Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

sábado, 16 de noviembre de 2013

Emiliano (la Shell de Avenida del Libertador y la Ferrari)

        










         Toda semejanza con la realidad no es más que una mera coincidencia y hago esta aclaración para poder contar esta historia sin que me confundan con el personaje...
         Un tiempo atrás me hablaron de un joven llamado Emiliano. Él se dedicaba a alimentar caballos y a limpiar letrinas para poder sobrevivir. Nuestro héroe a duras penas podía existir en un mundo dominado por los caprichos del Estado de Israel. Emiliano debía tomar todas las mañanas el orin de un toro rojo para no quedarse dormido ni en el trabajo ni el estudio. Él ya estaba cansado de la injusticia social y de la falta de propinas. Por eso robó un negro corcel italiano montado durante años por un jinete alemán. Todo lo hizo al saber que el objeto del deseo suyo estaba siendo manoseado por otro...

        Una aventura a alta velocidad huyendo de las viejas mulas policíacas. Sublime. Emiliano iba escuchando a Judas Priest mientras escapaba luego de robar un banco usurero. Este era el castigo divino al capital por robarle a la gente encerrándola en el corralito de la miseria...
        Velocidad pura rumbo al sur atravesando Avenida del Libertador. Emiliano llevaba en esa carrera infernal una bandera de dos caras colgada de las riendas del caballo; de un lado se presentaba la bandera argentina y del otro se mostraba la sangre de los martires y un sol ya oscurecido en pleno Kali Yuga...
        Entre el robo, la fuga y el paseo, la madrugada ya había llegado con su frío abrazo matriarcal. Emi no tuvo mejor idea que secuestrar a su compañera predilecta de escuela. Ella era blanca nieve con rayos de sol enlazados sobre su bella testa. Una combinación mortal de cerebro genial y cuerpo digno de sensual espectáculo. Ella poseía ojos tan verdes y tan marrones como los del "Loquito" - "color del tiempo" - pero con anteojos. ¡Ay esas caritas de desquiciados, blancos, enfermos de mierda!

- ¡Vamos piba! ¡Vámonos a la mierda! -
- La respuesta es categóricamente no. -
- Sé que estás comprometida pero no hay nadie mejor que yo y por eso digo que yo soy tu hombre. Te hablo muy en serio aunque te pese.-
- ¡Basta! Seamos compañeros de escuela y nada más.-
-¡Vamos rubia! ¡Dejá ya tu puta psicología y hagamos el amor y no la guerra!-
-¿No entendés lo que es "basta"?-
-No.-
-¡Más vale que lo entiendas porque no me gustan los misóginos como vos!-
-Yo le dedico muchas cosas a las mujeres bellas como vos. Si supieras las cosas que hago pensando en vos, seguro que cambiarías tu forma de dirigirte hacia mí.-
-¡Déjame ir en paz y te prometo silencio!-
- Esta es mi espada y mi lucha; haz con ella lo que quieras. Si deseas darme muerte, podés atravesar mi abdomen que recibiré con placer todo el dolor que me des; si querés irte conmigo y dejar todo atrás para no volver jamás, has de arrojar al suelo el acero.- Todo esto le dijo el pibe con una espada en la mano...

   
        Sé que ella hizo lo correcto según la persona que me contó la historia. Lo que omitió decirme mi informante es nada menos que el final. ¿Qué habrá sido lo correcto para esa chica?

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