Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

viernes, 13 de abril de 2018

Si tinta pinta



  Lo mismo por lo mismo. El mundo es uno y miles de millones. Mientras alguien delira en su blog, otro pelea por sobrevivir en un campo de refugiados. No descubro la pólvora, pero tampoco la escondo, maldita costumbre de nuestros días omitir todo atisbo de decadencia.

  En efecto, tuvimos miles de genocidios a lo largo de la historia. Cada persona vale por cientos, incluso por los hijos que no pudo tener, o las vidas que no pudo salvar. Vale mencionar que, como enseña Jesús, odiar a alguien equivale a matarlo en el corazón. Con esto digo que los muertos fueron muchos más que los de las cifras oficiales. Podríamos haber tenido una humanidad mejor. Pero, junto a esos millones de desaparecidos, se fueron oportunidades increíbles.

  El gobierno del futuro tiene que basarse en darle alegría al individuo, no dolor. La instancia suprema de poder de nuestros Estados es la muerte a manos de la policía. El día de mañana, los premios deberán tener más fuerza que la sociedad del castigo. Hoy hay muchos más presos que personas galardonadas por las autoridades, ¿o no? Tenemos más policias y carceleros que premiadores, si existe ese trabajo. En síntesis, más plazas de juego y abolición de todos los campos de concentración.

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