grande. 

  En la puerta del gran edificio escolar, una rubia de ojos verdes gastados nos esperaba. Me asombró la mirada: parecía poseída. Vestía como una azafata: pollera negra hasta la rodilla, zapatos charolados con tacos, saco azul oscuro y camisa blanca. El pelo lo mantenía en alto con un rodete por encima de la nuca. Desde ya, no me acerqué a darle un beso en la mejilla, ya que los británicos no comparten nuestra usanza. Pero le di la mano y no pude sentirle ningún perfume. Creo que no usaba. Luego del saludo formal, me invitó a pasar la puerta de vidrio. Detrás de mí, una tropa de camarógrafos, asistentes, técnicos y otros productores. Los jefes de equipo se quedaron arriba de la camioneta. De algún modo, quedé yo a cargo de todo. ¡Y eso que me querían callado y solo oídos! 

  Una vez adentro de la escuela, me sorprendió la cantidad de libros que vi. Era una gran biblioteca con un pequeño espacio en el centro para los pupitres de los alumnos. Treinta chicos de diferentes nacionalidades. No vi nenas. Ocho o nueve años como promedio de edad. Todos con la boca cerrada, la espalda erguida, vista al frente. De uniforme. Ninguno con el cabello largo.  

  La profesora comenzó la clase sin presentarnos a los alumnos. Horas más tarde nos diría que quiere que los chicos puedan estudiar bajo la presión de miradas ajenas, desconocidas. Ciertamente, ninguno de los niños reaccionó ante nuestra presencia. Ni nos observaron. Todo el equipo de la BBC rodeaba al grupo de estudiantes con cámaras, micrófonos, grabadores, asistentes, técnicos y demás. Yo me ubiqué muy cerca del escritorio de la profesora, del lado izquierdo, casi pegado a un estante marrón oscuro repleto de libros de cubierta roja. 

 Mi inglés se parece más al de Carlitos Tevez que al de un productor de la BBC de Londres. Sin embargo, me tomé el atrevimiento de hacer una traducción de un parlamento de la profesora a sus alumnos: "Mis queridos hijos, quiero volver hoy a la importancia de la construcción de una sociedad de valores islámicos en medio de un mundo globalizado. No pretendo imponer mis creencias. Sin embargo, creo que el Islam debe convertirse en la religión del futuro. Su teología resume y perfecciona las enseñanzas del Cristianismo y del Judaísmo y, además, simplifica enormemente las cosas. Por ejemplo, el dogma de la Santísima Trinidad, piedra de tropiezo para cualquier entendimiento, queda de lado. Lo importante, mis pequeños, pasa por conseguir la unidad. Todo lo que digo no va en desmedro de otros caminos, al contrario. Ahora bien, eso que algunos descalifican como "islam político" será el objeto de esta clase. Lamentablemente, ciertos grupos de extrema derecha, como los fascistas que gobiernan Austria, boicotean la construcción de mezquitas con pretextos increíbles. Muchachos: el hecho religioso siempre estará atado a la política. ¿Qué es, acaso, la Santa Sede? ¿El Papa no se comporta como un jefe de Estado? ¿Los templos católicos no operan como embajadas del Vaticano? Algo similar vemos en un sinfín de sacerdotes ortodoxos rusos, que trabajan abiertamente a favor de Vladimir Putin. Si miramos al mundo protestante, muchos pastores americanos cumplen un rol deplorable en el aparato de propaganda del nefasto Donald Trump. Puedo citar muchos casos. Pero el tiempo no alcanza. Simplemente, quiero que reflexionen". 

  Mientras la profesora se expresaba de ese modo, del cual me excusaré de opinar, veía cierta tribulación en el rostro trigueño de Abhay, un chiquito de la India cuya familia tuvo problemas con una comunidad islámica de su zona. El niño me dijo que una mujer de su linaje fue asesinada durante una invasión musulmana. Aclaración: cambié el nombre de la criatura para preservar su identidad. 

