Sigo con mi exitosa carrera de crítico de películas pornográficas. Como dije en otra ocasión, se trata de un género un tanto vergonzante. Entonces, pocos se dedican con seriedad a esta temática. La subjetividad se humilla ante una sociedad que hace de la masturbación y la soledad un tema tabú. Lo mismo ocurre con el consumo de cocaína, una droga no ostenta el status cool de la marihuana. Pero bueno, no me iré de tema. Me confieso habitué del arte de esa industria que tantos millones de dólares mueve. En definitiva, ¿qué se consume más en la internet? Sí, adivinaron...
En una ocasión, escribí sobre la sensual italiana Alessandra Schiavo (ya rtirada). Hace unos días, le rendí homenaje a la amateur inglesa Lauwaa (actualmente en actividad). Hoy quiero decir algunas cosas sobre dos bellezas americanas: Alex Harper y Jillian Janson. Ambas han modificado su aspecto físico. Siguen en la cúspide de la hermosura, sin embargo, me quedo con las versiones originales de las dos. Siento que la industria XXX suele estandarizar los rostros y cuerpos de las mujeres: se perfila una producción en serie de rubias de plástico bronceadas y con tetas operadas. Digamos que la naturalidad, si existe, pasa por el filtro de una homologación un tanto dura, como los gestos de caras diseñadas por un bisturí en los quirófanos de artistas poco creativos...
Empecemos con Alex Harper. Yo la vi por primera vez en vídeos de la productora Private Society, que se destaca por sus trabajos amateur. ¿El slogan? "Real people doing porn". Es decir, por más que ella hoy sea una pornstar, tuvo un origen modesto en el rubro. Lo cual, a mis ojos, la pone en mejor posición. Digo, no me gusta lo convencional. Cuando la conocí, llevaba el cabello oscuro y medio corto. Luego, una vez que se consagró, fue rubia. Ahora tiene el pelo largo y colorado. Parece otra. Sigue siendo muy bonita, pero no la misma. Obvio que las personas cambian con el tiempo. Pero me preocupa que la mayoría de las actrices porno terminen confluyendo en estereotipos similares, como si fueran parte de un ejército o de un producto de fábrica.
Ya que estamos, dejo la descripción de Private Society en el sitio porno xHamster: "Hi. We´re an adventorous couple who run a kickass amateur porn site called PrivateSociety.com We're looking for sexy people of all ges, shapes and sizes to appear in scenes. Let us know if you'd like to discuss it! We pay good money to the right people. Es decir, Alex Harper surgió de mi amado género amateur. Pero luego se convirtió en mainstream. Me acuerdo de sus excitantes escenas anales y de la palidez de su piel. Una bella muchacha de cabello oscuro y piernas muy largas.
Ahora vamos con Jillian Janson, una rubiecita divina que me encantó ni bien la vi en un vídeo anal de la productora Tushy (especializada en la puertita de atrás). Me impresionó la frescura de la carita. Dulzura y juventud. El flequillo rubio, el pelo lacio, piernas largas, piel perfecta. La vagina dibujada por un dios libidinoso y genial. Una modelo. Pero luego se le dio por convertirse en otra clásica estrella del género. Si uno ve sus fotos actuales, parece operada. Perdió la suavidad de los gestos, la ternura, el amor y ese aura teen.
En síntesis, la industria porno norteamericana suele igualar a sus estrellas en rígidos cánones estéticos que dejan de lado lo propio de la persona, sus particularidades. Alex Harper y Jillian Janson siguen siendo bellas, pero ya no conservan aquella simpleza que en un principio me enamoró de ambas. En fin. Sigo eligiendo el género amateur por sobre cualquier otro. O, si miro algo más comercial, me quedo con las principiantes. Las chicas consagradas, las milf, no me excitan tanto. Sus pesadas capas de maquillaje, más las montañas de cirugías, no forman parte de mis preferencias. Lo bueno es que en sitios como RedTube, PornoHub, xHamster y XVideos hay material para todos los gustos.
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