Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

sábado, 19 de enero de 2019

Psicópatas y locas de mierda (por Ignacio Drubich)



Si algo le faltaba a esta sociedad que todo lo polariza, que todo lo observa en términos binarios, fragmentarios y maquiavélicos, es que surgan "expertos" de la mente que definan apresuradamente conductas y patologías que ni siquiera los últimos avances en psiquiatría y neurología aciertan de forma completa y segura.

En el aire flotan dos arquetipos, dos rótulos que se han generalizado y hacen peligrar al entendimiento y la comprensión profunda de las dinámicas humanas interpersonales. De la frustración y el fracaso en las relaciones amorosas y la consiguiente victimización de los afectados, emergen dos etiquetas a las que hombres y mujeres echan mano con total impunidad.

El hombre arriba a la conclusión de que todas son unas "locas de mierda". Es decir, las mujeres con las que se vinculó lo celaban, le hacían planteamientos todo el tiempo, criticaban a sus amigos e imponían restricciones injustas  a su libertad en todos los campos. La "loca de mierda", en términos corrientes, es la "mina rompehuevos", bien representada en la serie Casados con hijos (Moni Argento). El hombre se presenta a sí mismo como una deidad, alguien que hace todo bien, práctico, que no puede disfrutar de la vida porque su pareja oficia de vampiro energético y lo coarta todo el tiempo. Esto, más temprano que tarde, deriva en una misoginia patológica que vuelca toda su energía en la barra de amigos, el desprecio sistemático por el sexo opuesto, incremento de las relaciones "touch and go" y una desconfianza paranoica en todo lo que provenga de lo femenino (incluso en peligrosos extremos de violencia física y verbal).

La mujer cae en el facilismo de tildar a su pareja (y por extensión a todos lo hombres) como un psicópata. Violento, controlador, astuto, insensible y rudo al abordarla en sus costados afectivos, sentimentales y emocionales. Sin embargo, en determinados momentos, han demostrado una enorme fascinación al referirse pública o privadamente a esa persona que hoy se ha vuelto el ejecutor de sus más temidos horrores. Casi siempre admiten tarde que no habían advertido dichas conductas, que la idealización las cegó, que de repente se transformó en un obsesivo manipulador y un pertinaz lobo hambriento.

La Loca de Mierda y el Psicópata batallan en un campo virtual de burdas generalizaciones: ambos caen en un lugar común que muchas veces adquiere rango institucional y se vuelve una especie de derecho consuetudinario, un cristal perceptivo en los que cualquier conducta es absorbida y tramitada en el embudo de esa particular tipificación: ya no se ven personas sino arquetipos. Alentados por sus traumas, frustraciones y desencantos, ambos sexos generan un mecanismo de defensa inconsciente con el fin de evitar nuevos sufrimientos. Lo que ni uno ni otro admiten es que:

1-Si estuviste con "psicópatas" y todos eran psicópatas, es porque vos misma los atraés. No hay un determinismo cósmico, no es un castigo, no son todos iguales.

2-Si te la pasaste con "locas de mierda", es porque hay algo en vos que las acerca, probablemente vos mismo generes las condiciones para configurar ese perfil y tenerlo bien cerquita, de forma repetitiva y cíclica.

En la vida llega cierto momento en el que no podemos hacer responsables a los demás por nuestras propias insuficiencias. Buscar en los otros, en el afuera, las causas de nuestras fallas y desencantos constituye una carencia psíquica que nos impele a tomar las riendas de nuestra vida, a ser soberanos en nuestras acciones. Los pensamientos y las emociones que nos embargan día a día, todo ese mundo interno con el cual lidiamos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, configura los márgenes, el contenido, la profundidad y la superficie de nuestra vida. Determina la calidad y la cualidad de nuestra realidad personal. Los seres y las cosas que gravitan en torno a nosotros, somos, en suma, nosotros mismos. Lo que te ocurre es lo que permitís que te ocurra. Sin más.

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