Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

jueves, 11 de abril de 2013

Pesadilla de una mujer que nunca dormía...

     

     
        Ana y su soledad. Ella nunca despertaba porque no dormía y no dormía porque no comía (y no comía porque no podía). Hace algunos meses se había promulgado la libertad de ayuno. El Rey Juan Carlos no vetó la ley porque decía que cada uno y cada una es libre de hacer lo que quiera con su cuerpo (el Rey Burgués tenía miedo de perder las elecciones ante Zapatero III. La ciencia lo llevó a vivir 150 años con la condición de llevar el Progreso a todo el mundo hispanoparlante). Ana. Retazos de una vida que nunca fue. Libertad para morirse de hambre. Otra de las leyes recientemente promulgadas fue la de la libertad de ocio. Abolición formal del empleo. Nadie se daba cuenta de lo que pasaba porque la inanición no deja pensar. La raíz de esta última ley antitrabajo fue la recesión eterna y la crisis perpetua (crisis que se hizo terminal con la Guerra de Irán o Guerra de los Cincuenta Años). Años...

         Ana no tenía para comer y no tenía trabajo pero se creía dueña de su propia vida. Así de libre se sentía en su aborto semestral. Un día un cura le preguntó si ella no era esclava de la necesidad al practicar "la interrupción del embarazo". El sacerdote fue preso por "violencia de género" y ella recibió prensa masivamente durante toda una semana. Ella era libre para elegir qué hacer de su vida o, al menos, eso era lo que creía. ¿Podría haber formado una familia con tres hijos? Evidentemente, al no tener trabajo y al carecer de comida, no podría haber llamado a París (a París se llamaba para que vayan las médicas aborteras a casa. Estas pagaban seis mil euros por cada aborto. Pagaban por ser residentes o estudiantes. La especialidad medicinal del momento, la más prestigiosa, era justamente el arte de abortar luego de la cirugía plástica y la eutanasia). "Libertad reproductiva" es un eufemismo para limitación reproductiva. La desocupación es una forma solapada de esterilización.

          Ana no era de ninguna parte. Estuvo mucho tiempo trabajando de meretriz en España pero había nacido en Buenos Aires. En Madrid tuvo la dicha de trabajar por cuenta propia cosa que en su ciudad natal le costaba mucho por la trata de personas (en Europa las señoritas podían tratarse a sí mismas sin intervención de la policía o los proxenetas). De un momento al otro quedó sin trabajo porque los hombres travestidos le quitaron el lugar. A esto hay que sumarle que la competencia se había tornado muy dura para ella. Rameras de todas partes habían inundado España y ella ya no era tan linda como antes y apenas tenía treinta. Al final se dedicó a lavar copas en todos los bares del mundo mientras se hacía lesbiana.

          En otra de tantas libertades, Ana se entregó al vicio de las drogas. Libertad para el suicidio dosificado. Guerra Química. Los chinos fueron sabios y supieron contrarrestar la intención inglesa de introducir el opio en sus dominios. Las decadentes democracias occidentales no quisieron obrar como lo hicieron los chinos y así les fue... Más libertad: en el año 2012 se permitió a los jóvenes de dieciséis años votar en la Argentina. Años después les fue permitido casarse y realizar muchas otras actividades. Diez años más tarde los adolescentes de catorce gozaron de esta ampliación de beneficios. Unos veinte años más tarde los niños de doce fueron beneficiados con esta ampliación de derechos para todos y todas. Ipso Facto quedó legalizada la pedofilia sin que nadie se diera cuenta. Por eso Ana se casó a los doce pero se divorció al año siguiente. Dos años más tarde se casaría con su tía pero no duraría más que un mes ese "matrimonio igualitario".

           Un país de viejos no es más que la antesala de un cementerio. Europa vieja. Cabezas blancas sobre cuerpos libidinosos. Mentiras esparcidas por el viento de la Globalización. ¿Y Ana? Ana fue triste con todos y con nadie pero más que nada consigo misma; y fue triste porque nunca fue feliz. No vale la pena acomodarse en un mundo que está en decadencia. Todo es una gran mentira. Ella no lo supo jamás pero así y todo se acomodó en un momento de sus veinte años. Fue profesora de universidad por seis meses. Daba clases de la materia Sexo Anal I (dicha materia era obligatorio en el Ciclo Común Nivelatorio para todas las carreras). No duró mucho en su cargo porque una dominicana sedujo a la Rectora y por eso perdió el puesto ante la "mano de obra extranjera". Además, Ana no quería trabajar Ad honorem y Patricia, la negra caribeña, trabajaba por amor al arte.
         
           ¿Qué más le quedaba a Ana por hacer? Nada. La nada era su única realidad. El nihilismo no es una negación mas es una afirmación de la nada. Ana la contempló a los ojos y se sintió vacía; sintió que había sido vacía toda su existencia. No se conocía, no se hallaba en ningún lado más que en un aeropuerto. Desarraigo absoluto. Suicidio final. ¿Qué más podía hacer la que había hecho todo y que a la vez no había hecho nada de su vida? Ana se acostó con hombres, mujeres, jóvenes, viejos, niños, niñas, adolescentes, animales, muñecos de plástico, motos y almohadas. ¡Hasta tuvo un affaire con la aspiradora! También se drogó, se drogó mucho. Viajó por todo el mundo y tuvo muchos trabajos: fue puta, azafata, lavacopas, hotelera, copera, mesera, actriz, vendedora de drogas, contrabandista, evasora de impuestos, esposa de futbolista, profesora de facultad, Presidenta de la Argentina, Reina Interina de España Menor, empleada doméstica, maestra, policía, periodista, escritora, productora de cine, comerciante, enfermera y no me acuerdo qué otras muchas cosas más. Fue de todo en la vida pero nunca fue feliz hasta el momento en que la bala le perforó el cráneo y sintió el abrazo de la eternidad (ella no se suicidó sino que el Estado la indujo a ello con la tan mentada "ley de muerte digna" o "interrupción de la depresión". No hacía falta tener una enfermedad terminal para acceder a la eutanasia. Con ser mayor de doce años y manifestar la" voluntad de no ser," el Gobierno estaba obligado a proveer el medio elegido para uno apagarse. Anita eligió un arma de fuego. Le costó mucho al Presidente de Catalunya el conseguirla ya que las armas estaban prohibidas.) Decía, como ella no se suicidó sino que la suicidaron, Dios no tuvo más remedio que abrirle las puertas del Cielo a la pobre infeliz que no tuvo nunca libertad (el que tiene libertad para todo no tiene libertad para nada). ¿Qué dicen?

                      Dedicado a la amistad entre España y la Argentina.

1 comentario:

  1. Magnífico este pequeño relato, a tramos humorístico, a tramos trágico, a tramos análisis político distópico...

    Daba clases de la materia Sexo Anal I (dicha materia era obligatorio en el Ciclo Común Nivelatorio para todas las carreras)

    No vas desencaminado y este futuro ya casi es actual. No está incluido en el plan de estudios pero en los campus universitarios españoles semejante disciplina es seguida de forma masiva, aunque extra-curricularmente. Es casi requisito para las estudiantes, a la hora de obtener titulación universitaria en España, el haber sido penetrada analmente, si es posible muchas veces y por tiparracos distintos.

    Se agradecería que este relato tuviera una segunda parte.

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