Tengo un amigo muy derechista. Machote malote mal. Amigo de la policía, de los militares, de Trump, del orden. Tipo grande. Cuestión que iba caminando por la calle sin barbijo y lo paró la yuta para labrarle un acta. Pasó un mal momento. Ahora digo, ¿qué es eso de tener amistad con la gorra? Son mercenarios. Pegan palazos para el gobierno de turno. Y si te tienen que mandar a la cárcel por ideología, etnia, religión u orientación sexual, lo harán. No lo dudes. La rama policial es el summum del estatismo. Tal vez un mal necesario, no lo sé. Por lo pronto, empecemos por no sacralizar instituciones. Palabrita de moda: "Deconstruir". No olvidemos nunca que fueron los polis el brazo armado de la kuarentena totalitaria albertista. Tampoco olvidemos que los regímenes más despóticos, sean fascistas o comunistas, se mantienen en el poder gracias al garrote de los uniformados y las delaciones de los vigilantes de alma. La próxima vez que veas un cobani, metele un bife, sácale la gorra y salí corriendo. Si lo conseguís, te hiciste de un trofeo y una anécdota de la cual sentirte orgulloso. Y si te cachan, hacete el loco y fingí demencia cuan inimputable del vídeo viral...
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