Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

sábado, 9 de mayo de 2020

Noche whiskera



  Escribo sobre todo y sobre nada a la vez. Extraño las calles de Buenos Aires y los días de sol bajo el sol. La reclusión me mata peor que todos los virus. Me siento mal, amor. Soñé con vos, con tus playas abiertas. Califica de locura todo esto de traerte hoy acá, pero no lo hago tanto por vos, sino por ese paisaje que te rodea. Dios bendiga al hermoso país del Norte.

  Se escucha raro, demasiados pájaros. Ojalá pudiera salir a verlos a toda hora. Irme tras su vuelo. Caminar hasta donde no se vean más aves y luego volver en un sueño de trenes.

  Quiero abismos y misterios. Los santos intercederán por mí. Tengo cabellos dignos de venerarse como reliquias, igual para mis huesos de oración. Puedo vivir el mundo y luego ser considerado el antimundo. 

 Sueño con días de sol bajo el sol, no días de sol desde la ventana rea de la peste. Veo parques que se abren para mí. Te veo a vos, mi texto, mujer de mi divagar perpetuo. Te abrazo. Quedamos bien. Sigo mi camino. Debo llegar a la Costa Este. Mi padre me espera (creo). Hago el viaje al revés de los pioneros y los conquistadores. Me dirijo al Atlántico. Quizás vaya a Londres. Después puede que toque Francia y Alemania, España y Grecia, Turquía y la tierra sagrada de Israel. De ahí, de vuelta a Buenos Aires (por un par de semanas nomás). Chile, Australia y Japón. Pero creo que tengo que ir a Roma, porque todos los caminos conducen hacia allí. Al Papa, al Papa. Marcho hacia él y me encuentro con que soy yo, misterios de la fe. ¿Adónde ir después?  

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