Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

jueves, 16 de junio de 2016

Un mundo de muros



 Varios condenan el muro que el señor Donald Trump, futuro Presidente de USA si Dios se apiada de ese país, quiere construir en la frontera con México. También se condena la barrera que Israel puso para protegerse de los palestinos o el tristemente célebre Muro de Berlín. Lo muchas veces dicho: un mundo sin fronteras, sin límites, al alcance de todos. Lo curioso es que muchos de los que repiten esas frases vagas son los primeros en bloquear al prójimo, en negarlo, rechazarlo, rebotarlo, maltratarlo. Tiene razón el Papa Francisco cuando pide que tendamos puentes. Pero el Catolicismo no puede predicar que se le abran las puertas a todos de manera indiscriminada. ¿O acaso las naciones van a ceder su soberanía para que ingresen ladrones, narcos, terroristas, asesinos, violadores? La inmigración de gente trabajadora y honesta es de fundamental importancia para el país receptor. Argentina, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Australia y Sudáfrica se hicieron gracias a los inmigrantes, lo sabemos. Pero hay inmigrantes que, lejos de hacer, deshacen. Es algo para tener en cuenta. Soy católico y no discuto a Su Santidad. Pero sí creo que hay que frenar los facilismos discursivos en ambos bandos, el latino y el anglosajón, el bando de la Iglesia de Roma y el protestante. Hay que conciliar posiciones: no puede alguien salir a prender fuego el aire para ganar votos cuando en verdad es casi imposible que se deporten a más de diez millones de personas así como así. Del mismo modo, no se puede ser ingenuo y pedirle a otros países que reciban masivamente a ciudadanos del Tercer Mundo sin un mínimo de control. El país de uno es como su casa. ¿Vos invitás a cualquiera a quedarse a dormir o a comer? 

  Es loco pero el párrafo anterior, lejos de ser una introducción a un texto de opinión, es una mera digresión de una reflexión bien personal, sentimental. Lo que en verdad me importa decir es que vos, que tanto criticás a Trump, me levantaste un muro infranqueable. ¿Qué diferencia hay? Sí, me dirás que no se puede comparar algo de índole interpersonal con un hecho que atañe a millones de seres humanos. Claro que no. Sin embargo, aunque en una escala muy pequeña, vos y todas las que se te asemejan aplican conmigo la discriminación, el bloqueo, el derecho de admisión, el rechazo. Al fin y al cabo, vivimos en un mundo de muros, ¿o no? Yo mismo marco distancias cuando no me siento del todo cómodo. Pero hay una diferencia: admito que las cosas no son como queremos que sean, que las naciones y las personas construyen su realidad como pueden o quieren. Desde ya, tenés derechos a poner a tu Border Patrol para que yo no cruce tu valla. Sos libre y soberana como deberían ser todas las mujeres y todos los hombres del universo. Eso sí, así como los Estados deben ser conscientes de las necesidades humanitarias, de las migraciones económicas, así también vos deberías saber que yo soy un refugiado afectivo, un solitario que quería asilo en tu pecho. Pero vos rechazaste la solicitud y ahora muero detrás de la alambrada, encerrado en una prisión de angustia. Obvio, el hecho de que los gobiernos de todas partes contemplen todas las posibilidades, los hechos, los antecedentes, los pro y contra y los riesgos de sus movimientos no significa dar el sí. Claro que no. Pero los gobernantes siempre estudian los problemas en todas sus dimensiones, o al menos eso deberían hacer para el bien de su gente. Ahora, ¿vos tuviste en cuenta algún factor en mi favor, pensaste en mí o solamente te centraste en vos, como buena burguesa? Quisiera saber eso. Acepto que me nieguen la visa con el pretexto de que es probable que me quiera quedar dada mi juventud y mi posición social endeble en la Argentina. Del mismo modo, habría aceptado que me niegues la entrada a tu país con la excusa de que estás con otro, por dar un ejemplo tonto.

  Nada, acá estamos nuevamente, combatiendo al capital. En medio de la necedad, al borde de un acantilado interno, muy cerca de caer. Es lo que hay. Construir en medio de las ruinas, esa siempre fue mi consigna, mi despertar en posición fetal, el contemplar un mundo que no fue hecho para mí pero que yo, con suerte, puedo llegar a modificar aunque más no sea plantando un árbol o escribiendo un libro lleno de verdad, un libro que diga que todos tenemos nuestros muros mentales, nuestros pequeños tiranos, nuestros totalitarismos y sectarismos. En vez de proyectar todos nuestros sentimientos en un político, ¿por qué no echamos una mirada introspectiva? Tal vez la clase dirigente sea tan desastrosa porque refleja la mentalidad de una sociedad compuesta por egoístas y mentirosos. Si todos fueran tan buenos como dicen, esos que critican a Donald Trump y se creen los grandes solidarios y socialistas por algunos discursos al aire, las cosas no estarían tan mal a nivel nacional e internacional. El poder no es solamente el hijo de puta que está en la Casa Rosada o en la Casa Blanca, el poder también sos vos que, de alguna forma, me mataste, y yo, que tengo el saber para escribir estos párrafos de tristeza y desazón...

No hay comentarios:

Publicar un comentario