Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

lunes, 1 de julio de 2019

David Fiascovich (Monseñor Malamuerte)



  Fiascovich se hizo un tiempito para dialogar con el capellán del Hospital Ernesto Guevara. La imagen de un Carnero Garnero entre la vida y la muerte lo perturbó mucho. Sintió necesidad de buscar consuelo en el hecho religioso.

  El cura del hospital, Monseñor Malamuerte, se cruzó con el afligido joven en un pasillo. En verdad, el hombre de fe se llamaba de otra manera. Pero un médico y militante anarquista lo rebautizó con el nombre por el cual es conocido en la actualidad: Monseñor Malamuerte.

 -Buen día, hijo. ¿Por qué esa cara triste? No se ponga mal. Hay que creer nomás. Ciencia y fe van de la mano. Venga conmigo a mi oficina. Tomemos un café y me cuenta un poco qué le anda pasando. Estamos para servir. -

- Gracias, señor cura. No tengo mucho tiempo, pero le acepto la invitación. Estoy mal porque soy amigo del Carnero Garnero. Ya se habrá enterado por las noticias.-

- Claro que sí. Mirá, voy a rezar mucho por él y lo iré a visitar. Tenés que ser fuerte y enviar buenas energías, si es que no creés en la oración católica tradicional. No importa si sos judío, budista, musulmán o evagélico: vos creé que todo va a estar bien. En serio.-

- De hecho, soy en partes judío y católico, pero me siento cercano al budismo. No le doy mucha bola a la religión. Qué sé yo. Un pastor evangélico me odia porque tuve relaciones con su hija. Dice que soy un judío de mierda.-

- ¿Sos de Tierradentro? -

- Sí. -

- Tu acento te delata. Mirá, yo estuve en Villa Carlos Monzón y ahí conocí al Rabino Garsky. Luego del encuentro ecuménico del año pasado, fuimos de putas y tomamos cocaína a más no poder. Nos hicimos muy amigos. Ya te digo: las peleas entre las religiones son de carácter empresarial. Nos matamos por la clientela. Igual que los políticos. Ese pastor es un estúpido. Tal vez no te quería de yerno. O no te quería justamente porque vos no tenías pensado ser el novio oficial de la hija. No importa. Vos cogé, siempre y cuando no tengas líos. El Papa Francisco dice "hagan lío", pero tampoco te metas en camisa de once varas. No pienses demasiado. A propósito, para que te quedes tranquilo, te doy la absolución: por el ministerio de la Iglesia, yo te absuelvo de todos tus pecados, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.-

- Amén.-

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