Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

jueves, 23 de abril de 2015

Sueños locos XXXVIII (La menstruación)



   Era mía pero se la presté a otro, a su otro. Era otro tiempo, tiempo futuro. Invité a su ex por morbo, placer y locura. La amaba tanto que la hice muy feliz. Nada como una mujer liberada por la voluntad de su marido. Él se apareció con la belleza que lo caracteriza: pelo largo rubio, ojos azul absoluto, piel de Dios y miembros delgados y sensuales. Todo perfecto. Se hicieron los dos uno en mi cama y yo los miré con delicia sentado a un costado. Me deleitaba contemplar al muchacho vigoroso arrasar las carnes de mi escuálida esposa. Yo pedía que le dé cada vez más fuerte so pena de golpearlo. Ella gritaba como una torturada y hasta lloraba. El pobre joven se sentía extenuado ya pero de mí no recibía más que insultos y recriminaciones para que redoble esfuerzos. La señora mía reventaba de gozo y dolor y yo la amenazaba con penetrarla por atrás si no complacía a su amor de antaño. Era un círculo vicioso de lujuria loca y atrevida. 

   Alguna vez supo ser de él pero el tiempo la arrimó a mí. Hubo mucha agua en el medio, océanos. De todas formas, yo siempre quise que conserve los vínculos con su otro gran amor. Entre él y yo, monopolizamos el cuerpo de la dama y la hicimos y deshicimos a nuestro antojo. Me quería mucho el hombrecito valiente. Es cierto que todo se perdió en un sueño y eso es sabido desde el título pero hay algo más, algo que me asombra: yo no puedo creer las vueltas que da mi mente para crear situaciones tan extrañas e inverosímiles...

- No importa que estés menstruando: quiero tomarme toda tu salsa. - Le dijo él. 

   ¿Hace falta decir que yo exploté de alegría? Quería que se la tome por entero, que ella se derrita en su boca de hombre bueno y apuesto. Pero no, los sueños húmedos se evaporan en la irrealidad las más de las veces. Al despertarme, constaté en menos de un segundo que nunca fue mía y que el cuadro anterior no fue más que una expresión de deseo de mi inconsciente. Lamento verme en nupcias con la soledad. Otra vez será. Como digo siempre en estos casos, espero que sea premonitoria este postal de mi almohada loca...

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