Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

viernes, 21 de septiembre de 2018

La danza de los chirlos



  Cruce de silencios, palabras hacia el interior y sentimientos prohibidos por la timidez. Barrio adentro, enlaces y desenlaces de los cuales ni noticias tenemos. Mientras tanto, yo corro entre los guetos, las miradas, las vergüenzas y las chicas rellenas de amor y encanto.

  Acá no hay heroínas rubias de mi literatura. Tampoco talla la Señorita de Amargo, la de las tetas grandes y los ojazos de Europa Oriental. Tierra de chacales la mía. Entreno bajo el sol a la espera de una guerra social que tal vez no llegue, pero que yo ya gané en mi mente por el solo hecho de irradiar una energía atómica.

  Entre villas y monoblocks, observo solamente el verde del parque y, protegido de toda perturbación, dirijo mi cuerpo en una corrida extranjera de su entorno.

  No puedo omitir que, al pasar por la puerta del centro comercial del Tercer Mundo, me enciendo de lujuria y corro más rápido casi por impulso de pulsiones muy bajas. Pasa que lindas mujeres circulan y la cabeza se rompe toda en deseo y desenfreno. Chicas en auto, en moto; en la parada del colectivo, en la parada del premetro. Y uno, la soledad.

  Hombre joven bajo el cielo.

  

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