    Minutos más tarde, luego de un breve receso, la señora profesora siguió con su clase. Dejo la traducción forzada que intenté: "Ahora deseo volver sobre otro tema del cual no debemos olvidarnos: el boicot a Israel. No hace falta que me explaye demasiado sobre las violaciones a los Derechos Humanos por parte del Estado genocida sionista. Les recuerdo que debemos hacer todo lo posible por apoyar a nuestros hermanos palestinos. Nuestra época debe lograr la paz en la región, la cual llegará solamente si se acaba el imperialismo. Por otro lado, es una vergüenza que nuestro gobierno tenga tropas operando en Siria. Más que separarnos de Europa, tendríamos que dejar de ser el perrito faldero de Estados Unidos en todas sus guerras contra el Islam".

 Una vez que terminó la clase, entrevisté a la profesora...

- ¿Podría decirnos qué se hace en esta institución? -

- Sí, nosotros nos ocupamos en brindar una educación de excelencia. Formamos líderes globales. Nuestra meta es crear una élite que mejore los destinos de toda la humanidad. En el caso puntual de este establecimiento, queremos sembrar valores espirituales en un siglo tan materialista como el actual. - 

- Profesora Pike, ¿no cree usted que es una contradicción su prédica casi religiosa dentro de un colegio que se supone perteneciente a la Masonería? -

- Caballero, hago uso de la libertad que mis hermanos me han dado. Por eso mismo, porque creo en la igualdad y la fraternidad, lucho contra la islamofobia, uno de los males de nuestra época. -

- ¿Algo más que quiera comentarnos? -

- Sí, que está usted invitado al pasillo 79, lugar que uso para reflexionar y meditar. -

  Nunca entendí qué hay en el pasillo 79 de ese gran edificio. Consté que dijo 79, no 69. No interpreté sus palabras como una propuesta sexual. Sí vi algo esotérico en su mirada. Por eso me fui de la escuela ni bien terminó la entrevista. No quería ser partícipe de algo oscuro. Tampoco quería drogarme (parecía que había tomado cocaína de tanto que se tocaba la nariz).      

Otro tiempo más



  ¿Cómo sobrevivir a la soledad sexual y afectiva en el tiempo y el lugar donde se considera fracaso no poder seducir? Cada época y país muestra sus valores a través de los insultos en boga. Por ejemplo, en ciertos contextos, palabras como negro, judío u homosexual tenían connotación negativa. Al día de hoy, en muchos sectores de Argentina, "boliviano" funciona como agravio. Pero lo que más me llama la atención, y a ello iba, es "virgo" como descalificación. Fenómeno muy interesante. En lo personal, me inicié sexualmente a los catorce años, con una prostituta. Durante muchos inviernos, frecuenté meretrices. Tuve muy pocas experiencias sin dinero de por medio. Sin embargo, dentro de la nueva escala "racial" basada en resultados con las chicas, pertenecería a los estamentos más bajos. Obvio que los menesterosos del coito no sufriremos el horror de un campo de concentración, o la segregación por nuestro color de piel. Desde ya que las comparaciones, odiosas, no vienen a cuento. Simplemente exhibo las apreciaciones de esta cultura.

  Si digo que hace casi seis años que no tengo sexo, los lectores se horrorizan. Una chica que no me conocía, compañera de estudios, me contó que una amiga en común -la Piba Troska - le habló de mi forma de pensar y que creyó que el dueño de tales pensamientos era una suerte de Cuasimodo con wifi. Al verme, se sorprendió (¿forma de decirme que tal vez le generé un dejo de atracción?). Más allá del caso puntual de la señorita que me creía deforme, insisto con el hecho de que una prolongada inactividad sexual involuntaria reviste grandes y graves estigmas para el que lleva yugo seminal tan pesado.

  No deseo estirar más estas líneas. Solamente quise visibilizar una problemática masculina en plena hegemonía del feminismo. 

sábado, 23 de junio de 2018

La ruta del santo



  Sigo el mandato de no soltar la soledad a la primera de cambio. Tampoco a la segunda o a la tercera. Probablemente esta rigidez de carácter no me cotice. No hoy. Aunque confío plenamente que mi valor aumentará de manera inversamente proporcional a mi poco uso. Llegaré a cierta edad sin hijos, sin divorcios, sin pasado de ex acosadoras, sin causas. Hoy, con 29 y seis años ya sin parejas ni nada, no observo cambio de tendencia en el mediano plazo. En este momento, salgo barato, casi regalado. Pero habré de convertirme en bien escaso. Los solteros más codiciados devendrán en los casados más vigilados. Casi por ley. Y los otros bellos del mundo puede que engorden, que pierdan pelo, que la noche los gaste o que los vicios terminen por fundirlos y confundirlos. Uno, por el contrario, se ve cada vez mejor por la gracia de la vida sana y la energía acumulada. Mantengo el ardor juvenil, la frescura y hasta cierta ingenuidad que me torna genuino.

