Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

domingo, 18 de junio de 2017

Sueños locos XCII (Nuevos mundos posibles)



  En la última semana, tuve un incidente con un ciudadano oriental: viajaba tranquilo en el subte hasta que el idilio de calma y paz interna fue cortado por un "¡la concha de tu madre!" Se nota que el amarillito aprendió rápido nuestros malos modos. Se notaba también que era extranjero por su acento, no se trataba de un asiático nacido y criado en la Argentina. Se sabe que la gente del Oriente es chiflada, eso no es novedad para nadie. Lo que sí es novedad es lo que me pasó en 2020 dentro de un supermercado chino en Barrio Nagera, complejo de monoblocks de la zona sur de Buenos Aires. ¿Se acuerdan del caos social, de la salida anticipada de Macri, de todo el quilombo que hubo en la Argentina? 2018 y 2019 fueron mil 2001 en uno. No olvido. Aunque meses después de la tormenta tropical, se vio un verano seco, agradable, con brisa. Así son las crisis: como una Sudestada que se lleva todo, todo. Y a empezar de nuevo. 

 Verano de 2020. Estaba viviendo solo en Nagera, barrio que la mayoría de ustedes, burgueses boludos de Palermo y Caballito, no debe conocer. No importa. Ya tendrán ocasión de hacer un tour con este servidor. La cosa es que encontré un departamento en buen estado, tomé un crédito y me fui de lo de mi vieja. Todavía cursaba algunas materias en Puan así que el 56 me venía de diez: en menos de veinte minutos, estaba en Parque Chacabuco listo para una jornada intensa y extensa de lectura y clases teóricas insufribles (todavía no sé cómo hice para recibirme y no expulsarme de ese loquero).

  Ustedes, que suelen viajar seguido al exterior, tienen algo para ver cuando desde Ezeiza vayan a sus casas: miren a la derecha de la autopista mano al Centro. Miren con atención luego de que pasen Avenida Escalada. Verán un galpón grande al costado de un complejo de edificios. Eso es un supermercado chino. ¿Vieron qué grande que es? Hace años que está ahí esa construcción que corta con la monotonía estatal y estatizante del barrio de viviendas sociales. Bueno, ahí mismo hago todas mis compras porque venden de todo. Es cierto que los precios no son de lo más económico pero siempre preferí ahorrar tiempo y no irme la vida entera en busca de ofertas.

  Sepan disculpar lo largo de la intro pero es más importante el lugar que el qué. El lugar y el momento histórico de la Argentina: una mañana fresca del verano de 2020. La gente con fe, con esperanza. Una nueva patria despertaba en aquellos días de enero.  "Entramos en default. No hay plata. Los acreedores tendrán que esperar que paguemos en cómodas cuotas, sin intereses ni punitorios. Quebramos por culpa de la especulación. Le prestaron a Macri a sabiendas de que no iba a devolver. Los fondos buitres armaron todo este plan". No recuerdo qué político dijo esto. Pero fue un alivio dejar de pagar la deuda externa por dos años o tres años. Se reestructuró todo y se hizo un pacto social histórico que reconstruyó el país. Yo estaba contento: vivía solo, tenía trabajo y me dedicaba de lleno a estudiar y a hacer deportes, siempre salía a correr al costado de la Autopista Dellepiane o me iba a entrenar a Deportivo Español, cerca de casita. 

  Fui esa mañana nueva de nuevo mundo al supermercado chino que menté antes. Me encontré con una mujer blanca de unos cuarenta años. Se notaba la edad por la voluptuosidad, los modos, la conversación, la actitud. El rostro no la delataba por arrugas traicioneras o algún rasgo del paso del tiempo. Pero yo, conocedor de la calle y sus habitantes, sabía que no era la típica mina de veinte con su pose ingenua, la mirada soberbia, los labios danzantes, el culito hacia atrás, las tetas adelantes. A una determinada edad, las tipas suelen valerse en lo mejor de su naturaleza y no en el fragor de artificios forzados hasta el paroxismo. Digamos que esta dama de cabello negro y ondulado, de pechos generosos y ojos pardos a la italiana estaba muy bien y más que bien. Ella atendía la parte de fiambrería. Pero yo no fui a buscar fiambres sino helados. Sí, ese chino tenía tarros de helados en sus grandes y cuadradas heladeras blancas. Le pedí los gustos que quería pero la señorita - sabía que era soltera y que no tenía hijos - me invito a servirme: "Elegí lo que vos quieras". Mezclé gustos a lo pelotudo, se reía ante la ausencia del ojo rasgado vigilante. 

- Los chinos son medio locos. Menos mal que no están. Ellos, cuando están aburridos, hacen cualquier cosa. El otro día vino mi jefe y tiró todo lo que estaba en las góndolas al piso. Había estado tomando merca. Vos viste cómo son. -

- El tedio. Sí, me hace acordar a Literatura Francesa, donde vi el texto del italiano Agamben sobre los monjes de la Edad Media. Y sí, creo que en El extranjero de Camus el chabón mata al árabe por estar al pedo, ¿no? Bah, no sé. Se me mezcló todo. Me recibí hace un tiempo en Letras pero voy y curso otras materias como para hacer algo. Ya estoy quemado, perdón. -

  Ni sé qué estaba diciendo. Había fumado marihuana a la mañana. Deliraba. Ella se reía. Mucho no entendía lo que decía. Era una mina medio metalera que se le había dado por estar sola, por no estudiar, por trabajar siempre siempre sin importar de qué: una chica heavy metal que la encontró la vida sin hijos, sin marido, sin carrera ni problemas. Vivía en una casa del así llamado Barrio Nuevo, al lado de Deportivo Español. Creo que se la dejó el padre o algo por el estilo.

  No me acuerdo muy bien de qué seguimos hablando. Sí retengo que versaba sobre lo locos que están los chinos, sobre lo malo que es estar al pedo y todo eso. Por esa misma razón, por no estar sin hacer nada, nos fuimos a coger al depósito. Menos mal que no vi ratas porque se me habría bajado la poronga por temor a un mordisco. Así concluye este relato de esos años locos, los años veinte en la Argentina del veintiuno. 

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