Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

viernes, 24 de agosto de 2018

Foro en la mitad



  No fluir, no volar, no devenir. Tampoco viajar, no. Las voces de la clase mierda ya no me funden más el disco rígido con sus palabritas repetidas por doquier. Hoy elijo la tierra, el árbol, la sombra, el mural y la guerra urbana de la que da cuenta mis páginas.

  Veo dos jóvenes que se bajan de una moto para luego tirar balas contra un auto. No hay motivo más que ese rojo que hace del coche blanco de eyaculaciones de fuego. Los malvivientes ríen y después escapan con armas en las manos y veneno en la cabeza.

  Un mundo el mío de partir baldosas contra techos tapados por gorras que llegan hasta la nariz. Villa Rota, más atrás de Barrio Olvido, donde los tiros hacen de los cuerpos estatuas. Cosas del quehacer de muchos.

  Humo, gritos, fuego y hombres grandes amamantados por vino y tetas imposibles de la televisión y los vídeos de WhatsApp. Ahí los ves tirados a los cuerpos borrachos que velan al sol por las tardes de invierno. El ritual de tumbarse de alcohol en las calles, con las consecuentes miradas entre chusmas y piadosas, preanuncia la hora triste del velatorio. 

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