Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

miércoles, 25 de marzo de 2015

La canción de la paz V (Cumpleaños)




   Ayer cumplí los años. No tengo mucho para decir. Sólo agradecer a Dios por el regalo que me dio: la vida. Pero hubo algo más, algo que no puedo decir pero que me hizo y me hace muy feliz. En estos días duros, tengo la satisfacción de no hallarme tan Alan como antes. Algo es algo. Es verdad que vivimos con esto del "vamos por todo" y que muchas veces terminamos en la nada pero ahora hay una dicha para mí...

   Debo reconocer que esto tan maravilloso del ahora tiene un qué sé yo que podría antojarse marginal, un tanto lejano. Pero hay un indigente en mí que sonríe con las luces de la calle y se ilumina con ellas pese a que no le pertenezcan del todo o algo así, ¿no? Ni yo sé qué decir. Por eso salgo al campo a enredar todo. Es el vicio de marearme a mí mismo para impresionar al rival y que caigo en el juego fatal de dar vueltas sin encontrar la pelota. No tengo más. Voy a correr hasta el final y voy a intentar ganar el partido aunque más no sea desde lo moral. "Campeones morales" no es un mal título para el que no tiene copas en la vitrina. Y ahora sí, no me para nadie... Nací de vuelta, nací otra vez, nací mil veces. Y nací solamente para mí, para no morir jamás...

   Voy a ser joven por siempre. No voy a envejecer. Me voy a reír de la muerte y de todo lo que haya bajo el cielo. No hay nada más que imágenes. Dios me cuida. Voy bajo sus alas y bailo liviano en el canto del amor. Pleno corro por las calles y encuentro todo lo que me hace bien en cualquier esquina. Está todo en calma. Nada me importa tanto como... Nada me importa tanto como... ¡Y no puedo escribir! Pero no tengo tanto miedo como antes. Me teletransporto. ¡Ahora sí que estoy en mí! Les voy a contar una de la buena, les voy a cortar una línea de la mejor, no de esa porquería que se ríe de vos en tus narices...

   Solamente por frivolidad voy a caminar por jardines ajenos. Mi sendero ya fue trazado por mí. Y ya dije, aunque más no sea sin decirlo, dónde quiero estar. Pero no puedo dar más porque sería quitarme a mí mismo la chance de seguir con este juego perverso de ir y venir sobre la nada. Si me arrojase a la negatividad pura, al no pleno, no habría de mí nada más que silencio. Pero ahora escribo. Y escribo que la otra vez crucé junto a un amigo el puente que une la avenida Piedrabuena con el otro lado de Villa Lugano, yendo al sur. Mi compañero de anécdotas vive en los edificios. Me acompañó para charlar un poco más. El lunes. Pasamos la autopista Ricchieri. Al llegar a nuestro punto de despedida, pasó una hermosa señorita rubia a bordo de un Mercedes Benz. Manejaba muy contenta al mirarme. Sí, me miró como para derretirme y me sonrió. Mi vista iba mano Riachuelo, aunque suene feo. Yo estaba ahí. Mi interlocutor miraba hacia el norte. Ella, la chica bonita, iba para el lado del Centro. Espero no haber errado el vizcachazo. No me interesa la que se fue con su alemán de cuatro ruedas. Era una historieta nomás. Seducción de barrio. Hay algo muy superior que me mueve a la risa y a la dicha de expresarme de esta manera...

   La vida sigue y yo sigo en ella. Me tengo que borrar de acá. No puedo parar. Hay que seguir, seguir como sea. En un momento uno para y se da cuenta de que va como el perro que se persigue la cola. Pero este no es el caso. Parte de todo esto es ir por la vida como si nada. Ya bastante catarsis hago por acá. No corresponde que me deshaga acá en elogios velados a la razón. Justamente, la razón exige que nos demos a conductas perfectas, a actos buenos como estudiar, progresar y lucir como los demás. Porque si no fuera así, sería locura y no razón. Pero qué sé yo. Hay que ponerle un punto final a todo. Es lo que hay por el momento. Puede que esto deje gusto a poco pero a veces ese poco es caviar. ¿O sería preferible que me llene de pan cuando "el hombre no vive solamente de pan"?

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