Respeten sus progreleyes y no sean contradictorios censurandome.

El Congreso no promulgará ninguna ley con respecto a establecer una religión, ni prohibirá el libre ejercicio de la misma, ni coartará la libertad de expresión ni de la prensa; ni el derecho del pueblo a reunirse pacíficamente y de pedirle al Gobierno resarcimiento por injusticias.
(Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU., ratificada el 15 de diciembre de 1791.)



Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Articulo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948 en Paris.



- 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencias de autoridades públicas y sin consideración de fronteras.

-2. Se respetan la libertad de los medios de comunicación y su pluralismo.

(Artículo II - 71; Título II concerniente a Libertades del Tratado para el que se establecia una Constitución Europea)

miércoles, 20 de junio de 2012

Nunca más...


    No me gustan las historias del hampa pero ahora les voy a contar una que ocurrió de verdad...

      Un delincuente condenado a la silla de ruedas ha sido internado en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca. Una locura que el Servicio Penitenciario no tenga sus propios noxocomios; estaba bajo custodia pero no es lo mismo...

     No sé por qué pero los médicos dijeron que no iba a poder caminar nunca más. Pobre el idiota. Ya no iba a volver a los bares y a los cabarutes. Todo porque le cagaron la "carrera" cuando salía de laburar un banco...

    Lo pusieron en su lugar al "Tano". Una lástima que haya terminado así, privado de su libertad y tras las rejas de un hospital. Triste era verlo a él viendo pasar al 114 con rumbo a Belgrano. ¿Por qué miraría tanto ese bondi? ¿River? ¿Alguna minita? ¿Una gallinita? Lo único que sé es que el pobre infeliz miraba cómo los colectivos se iban por Álvarez Jonte.

        Una mañana de domingo los monos del Servicio Penitenciario estaban en otra: uno se cepillaba a una enfermera mientras que otro se chamuyaba a la jermu de un paciente postrado para siempre en una cama ( quedó así después de un accidente de moto). Un garrón para el pibito que quedó hecho un vegetal; un caramelito para el negrito cagador. En fin, los ratis estaban en cualquiera ( de más está decir que había un tercer vigía pero ese se había hecho el pelotudo para ir al Autódromo a ver el T.C.).

       El Tano salió a dar un paseo con su silla de ruedas por el parque del hospital y ya nunca más volvió: saltó la reja y desapareció dejando un recuerdo imborrable de zurdo mentiroso y zorro...
El libro Nunca más, mentira oficial por excelencia, había quedado en la silla de ruedas abandonada a su suerte...

    Nunca más se supo nada sobre este gran estafador que simuló su discapacidad para obtener su libertad...
 
       Nunca más...

No hay comentarios:

Publicar un comentario