Todavía me acuerdo de vos, del invierno que pasamos y de "los cinco minutos más lindos del año", esos que tal vez sean la causa de tu casi indiferencia para con mi persona. Me acuerdo de las comidas, las sobremesas y las largas charlas sobre la vida, la música, el arte, la política. Qué sé yo. Podría haber sido todo mucho mejor sobre el final. Pero en un arranque de rabia te quisiste parecer a mi héroe, Daniel Scioli, y la cagaste, te la cagaste... Tremendo. No pude verte pintar la noche última de nuestra hermana redención. Eras el elegido para estar ahí abajo retratando en otras letras el dolor del corazón oriental que se arrastra bajo el ala desangrada de la voluntad. Pudiste ser el gran ganador de este 2015 pero te quedaste en la bronca, la apatía y el desgano. Y eso que te comí los oídos con el "con fe, con esperanza".
No entiendo por qué sos tan débil de espíritu. Si tuvieras una gota de la leche que yo tengo, de seguro que serías el Rey del Mundo. Pero bueno, Dios equilibra las fuerzas del universo para evitar el despotismo de algún ser que pretenda destronarlo. ¿Justo a Él lo van a bajar?
Igual, ya te digo. La mejor con vos. No compito con tu arte, con tu talento de gran poeta universal. Te admiro profundamente. Y no querría arrebatarte nada. Pensarás que te envidio o algo así pero no es verdad. Sinceramente, si alguna vez me equivoqué, y creo que lo he hecho, lamentablemente, te pido perdón. Aunque suene feo, todo lo hice con amor. Jamás tuve malas intenciones ni pretendí que quedes en bolas en esta vida. Por el contrario, creo en la devolución más que en la apropiación. Jamás podrás acusarme de ladrón, homicida, mentiroso, vago o borracho. Tal vez puede que me digas otra cosa pero bueno, prefiero no decirla yo para que mi hurto no quede tan evidente.
"Tengo mis cositas". Sí, yo también "tengo mis cositas". Nadie es perfecto. Me hubiera gustado que todo haya acabado de mejor modo. Pero no pudo ser. Reconozco tener la culpa. He hablado de ética pero es cierto, no tengo autoridad moral para hacerlo luego de haber profanado esa iglesia con mi sola presencia. Sin embargo, creo en el perdón, la Confesión y el amor de Dios. Supongo que alguna vez la vida nos verá a todos en mejor situación. De mi parte, te deseo lo mejor. Sería bueno que todo siga más o menos como está y que, si el Señor así lo quiere, lo malo, lo conflictivo que hay en nuestras vidas, se transforme para bien. No quiero que pierdas otro año. Espero que el 2016 te encuentre bien, lleno de afecto, proyectos y ganas de vivir. Yo voy a estar siempre con vos, aunque más no sea desde la lejanía de la penitencia que me he impuesto. Te quiero, Alan.
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