Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

sábado, 8 de julio de 2017

Violensía (violencia más poesía)


  Tuve que colocar una aclaración entre paréntesis en el título: "Violensía (violencia más poesía)". No sea cosa que piensen que uno tiene faltas de ortografía y sigan de largo ante tamaña burrada. Es el riesgo que se corre cuando aparece lo de la experimentación con las palabras. 

  Ahora bien, violensía es lo que produzco: una escritura cargada de sangre, semen y pasiones varias. Soy un crimen hecho prosa, un testimonio de conflicto de época. Admito, algo sonrojado, que este camino es divertido pero no sé bien adónde me lleva. Tengo miedo por momentos. Sin embargo, una voz interna me dicta lo que tengo que escribir.

  Otra cosita: creo más en la escritura del vos que en la escritura del yo. El uno sobre el que escribo es Alan metamorfoseado por presencias y ausencias; por anhelos y desvelos. Porque quizás el que escribe no exista sino a través de las sumatorias de otros que lo componen. Ya se dijo antes: "No soy yo, sos vos". Ahora sí, con más cursilería que nunca, afirmo que los poetas no existen: son creaciones de las musas para que ellas se hallen justificadas ante los demás y ante sí mismas. Casi al modo de los dioses que crearon los hombres de antaño para no sentirse tan solos. 

  "Tu forma denota también mucha violencia". Es forma nomás, no contenido. Intento mostrar las tribulaciones de la carne, del mundo; la lucha que se da entre distintos elementos del aire. Busco, finalmente, el domingo sin ocaso en el que la humanidad entera entrará en su descanso. Mientras tanto, en el destierro de este mundo, te veo a vos y soy un mar de pecados, de tentaciones, de deseos impuros y pasiones desordenadas. Me confieso escritura. Ofensa por partida doble: la moralina progre y feminista me condena por mis escritos libertarios con la etiqueta de fascista, que reivindico por pura provocación nomás. A su vez, la cultura judeo-cristiana, que me hizo de su barro, me quiebra por dentro y me muestra los desvaríos que cometo por apartarme de la sana doctrina. Y si fuera a otras opiniones, a otras miradas, difícilmente hallaría juicios benevolentes para esta prosa pornográfica leída en varios rincones del planeta. Así y todo, soy como las prostitutas: la sociedad me juzga pero no puede dejar de mirarme.   

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