De ahora en más voy a empezar a publicar mis sueños. La idea es ofender a los psicólogos, que ellos sepan que estoy loquito y bueno, después decirles que en realidad no soñé lo que fue escrito en esta página y que hago uso de mi libertad de expresión. Entonces dirán que hago abuso y caerán en contradicción. Bah, digo todas estas incoherencias a modo de prólogo. El resto lo leerán ustedes.
Ustedes leerán que soñé con un joven de cabello castaño rojizo y ojos marrones. Delgado y de altura mediana. Bien afeitadito. Con sonrisita de enfermo mental y actitud soberbia y prepotente. Parado en la puerta de una escuela. Me provocaba para pelear. Dado que se había plantado, comencé a atacarlo con un palo de policía. Un hombre me dijo que le dé más fuerte. No le dolía. Como si fuera el vuelo de una mosca. El gringuito seguía de pie. No tuve más remedio que bajarlo de una patada en las pelotas. Fin del sueño. Me desperté confundido.
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