El Banco Central es como un marido carente de vigor: le piden cada vez más, pero da cada vez menos. Nuestro BCRA carece de "poder de fuego" (dólares). Buena parte de la ciudadanía, cuan mujer insatisfecha, busca saciar sus necesidades por otro lado. Los famosos "árbolitos" son verdaderos patas de lana monetarios: brindan lo que el seco no puede. Ahora bien, el Central, cornudo resentido y vengativo, pone restricciones, cepo, cinturón de castidad. Pero la Argentina, naturalmente femenina, huye de los celos legales y evade todos los controles habidos y por haber. Fracasa toda tentativa del guampudo por controlar la fidelidad de la masa. Los verdes paralelos - blue, contado con liqui, bolsa - crecen como los cuernos de un dorima insoportable y castrador. Moraleja: muchas veces, la represión alienta y expande el fenómeno que se quería dominar (sea la conducta de una esposa o la de una población empobrecida). ¿Lo mejor? Dejar hacer, dejar pasar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario