Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

domingo, 6 de julio de 2014

Pensamientos ("Honrarás a tus hijos")








"Mucho tienen que hacer los padres para compensar el hecho de tener hijos" (Nietzsche)

 No voy a decir que Dios no existe porque no es así. Tampoco lo creo. Dios será la garantía de toda mi exposición, lo único que de verdad voy afirmar. Es lo que me da certezas a lo largo de este texto. Mejor dicho, no soy ateo, loco, comunista o negador. Pero sí soy cuestionador de ciertos conceptos que están dados como algo inmutable y universal. Empecemos: "El hombre se rebeló contra el Señor". Bien, yo estimo que era necesario que Adán se aleje. Era una forma de manifestar realmente el Libre Albedrío, la voluntad diferenciada que nos constituye en otros seres distintos del origen. El origen en sí es una categoría con una carga metafísica muy pesada. Pero quedarse para siempre en él no mostraría vida de nuestra parte sino que nos encontraría como parte integrante de aquello que nos hizo, es decir, que no seríamos nada. Es como pretender tener un hijo siempre en brazos: imposible. Para ser, tiene que partir. Y esto ya nos lo muestra la naturaleza. Entonces puedo afirmar que el Pecado nos dio vida como seres autónomos, aunque fuera necesaria la Redención para reconocer de dónde vinimos. Negarlo sería insensato. Pero también es ficción crear del barro una criatura y pretender que no se mueva por sí misma. Es su destino como ser animado el hecho de andar. Si no, no sería más que algo inerte. Aunque todo esto que digo no es más que la introducción a algunas ideas mayores...

 Ya dije que era necesario en el Plan de Dios que el hombre se diferencie del Padre mediante la desobediencia de Eva. Si no, no habría habido humanidad ni historia sino solamente un perpetuo no ser o algo muy parecido a la nada. Había que comer del Fruto Prohibido para ser. Si no, no nos hubiéramos diferenciado nunca del Origen en vistas a ser parte del tiempo. Nos fuimos. Nos caímos. Hicimos lo que teníamos que hacer, pese a que la teología más vulgar y difundida diga lo contrario. Ahora estamos en el mundo. Y si bien es cierto que debemos honrar a los que nos dieron la vida, y a Aquel que nos la dio, no es menos cierto que no pedimos venir a la Tierra. Nadie le dijo a su madre "quiero nacer". Así tampoco el género humano le dijo al Altísimo "quiero ser creado". Fuimos creados, fuimos lanzados. Es cierto que luego Cristo vino a rescatarnos de nosotros mismos y de ese posible error que fue hacernos. Eso no lo puedo tratar. Pero sí puedo decir que estar acá no es fácil, para nada. Muchas veces esto se convierte en un valle de lágrimas y de las más saladas. Por eso es que el Espíritu Santo nos da consuelo. Y por eso es que el Hijo Pródigo recibe tales atenciones: porque él no quiso existir sino que lo hicieron existir. Aunque él se haya extraviado en el cruce de todos los caminos, estamos todos como hombres sometidos a la tortura de las tentaciones, las sensaciones y al dolor de tener que elegir siempre. Siempre elegir. Y eso le pasó a aquel que fue a revolcarse en medio de los cerdos...

   Nos hicimos distintos. Ya está. Lo hecho y los hechos. Pero no era necesario que nos alejáramos tanto. Por ello, Jesús nos hizo volver. Y volvimos en el amor y el conocimiento. Pero esto no quita que Dios debe honrarnos a nosotros por habernos hecho sin que se lo hayamos pedido. ¿Cómo nos honra? Mediante la belleza de la creación. Bien quisiera que todos así lo crean pero no depende de mi voluntad. Ahora, tengo algo que cuestionar. ¿Por qué nos hizo "el de arriba"? ¿Por qué estamos? Yo pienso que nos hizo a su imagen y semejanza porque quería a su vez que nosotros lo hiciéramos a él. Porque hacernos a su imagen y semejanza implica que nos hizo con la capacidad de que nosotros a su vez pudiéramos hacer a otros, incluyendo, tal vez, a Él mismo. Me refiero a que no sé si se puede existir sin que otros existan. Bueno, en realidad se puede. Como poder, claro que se puede. Él no necesita nada para ser. Es suficiente por sí mismo. Pero quería ser amado. O eso se puede entender. Ahí aparecemos nosotros. El reconocimiento es una forma de ratificarse, de confirmarse, de decirse sí a uno mismo. El Eterno se reconoce en nos pese a nuestra finitud y brevedad. Somos de su raza. No podemos negarlo. Y Él no lo niega. Igual, no son más que subjetividades y pequeños pecados de juventud estos que deslizo. Pero todo se perdona porque yo no caigo en ateísmo ni en desesperación. Siempre digo que sí porque es siempre sí.

