Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

martes, 24 de julio de 2018

Musa aterrada



  El peor monstruo es el que la mirada ajena hace de uno mismo. Me comentaba la otra vez el Rusito que vio un documental sobre el Holocausto; un judío, prisionero de Auschwitz, lo  interpelaba con su mirada triste, resignada a la muerte. Para llegar a semejante horror, la propaganda del régimen criminalizó a todo un grupo étnico. El brillante film alemán Ha vuelto, genialidad que pude ver junto al amigo aquí nombrado, muestra con claridad cómo un discurso puede influir en el comportamiento colectivo. Al día de hoy persiste la animosidad entre distintos pueblos y grupos humanos. Desde ya, yo no escapo de las bajas pasiones y las rencillas. No hablo desde la superioridad moral. Al contrario. Soy un pecador. Sin embargo, sentí ganas de compartir con el mundo estas reflexiones. Dejo la prosa juguetona y casi abstracta para mañana.

  Quizás me excedí con tanto ardor adorniano en la prosa. Sostengo que pese a Auschwitz, y pese a los barcos de desesperados que se hunden en el Mediterráneo, debe haber poesía. En fin, me decía el padre de Rosenthal, otro amigo, "que los judíos pasamos de un tema al otro sin aviso". Yo estoy hablando de males del siglo XX que aparecen hoy bajo otras formas. Di rodeos para que haya algo de marco, a sabiendas de que corro el riesgo de extenderme demasiado.

  Me enteré de que Oxana Shachko, referente del grupo radical Femen, se quitó la vida. Lamento su deceso. Q.E.P.D. Una chica muy joven se ha ido. En lugar de disfrutar de París, tomó la decisión de partir antes de que la llame Dios. Algún malpensado podrá decir "la feminazi imitó a Hitler al final". Veo mal burlar al caído así sea del campo opuesto al de la propia cosmovisión. Sin embargo, no puedo dejar pasar que la señorita contribuyó con notable celebridad a la causa extremista. Conste que muchas veces, casi siempre, los fanáticos comienzan su militancia luego de una situación de yugo. Por ejemplo, el humillante Tratado de Versalles. Lo curioso es que, luego de un tiempo, el grupo reivindicativo pasa de víctima a victimario. Efectivamente, existe la discriminación y el maltrato del hombre a la mujer, en especial en sociedades no occidentales. A partir de una causa justa, el "empoderamiento femenino", se dio un desvío criminal hacia el genocidio del aborto y la persecución a los cristianos, católicos y ortodoxos rusos.

  Femen se parece mucho al Estado Islámico. Dios los cría y las redes sociales los festejan. Unas, en nombre de las oprimidas, van por ahí alterando el orden con su activismo anticristiano y proaborto. Otros, en nombre de los oprimidos, quieren conquistar el mundo para su versión equivocada del buen mensaje del Islam. Curioso cómo religiosos extremos y ateas militantes coinciden en la forma. ¿Habrán de verse las caras alguna vez? Entiendo que las chicas se descontrolan en las iglesias, donde saben que la gente pondrá la otra mejilla. Ahora, ¿osarían batallar por las sometidas del Oriente? No son tontas. Saben que con ciertos colectivos no hay que meterse. 

  En fin. Espero que este siglo no termine en mano de ninguna de estas dos corrientes antioccidentales. Por otro lado, los monstruos no somos nosotros, los hombres, sino las que predican el fin de la familia, esas solitarias que, suicidio mediante, reniegan de la hermosa vida que Dios les dio.
  

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