  Bien, ¿por qué nadie se arriesgó por mí? Porque me muevo por fuera del mercado, prácticamente. No frecuento discotecas y otros espacios de "encuentro". Ando solo por la ciudad. Camino mucho. Tengo amigos que no tienen amigas. Y amigas que me tienen solo por amigo. 

  Aunque parezca inversión de riesgo, rindo el 100 %. Aprovechen ahora que me hallo en oferta. A futuro, se arrepentirán las que no creyeron en mi producto. 

viernes, 22 de junio de 2018

Tan victoria



  Veo que me ven mucho desde Francia, Irlanda y Estados Unidos. ¿Por qué será que llegue hasta vos, que estás tan lejos? No importa. Pero déjame que te cuente algo. ¿Me esperás un párrafo?

  Gracias por bajar. Acá estoy. Bueno, te cuento algo que te podrá parecer un delirio. Mirá, quiero irme de Argentina. Me veo como profe de español. O de literatura. Pero si por temas burocráticos se demora un poco, no me molestaría servir cervezas en un bar de algún pueblo de Irlanda. Tampoco se me caerían los anillos por lavar copas en Amsterdam un tiempo. O por palear nieve en alguna desconocida ciudad inglesa. Obvio que uno desea hacer valer el título UBA de Licenciado en Letras - me faltan seis materias -, pero veo años muy locos por delante.

  Donde pueda ir, iré. Y si me invitan a X Lugar, allí estaré. No tengo mujer ni hijos. Gozo de espléndida salud y de mucha vida. Sé que tengo familia y amigos en Argentina, pero afuera también. Reconozco que extrañaré, que me costará adaptarme. Los 33 días que pasé en Europa en la primera parte de 2018 no se comparan con radicarse un año en Australia, por dar un ejemplo cualquiera.

  Alguien dirá que debería tener objetivos más claros desde lo geográfico. Pero lo mío es pragmatismo puro: al carecer de papeles, dinero y grandes influencias, me movería de aquí para allá. Si alguien me diera a elegir, diría Londres sin dudar. Conocí esa ciudad y la sentí mía. Anyway, sea Europa, Canadá, USA, Nueva Zelanda o Australia, estaré bien. No me preocuparé por la inflación, la inseguridad o el desempleo. Me estimula mucho empezar una vida totalmente nueva. Leo sus propuestas. Acepto trabajar por casa y comida. Y soy lindo, no vayan a creer que escapo de una guerra civil en alguna región peligrosa del planeta.

Basamentos



  Para el César, un respeto casi indiferente, con un dejo de desprecio. Para Dios, todo. No le hago el mal a nadie con esta libre expresión. ¿O alguien se ofenderá? 

  Huyo de la mirada ajena. Pero no puedo con mi genio y me sumo a las polémicas del conventillo virtual. Argentina, esa desgracia de italianos, españoles, indios, judíos y árabes. La patria del lamento boliviano.

Y no decir nada



  Tan solitario no soy. Con un amigo suelo hablar de vos. Y cielo al pasar con una hora de conversa frente al mar. Hoy me pregunté en qué lengua me hablarías. Supongo que charlaríamos en un argentino del bueno. O callaríamos ante un atardecer del cual escribirás alguna vez. No importa. 

Cementerios de palabras



  Pronto millones de silencios, monumentales cementerios de palabras, poblarán el mundo. Digas lo que digas, alguien se sentirá ofendido y te demandará ante la Justicia. O, peor, te lincharán en redes sociales, a lo Black Mirror (ver el episodio de las abejas). Si vas con la boca cerrada y la escritura muerta, también habrá legiones de víctimas que te acusen. Denunciarán que tu indiferencia mata, que sos una persona soberbia y más. Ante este panorama, mejor convertirse en monje y escaparse de opinar y de no opinar. Nadie sepa que existís.

