Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

domingo, 17 de febrero de 2019

Salteadito



  La del solcito rojo contra el blanco, la misma que me lee, pero no me escribe. No me invita. No escrivita. Sigo bien la directiva que me impuse de bardear la lengua sin bardearla. Del mismo modo, insisto en derramar el agua negra de mis sesos para enojo de los que me insultan y me odian (legiones de jeiters jetones que no tienen huevos y, por eso mismo, me los rompen a mí). Anyway, Rubia del Burro, queda entre vos y yo esta cifrada charla de estrellas, bicicletas, violines, Oriente y el elefante que se mete en el bazar casi fruto del azar.

  Vos, tu ciudad de monos. ¿Entenderás de qué hablo? Nombro tu arcilla primigenia sin nombrarla. Creo que jamás te cité. Siempre cubierta y descubierta por el jueguito de palabras. La asesina de la cabellera dorada, la mujer de la katana y los ojos de Occidente.

  Hace mucho que no te escribía. ¿Por qué será? La cotidianeidad devoró mi Alan. Tal vez hoy lo volví a encontrar en la prosa veraniega del idiota. No importa. Todo puede resultar peor, mejor o más o menos.

  Me acordé de vos y me sacudió un terremoto. Me acordaré de vos y me sacudiré con tu foto...

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