Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

domingo, 8 de abril de 2018

El sueño de mis sueños



  Último texto de esta serie relativa a los sueños. ¿Qué más decir? Digo, pues, que soy consciente de lo que hago, escribo, siento y pienso. Sé bien que trabajo una escritura que muchas veces habla de la escritura. Soy un edificio que deja ver sus cimientos. No pretendo esconder mi proceso de redacción como si fuera una cocina sucia de un restaurante que se vende como elegante. "Elaboración a la vista". 

  Mi modelo no requiere de gran complejidad: oraciones con algún dejo de yo, párrafos no muy extensos y una casi constante invocación a una lectora que desea preservar el anonimato. También suelo incluir insultos a un lector real que desea golpearme, pero no se anima.

  El fondo último de mi producción se basa en la idea de la existencia de un dios bueno y milagroso: Dios. En general, mi tono intenta transmitir optimismo. No concibo la escritura como una prótesis en torno a una carencia. La soledad, las necesidades materiales, o la coyuntura política, no constituyen, para mí, un fin al cual deba tributarle todo mi esfuerzo escritural. Festejo estar vivo ante todo. Lo literario como catarsis no me parece un camino bello. Busco exteriozar el vitalismo, la línea del aire y el sol. Descarto de plano la cultura del suicidio, el reviente, la mugre y la mutilación.

  En otro orden de cosas, veo más el futuro que el pasado a la hora de escribir. El pretérito tal vez sea el tiempo por antonomasia de la redacción. Todo lo que fue brinda mucha tela para cortar. Lo venidero quizás contenga pocos elementos para pasar a los papeles. Sin embargo, se me da por especular con mujeres por conocer, calles por recorrer, peleas por ganar, días por vivir...

  Hoy, tarde lluviosa de domingo, pienso en vos, mujer lejana. Aguardo un encuentro fugaz -no se entienda esto como eyaculación precoz - o un paseo por alguna ciudad extranjera. Y para vos, sujeto komunista que pretende acabarme - y esto de "acabarme" sí tiene que ver con eyacular -, tengo un golpe recto al mentón. 

  Che, rubia de mi vida, ¿qué decís vos? Te veo uno de estos días en algún bar bien porteño, ¿no? Les cuento a mis otros lectores y lectoras que mi versión del Corán está llena de camellos...



  

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