Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

jueves, 7 de junio de 2018

Sueños locos CXVIII (Año 2033)





  Un hombre llamado Ananías, junto con su mujer, Safira, vendió una propiedad, y de acuerdo con ella, se puso a disposición de los Apóstoles. Pedro le dijo: <<Ananías, ¿por qué dejaste que Satanás se apoderará de ti, hasta el punto de engañar al Espíritu Santo, guardándote una parte del dinero del campo? ¿Acaso no eras dueño de quedarte con él? Y después de venderlo, ¿no podías guardarte el dinero? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? No mentiste a los hombres, sino a Dios.>> Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto. Un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido. Vinieron unos jóvenes, envolvieron su cuerpo y se lo llevaron a enterrar.
  Unas tres horas más tarde, llegó su mujer, completamente ajena a lo ocurrido. Pedro le preguntó: << ¿Es verdad que han vendido el campo en tal suma?>> Ella respondió: <<Sí, en esa suma>>. Pedro le dijo: <<¿Por qué se han puesto de acuerdo para tentar así al Espíritu del Señor? Mira junto a la puerta las pisadas de los que acaban de enterrar a tu marido; ellos también te van a llevar a ti. En ese mismo momento, ella cayó muerta a sus pies; los jóvenes, al entrar, la encontraron muerta, la llevaron y la enterraron junto a su marido. Un gran temor se apoderó entonces de toda la Iglesia y de todos los que oyeron contar estas cosas.
  (Hechos 5:1-11)

 Este pasaje de la Biblia siempre me asombró. ¿Estamos ante un dios comunista? Tal vez. No especularé sobre el carácter marxista del Señor. No estudié Teología en la Universidad Católica. Tampoco poseo la rica formación de los protestantes en las Escrituras. Solamente me detengo ante el horror de dos muertes repentinas, frías, sin sangre. Si se me permite la blasfemia, podría invocar a "la banalidad del mal". No vimos en la cita una furia divina desatada sino un burócrata eterno - redundante el empleo al mismo tiempo de los dos términos - que hace su trabajo y emite sanciones contra aquellos que van contra las reglas. Bien. ¿Pero a qué viene este recuerdo, luego de tantos años de haber hecho catequesis? Hace una semana, un matrimonio amigo murió: María y José dejaron sus cuerpos en el suelo a la manera de Ananías y Safira. Al día siguiente, unos jóvenes tuvieron la amabilidad de enterrarlos en algún campito libre de minas, tesoro difícil de hallar en esta nueva década infame. 

  José se enteró de la muerte de su hijo mayor, Alexis, de 21, fruto de su primer matrimonio. El joven recibió un disparo en el pecho en ocasión de ir a ver a una amiga. Tuvo la mala suerte de salir a la calle justo cuando miembros del Cartel intercambiaban fuego con unos piratas somalíes. Nunca creí que el panorama de la Argentina devendría tan oscuro. Consecuencias de años de debilitamiento de los Estado-Nación so pretexto del federalismo, de respetar las autonomías regionales, de reconocer la preexistencia de los así llamados "pueblos originarios"; el respeto a todos los colectivos posibles, incluso a los imposibles, derivó en la atomización de todo el cuerpo social. Además, vale decir que el déficit fiscal eterno del país, el default, las crisis sucesivas y la destrucción de las Fuerzas Armadas y de Seguridad hicieron lo suyo. 

  José se enteró de la muerte de su hijo y se dirigió a su casa. Le dejó una nota a María, su señora: "Perdón, Negra. No doy más. Este país es imposible. Te espero allá arriba, junto a Alexis". Ella era estéril. Como no pudo tener hijos, le tomó cariño al pibe de su marido. Había amor ahí. 

  José se quitó la tapita blanca de la sien y pulsó el botón rojo. Yo no lo sabía, pero él se instaló el Dignificador Plus. Eufemismo para un dispositivo suicida. Mucha gente se puso el aparatito en la cabeza. María había aprovechado el 2x1, así que también se "dignificó": ni bien leyó la nota póstuma, siguió los pasos de su difunto. Dios perdone sus pecados. Como católico, no puedo estar de acuerdo con una práctica así. 

  Entiendo igual la desesperación de alguien que pierde a su único hijo. No se ven buenas perspectivas en una sociedad sin abuelos y sin descendientes. Un mundo de abortos, eutanasia y narcotráfico. James Condori, líder supremo del Cartel, domina América de punta a punta. Pocos lo saben. Escribo estas líneas por si hay futuro. 

  Cuesta ver el origen de la tragedia. Pero quizás el Brexit marcó un quiebre en la historia del mundo. Luego vino Cataluña, País Vasco, Escocia, Kurdistán, Wallmapu, Tibet y muchos otros territorios más. Pero al poco tiempo, surgieron subdivisiones de las subdivisiones. Por dar un caso cercano, La Matanza terminó reducida a la nada misma. Porque primero se partió en trozos grandes. Y luego, con la excusa de "yo pago impuestos para mantener a otros", casi que cada casa fue una unidad independiente. Una obsesión por acabar con el Estado de Bienestar, Welfare, produjo una disgregación sin precedentes de toda la civilización humana. Ni en la Edad Media se vieron unidades políticas tan pequeñas. No exagero si digo que, en un contexto así, ir de una manzana a otra constituye una aventura sin par. Los conspiranoicos jodieron años con el Gobierno Mundial, algo que anhelaría en las actuales horas de angustia. 

  Tuve la gracia de conocer los Estados Unidos, el imperio más grande y maravilloso que existió en la Tierra. Pero sucumbió a la marea secesionista global. Del Viejo Orden, quedó solamente Israel en pie, aunque en una posición complicada, rodeado el país de loquitos fundamentalistas. De Europa Occidental, ni recuerdos. Hungría, Polonia, Rusia y Austria, países conservadores, formaron, junto a China, la República de Eurasia. 

  La República de Eurasia e Israel, últimos bastiones del pensamiento racional en política, hacen lo que pueden para ayudar en otras partes del mundo. Mientras tanto, ir de una cuadra a la otra nos cuesta vidas y heridas a los que quedamos de este lado. 

  Cada cual encerrado en su casa, conectado a internet, con criaderos de cucarachas para comer. A cien años de la llegada al poder de Hitler, a cincuenta años del regreso de la democracia en la Argentina, éste es el presente que nos toca padecer.   

  Tal vez esto sea lo último que escriba. Estoy encerrado en lo que alguna vez fuera una sede de la Universidad de Buenos Aires, cerca del Parque Centenario, espacio tomado por drogadictos y bandas armadas. Llevo encima una ametralladora todo el día. Vivo atrincherado a la espera de la muerte, o de que alguien me venga a rescatar. Todo lo que puedo decir por el momento.  

2 comentarios:

  1. La inquietud que oscila entre la aparición de un totalitarismo ideológico de color rozado o arcoiris y la desintegración de las comunidades en Occidente quizás comulgue en una sola bestia y exista en la disolución un régimen tirano.
    Te diré como Jesús cuando lloro frente a Jeruzalem:
    "Cuando veas estos signos dejá todo y rajá".
    El Jesús de la matanza sería más corto: "ponete piyo Alan"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola. Gracias por leer y comentar. Me dejaste duro. Muy buen aporte. Te confieso cierto miedo a lo venidero. Pero me entrego a Dios. Saludos.

      Eliminar