   Pensar que Dios nos creó por vanidad es algo casi blasfemo. Él no necesita nada. Pero sí hay algo que lo llevó a hacernos. Eso quizás nunca lo sabremos, mas estamos y somos. Nada más hay para decir. Pero sí quiero proseguir en otro orden de hechos, de implicaciones, de deducciones, vaguedades, inferencias e imprecisiones. Yo mezclo todo. Soy ecléctico. Escribo porque escribo y escribo porque vivo. Mi letra es una forma de ratificarme, de inmortalizarme y afirmarme más allá de mí mismo. Busco existirme. Sí, "existirme". Me tengo que existir en mí mismo y en otros y en lo otro una y mil veces y así hasta siempre. Es fundamental. Podría seguir siendo aunque no escriba pero no sería lo mismo. Tal vez si nosotros no estuviéramos, ya no sería igual. Pero en ese caso no podríamos saberlo. En un plano semejante no se puede pensar. No se puede nada. Y hasta tampoco se pueda no poder. Es demasiado complicado ingresar en esas regiones. Así que me veo obligado a reconocerme pecador, ignorante, malo, vulgar y bajo en esta dimensión de lo incognoscible. Entonces me desplazaré a otros sistemas, a otras estructuras. Pero antes quisiera decir un último pecadillo ya en un plano estructuralista, justamente: "Dios es lo que el hombre no es y el hombre es lo que Dios no es". De ahí la necesidad de diferenciarnos mediante el Pecado Original. Porque si no hubiéramos pecado, seríamos como Él, que con amor nos redimió de nuestro destino y voluntad...

  Bueno, vamos a lo nuestro, vamos a nuestro tiempo: hay, por lo menos en la Argentina, una aberrante cultura ítalo-católica matriarcal e ignorante que reivindica a la figura materna hasta el hartazgo: "la mamma", dicen todos esos idiotas descendientes de italianos. Bien, lo que planteo yo es que le debemos respeto a nuestros padres como se lo debemos a todo el mundo, naturalmente. Es una cuestión moral y no se la debe discutir no ya en base y solamente al orden religioso sino también, y quizás por sobre todas las cosas, al orden social: no podemos vivir faltándonos el respeto los unos a los otros. Sería un caos si así fuera. Y quizás es lo que estamos viviendo hoy en medio de la violencia, las drogas, la inseguridad, los accidentes de tránsito y demás. Obviando estas consideraciones secundarias, hay algo que no se puede soslayar y es lo que marqué en los párrafos anteriores: no pedimos venir al mundo. Entonces los padres le deben más amor a sus hijos. Los niños no son productos susceptibles de ser manejados según la intención materna y paterna. No, por el contrario, son seres con derechos propios; derechos inalienables que los constituye como personas libres e iguales ante la Ley y ante Dios en virtud de que aquellos que los engendraron son de la misma naturaleza y no pertenecen a un estadio superior. ¿Qué quiero decir con esto? Que hay que meditar bien los actos antes de realizarlos. Porque nosotros nos debemos a nuestros chicos y no ellos a nosotros, como a su vez nuestros progenitores deben o debieron deberse (valga la redundancia) a nosotros y no nosotros a ellos. En esta época del mundo, en esta época de pobreza y desempleo, es una demostración de irresponsabilidad y de falta de ética el llamar a la cigüeña antes de tiempo. ¿Propongo el aborto? No, nunca. Lo que digo es que uno debe cuidar su conducta para no tener que lamentarse el día de mañana de que otros a su vez se tengan que lamentar por el mal accionar de uno. ¿Se entiende? Sé que tengo un estilo oscuro, denso y difícil pero es lo que hay...

   Independientemente de que todo católico tenga un ateo dentro de su corazón, igual que ese dios que le preguntó a Dios "Padre, Padre, ¿por qué me has abandonado?", digo, indistintamente de todas las especulaciones teológicas, filosóficas y metafísicas; llamo a un compromiso no ya con nosotros mismos sino también con aquellos que nos han de continuar. Hay un tiempo y un lugar para cada cosa. No pedimos venir al mundo. Sabemos de lo que se trata. Hemos vivido la desocupación, el hambre y la miseria. ¿Deseamos reproducirla de generación en generación? Supongo que no. El Sistema nos obliga a la esterilidad, a vivir en la cultura de la muerte, la cultura de los viejos y las cabezas blancas, pero no nos queda otra. Es lo que hay. Así que no hagamos sufrir a otros como nos hicieron sufrir a nosotros. Lo digo más que nada para aquellos de mi generación que la pasaron mal como me ha tocado a mí en suerte. Saludos.

1 comentario:

  1. Muy profundo tu comentario y tendría que meditarlo también muy profundamente para responderte. Saludos !

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