Tinchos e Ilolay

¿A ustedes les parece bien pelearse con un amigo de toda la vida por una vagina? Miren lo que pasó con el joven Williner, empresario de Rafaela, uno de los dueños de Ilolay: dos hermanos rugbiers, igual que él, lo fueron a buscar por un asunto de polleras. El lechero increpado le dio un golpazo a uno de los agresores y lo mató. Está preso. El otro quedó herido. Ya fue eso del macho alfa y la lucha por las hembras. Eso debe reservarse para los animales nomás. Se supone que los Tinchos son seres racionales, pibes de universidad y colegios caros, gente de mundo. Por eso yo propongo, y no lo digo en chiste, vivir el sexo sin idea de posesión, una verdadera orgía universal que genere paz y amor entre los seres. El día que llegue ese multitudinario coito sin fin, no habrá diferencias políticas, de clase, raza, religión u orientación sexual. Todos seremos una misma carne en una misma cama. Y compartiremos el pan en una mesa común, bajo un sol benigno y bello. Pecado es matar, no dar y recibir placer con los semejantes...