Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

lunes, 7 de enero de 2019

El veneno de la ideología de género



No comparto para nada ese discurso que dice que uno está determinado por sus colectivos sociales. Soy profundamente individualista y libertario en mi pensamiento sociológico. Para ser más concreto y claro, les doy un ejemplo: muchas mujeres hablan desde el "género" y no es así, esa es una manera de imponerse un rol, no de "emponderarse" por la gracia, desgracia diría yo, del feminismo. La persona que quiera conseguir algo en esta vida tiene que legitimarse por la fuerza del talento individual y por la potencia universal de su genio, no por una particularidad recortada contra un fondo de ignorancia, superstición y duda. Las mujeres, los negros, los homosexuales, los inmigrantes y otros grupos que reciban o pretendan recibir un trato diferencial por su sola condición, y que para eso estuvieran en el juego perverso de intereses espurios y politicastros camuflados de "militantes sociales" o "activistas", deben saber que están reclamando privilegios y no derechos. Poseen la hegemonía en la actualidad pese a las protestas y la victimización constante para tapar la realidad de "presidentas", jefas, pensiones, lobbies inquietos y periodismo servil. Después acusan a los varones heterosexuales de ser unos "privilegiados"...

 Imponer la cultura de la victimización permanente es "estigmatizar" a los que supuestamente se quiere defender. Una vez llegados a este punto, es posible pensar, aún a costa de ser acusados de paranoicos o locos, que en verdad la intención de toda esta dialéctica engañosa de los Derechos Humanos y sus derivados no es proteger a ningún grupo o ser en particular sino atacar ciertos valores e instituciones contrarios a intereses inconfesables. Mejor dicho, más que desear la libertad de la mujer, lo que se quiere es la destrucción del hombre y la familia. Por lo menos así lo veo yo.

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