Algunas cosas más para decir. En primer lugar, vale ser feliz. El nihilismo es una mentira. Existen la verdad, la belleza y el bien. Segundo, Francia.
Algunas cosas más para decir. En primer lugar, vale ser feliz. El nihilismo es una mentira. Existen la verdad, la belleza y el bien. Segundo, Francia.
Cuando sos preadolescente, sentís que lo que te afligió de niño no tenía mayor importancia. Cuando sos adolescente, te pasa lo mismo con la preadolescencia. Ya en la adultez, mirás con recelo los mambos de tu vos adolescente (vicio del yo presente). Pero, dentro de la misma adultez, se suceden - se superan - varias etapas. Probablemente, cuando estés del otro lado, el de la eternidad, pensarás que la vida fue una boludez.
Un día cualquiera te podés encontrar con una mujer. Casi dos años o casi más. O menos. Pero en ese sentido. Tan adentro de la vida, tan adentro y bien, que la berreta literatura de yo, que no del yo, quedó atrás. El mote de "incel" perdió razón de ser. Otros flagelos, la desocopación y la falta de dinero, se ahogaron en el pasado, el pasa, el paja y la paja. El poeta marginado devino pequeño burgués. Sushi, minita y más. Ya fue llorar miseria en un blog.