Tan derrota



  Abrir mañanas nuevas para verme otro. Sí, porque me inventaré nuevos problemas con tal de entretenerme. Tal vez salga a cazar gotas de sol como si fueran pokemones difíciles, esquivos. O, lo contrario, intentaré resguardarme de los ardores del astro macho.

  No importa. Hoy estoy en el Hemisferio Sur, apretado por la coyuntura de tener que pasar otro invierno bajo ciertos fracasos habituales. Mañana, no sé. ¿Y dónde quiero estar? Donde pueda vivir mejor. Así de crudo lo digo.

jueves, 21 de junio de 2018

Ser y verte



  El ritual de las noches. Dejo mensajitos cortos, como una infusión con gusto a poco, justo antes de dormir. 

  De siempre, la sospecha de hallarte entre las visitas a este emperador de la pavada y el delirio. Lujo asiático el mío: convertir tiempo en palabras sin sentido claro. 

  Mientras este cristiano se hunde en vanidades, un Mundial nos deja casi afuera y un sistema corrupto quiere habilitar la matanza de inocentes. Otra nota la dio el cerdo al que echaron con justa razón de los estadios.

  No importan las noticias. Te digo que merezco un cafe y un olvido.

Tan pronto que



   Alguien piró de este Cristo por verlo muy distinto a él en muchas cuestiones. Un islandés de Little Horse, un chico bonito que debe ir por su amada, esa que concluyó abortera de tanta soledad, de tanto botellón, de malas compañías, okupas y marihuanas cortadas con tabaco. El Jesús que escribe ignora el operativo clamor de sumarse a las modas del momento. Mi Nombre es Eterno. Aunque me rocíen con discursos progresistas, no impregnarán mi alma hecha de verdad, camino y vida.

NO parar



  Elegir el aire y rayar todos los espejos con risas llenas de vida, sol, abundancia y mucho Dios. 

  Un gran día en el día cualquiera en que cualquier cosa puede suceder. Cosas como...

El emergente



  Una vez y otra vez repetí lo de una voz y otra voz y me hago cargo de ser cargoso, reiterativo, pesado. Porque ciertas visiones no me abandonan. Ahora voy por esa otra tierra que me queda por conocer, donde vos estás.

lunes, 18 de junio de 2018

Tigres del Plata



  Vuelan las señales bajo el cielo frío de una mañana sin fin que muestra en su horizonte la cúpula de una iglesia que tal vez nunca conozca. 

  Ciudades del Sur que vi al pasar inviernos feroces e inundaciones de esas que toman los colectivos por asalto. Las calles como ríos violentos, barrabravas de agua. Recuerdos de una noche de River campeón de América, de un tiempo que supo conservar algo de esperanza.

   Ahora, el Mundial, el mundo en un mes. ¿Dónde estaremos cuando Catar domine el 2022 en la charla de los más? Interesante pensar qué pasó entre un torneo y otro. Qué pasó en nuestras vidas, en el país, en todos lados. ¿Vos tenés algo para decir? Creo que alguna vez la gran cita del fútbol se dará muy cerca de tu casa. Espero que te acuerdes de mí y me invites. Prometo no mirarte con pasión, no insinuarte nada, aunque el deseo me carcoma tanto que me saque del partido.

domingo, 17 de junio de 2018

La generación estafada



  No me considero "millennial". Creo que formo parte de una generación estafada. Así como a la camada de mis abuelos le vendieron el buzón del Mayo Francés, a la nuestra le enchufaron la Revolución Feminista y el aborto para toda Latinoamérica. Ahora el logro personal pasa por no tener hijos, por no formar una familia. Una política de ajuste llevada al extremo bajo banderas progresistas como el "empoderamiento femenino" y la "sororidad". Interesante jugada en el que parece ser el siglo de las tecnologías y el trabajo automatizado: existiría población sobrante, que no podría ser absorbida laboralmente. A este último punto agregarle los problemas de los sistemas de salud, educación, infraestructura y seguridad en nuestra región. Verdades a medias de todas formas: Irlanda aprobó la "interrupción del embarazo" por motivos diferentes a los nuestros. Pero bueno, festejan eso allá: finiquitar fetos.

