Es una mezcla de truco y triunfo: recuerdo el gusto de tu sangre en mis labios. Recuerdo el vino ese y su correr por mi garganta adicta a tu muerte. Todavía tengo en mí ese veneno, veneno que me da vueltas por el cuerpo hasta que mi cabeza dice "basta" y todo empieza de nuevo; es el eterno comienzo de una madrugada sin final. Todo fue producto de una tarde llena de polvo en el aire, aire de una banalidad total. ¿Cómo olvidar el perfume del error, el encanto de la tentación? "Memoreo" que me perdí unos instantes para hallarme por completo desconocido, porque los días tienen el encanto del agradecimiento. Podría no haber llegado hasta acá. Pero hubo milagro de Dios y así es que profano el legado de lo que debería o podría haber sido. Me veo embadurnado de todo ese asombro ante mí mismo. No me conocía del todo. Y no creo que termine de conocerme en la medida en que cambie a cada instante o más me apasione por subir montañas prohibidas. El alma es digna. No juzgue el Señor mis extravíos, los cuales son frutos de la carne y del original mentor de todos nuestros males. ¿O yo tuve alguna opción al irme de anacoreta urbano? Vi las décadas con ojos de temor. ¡Pensar que podría haber puesto las esperanzas en esas promesas naturales! Pero la política no es todo. Claro, es importante pero más importante es tratar de sobrevivir a las disparos de las horas.
Bien, el aire reposa en la vibración de un instrumento borracho, es el juego del viento y de las cuerdas que rebotan entre sí. La mesa atestigua el desorden del intelectual moderno. Parece de mal gusto pero es el reflejo de lo que me rodea en las lejanías meridionales de mi patria chica. Podría haber más pero se lo han secuestrado los que yo no sé, espíritus malignos que rondan las noches a la espera de un botín de proyectos e ilusiones. En todo está eso de mí que ando buscando. Los sueños están hechos de una materia que puede cambiar el mundo. Un día cualquiera se puede dar la inversión de la realidad, inversión que podría hacer rica a la humanidad entera. Pero no hay inversores para semejante empresa, la cual es tachada de "utopía". No importa. La música seguirá sonando. Yo caminaré la mística de los barrios y veré mi renacer en risas frívolas de burguesas acogedoras. Todo va a estar bien, Alan mío. La vida está hecha de pajas y almohadas.
Si todo te da paja, acabá de una buena vez por todas.
Si todo te da paja, acabá de una buena vez por todas.
Dedicado a...