Más que "el participativo", yo soy el Rey Loco. ¿Así que vos, barrilete progre, querés que el sistema educativo argentino me destruya así me desanimo, dejo todo y me hago taxista o remisero? Bien, eh. Una entelequia la tuya. Y sí, soy un campeón, un genio de la vida. Porque soy de abajo de verdad, de la calle, del barrio. ¿Vos de dónde sos, vigilante? ¿Caballito, Palermo? Yo tengo huevos y voy al frente para alegría de la gente. Sí, lo más campante. Porque quiero, de verdad, no de chamuyo, igualdad de oportunidades iniciales. Y, sobre todo, achicar las desigualdades. Para que ser chófer no sea una afrenta, como lo plantea la maldita progresía diabólica porteña. Al contrario, orgullo debe tener el que trabaja recorriendo nuestra ciudad. ¿Quién dijo que un académico es más que un barrendero? Somos todos parte importante de nuestra sociedad. Hay chetontos y chetontas que no lo pueden entender pero esos son los que me vienen a descalificar a mí. Cada cual debe ganar un sueldo que le permita tener vivienda propia de calidad, salud, educación, alimentación digna, vacaciones, capacidad de ahorro, esparcimiento y todo lo que la persona necesite.
¿A mí me vas a venir a hablar de la vida, idiota? ¿Y qué es eso de "saltarle a la nuez patriarcal"? Se nota lo que son ustedes, eh. Sigan así, por el camino de los mamertos y los mequetrefes. Luego dicen que el menso es uno. Ya van a ver, los voy a acusar conmigo mismo. Al final, todas las voces tienen que ser parte de su coro. Uno dice algo distinto y se vuelven loquitos. Bar de mala muerte. Las meseras están buenas pero los viejos que van ahí apestan a sudor de rata. Avenida Corrientes.
Es tanta la indignación que ya no puedo escribir más. Me voy a hacer un par de pajas y luego sí, a dormir. Será hasta mañana, si Dios quiere...
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