  Interesante analizar los ideales de cada época. Creo que la igualdad social ya no figura. Tal vez por el fracaso de los comunismos en el siglo XX. La Revolución tiene hoy, como un fin en sí mismo, el aborto. En poco tiempo, si se logra la aprobación del genocidio intrauterino, puede que la legalización de las drogas tome la centralidad de los sueños juveniles. En un estadío superior, los derechos de los animales, enarbolados por ejércitos veganos, se convertirían en el eje de los debates públicos.

  El mundo se achicó demasiado. Ya no se sueña con alcanzar la luna, sino con legalizar la marihuana y las drogas más duras. Hoy no se pelea por aumentos salariales, sino por tener la posibilidad de eliminar los propios hijos sin consecuencias legales y hasta con la asistencia gratuita del Estado. Obvio que estas valoraciones me pertencen y me hago cargo de ellas. Así como otra gente deberá firmar a título personal sus demandas y no a nombre de "las mujeres pobres", sujetos sociales cuya único riqueza es su prole, los niños que salen de sus vientres. Ningún legislador en Argentina ha planteado planes viables para la juventud en estado de pobreza e indigencia.

  Otro chiste de la historia lo vemos en el fenómeno de la ola de denuncias por abusos. Antes, en la década del '60, las juventudes pedían sexo libre, orgías en los campos universitarios, fin de la guerra en Vietnam. Ahora vamos camino a una segregación entre varones, mujeres y "disidencias sexuales". Ya circula sobre ruedas ideas sobre vagones de subte y tren diferenciados. Pero, al mismo tiempo, piden baños unisex. ¡Pero ay de aquel que se acomode el cinturón fuera del cubículo!

  Un mundo que critica la religión, pero que vive lo sexual con una represión nunca antes vista en Occidente. Una mirada de un hombre a una mujer puede ser denunciada, mas no al revés. "Discriminación positiva". Intuyo que se fomenta, de algún modo, las relaciones homoeróticas. Digo, si tantos líos puedo tener por ligar con una tía, mejor me follo a un chaval, ¿no? Hoy por hoy, para evitar malos entendidos, parece preferible esquivar al sexo femenino. Otro punto: una queja por acoso deviene acusación por abuso para la mirada de los demás. Y de la noche a la mañana, aparece la palabra "violación". Y quizás todo empezó con una frase poco feliz como "hola guapa". Acuerdo en no importunar a ninguna señorita, aunque tratar de violador a un sujeto idiota que saluda por demás...

  Mi texto, como la mayor parte de mi humilde obrita, no pretendió ser sistemático. Tan solo expongo pensamientos sueltos a modo de disparador. Para finalizar, quiero dejar una idea que creo interesante: la Revolución de la Soledad. Siento que la ingeniería social busca diseñar un ser humano urbano, solitario, sin hijos, sin pareja estable, sin empleo fijo. "Todo es fluir". Sí. Apátridas, "autogestivos", "childfree", "género fluido". ¿Soros querrá la extinción de la humanidad? Los dejo porque soy un chico cool que mira Netflix mil horas seguidas. 

  Posdata: suena contradictorio, pero Donald Trump y el Papa Francisco son mi esperanza en esta hora tan difícil. Si la Iglesia se une al Sacro Imperio, si güelfos y gibelinos firman la paz, Occidente es imparable.

La tarde en sueños y fiebre



  Libros que leí, libros que quiero leer. Una bandera argentina y una ventana de diez que da a los pagos del genio del fútbol mundial. En la cabeza, la obsesión de dejar el cuarto del fracaso por el todo de la gloria, así ella signifique pagar un alquiler. Anyway, otro párrafo mediocre de una generación estafada, esa a la que le dicen "millennial", palabra que nunca me terminó de cerrar. Creo que un joven padre de Centroamérica se halla en una red distinta a la chica de Islandia que fue a Rusia a ver el Mundial, ¿no?

Hiperalegría



  Dice la canción "la estructura emergente se tambalea en burbujeante orgía de magias negras". No importa cuántos abortos se realicen como sacrificio a Baal. No existe poder en la Tierra que pueda salvar a este gobierno de burgueses decadentes sin par. Lo peor todavía no ha llegado. Espere la gente bella de Palermo, Recoleta, Belgrano y San Isidro. El café siempre estará en tu mesa, calentito. Yo le pongo la leche.